Entrevista > Luis Manuel Sánchez Navarro / Comisario del Cuerpo Nacional de Policía en Benidorm
Al frente de la Comisaría de la Policía Nacional en Benidorm desde el pasado mes de enero, el comisario jefe Luis Manuel Sánchez Navarro afronta con entusiasmo su primera etapa en una ciudad que define como “acogedora y vibrante”. Natural de Novelda y licenciado en Derecho, asegura sentirse plenamente identificado con un trabajo que considera su gran vocación.
Comisario jefe de la Policía Nacional en Benidorm. ¿Desde hace cuánto ya?
Estamos a punto de cerrar un primer ciclo. Llegué al puesto el pasado mes de enero. Ya han pasado unos cuantos meses.
¿Qué tal la plaza?
Estoy encantado. Encantado con la ciudad, pero también con los profesionales que tengo en Comisaría y con la forma en que he sido recibido, tanto a nivel institucional como por la gente de aquí. Al final, ‘Benidorm es Benidorm’, es una ciudad acogedora y, por lo tanto, estoy muy a gusto.
«Benidorm es una ciudad acogedora y estoy encantado de trabajar aquí»
¿Conocías la ciudad?
Sí, de hecho, soy de Novelda y, por lo tanto, de la provincia de Alicante. Y claro, ¿quién no va a conocer Benidorm? Benidorm es conocida no a nivel provincial, sino a nivel nacional e internacional. Es una ciudad que todo el mundo conoce por sus características turísticas y, sí, había estado ya antes aquí.
¿Cuándo y cómo nace tu vocación policial?
He de reconocer que no fue una vocación temprana. En el año 1991 terminé la carrera de derecho en la Universidad de Alicante y lo primero que hago es el servicio militar que, en aquella época, todavía era de doce meses. La hice en marines, en Valencia.
Terminado esto, ya te planteas posibles salidas. De hecho, barajé otras opciones, pero al final se me planteó esta posibilidad y encajaba perfectamente conmigo, porque además era materia de derecho penal, requería pruebas físicas e idiomas. Además, es una actividad que requiere mucho de relaciones con los ciudadanos y en la que me podía sentir muy realizado o, al menos, más que un trabajo de despacho cerrado.
Planteada esta opción y una vez dentro, cuando aprobé la oposición, creo que fue el mayor acierto de mi vida, porque me siento totalmente identificado con este trabajo y lo disfruto todos los días.
«En pocos años la delincuencia tecnológica ha crecido de forma exponencial»
Ese joven que se metió en la Policía Nacional, ¿imaginaba por entonces que, por ejemplo, los ciberdelitos iban a marcar tanto el trabajo policial hoy en día?
¡Madre mía, no ha cambiado esto desde que entré yo! Aprobé en el año 94 y en este tiempo ya han reformado completamente el Código Penal y, como dices, el tipo de delitos ha cambiado muchísimo. Entramos con delitos muy violentos, de atracos a farmacias, a bancos y cosas así. Y esto ha ido evolucionando.
Por ejemplo, la delincuencia tecnológica que mencionas, al principio, llegaban muy poquitas denuncias. Empezaron a entrar a nivel local, luego a nivel provincial y aquello fue creciendo hasta que hemos llegado a lo que tenemos hoy en día.
El hecho de que se haya generalizado el uso de las nuevas tecnologías también hace que en esa realidad virtual, paralela a lo que es la realidad social, se violen los mismos bienes jurídicos. Hay que estar muy pendientes, son delitos que han ido creciendo muchísimo en los últimos años y en los que tenemos que trabajar, sobre todo dando información a la gente para que esté un poco prevenida.
Esto os habrá obligado a reinventaros de manera casi obligada.
Claro, nosotros tenemos que estar pegados a la realidad social, y a lo que nos exige la sociedad. Lo nuestro es crear entornos de seguridad. Y esos entornos de seguridad se tienen que dar en todos los ámbitos, también en esa realidad virtual.
«Nuestro objetivo es crear entornos de seguridad, también en el mundo digital»
Una de las claves, como apuntabas, está en prevenir.
Muchísimo. Hay que hacer mucha pedagogía al ciudadano para que conozcan las distintas especialidades. Sé que constantemente sale en medios de comunicación y se va hablando de las distintas formas de llevar a cabo estos delitos, que son muy variadas, como las que se hacen pasar por el banco y te piden datos de tus cuentas que acabas facilitando, o te introducen un malware en tu teléfono para luego sacarte dinero de las cuentas. O la del falso hijo, que también conocemos.
Hay mil modalidades delictivas a través de las nuevas tecnologías. Y lo que sí que requiere es mucha información, mucha pedología, que la gente, no voy a decir que desconfíe, pero que sean muy precavidos, sobre todo, cuando le están exigiendo cantidades de dinero con mucha urgencia. Ahí siempre hay que sospechar. Y desde luego, nunca facilitar contraseñas o datos personales a quien no conoces al otro lado.
Dejemos el mundo virtual y volvamos a lo local. ¿Por dónde van los tiros de la delincuencia?
Esta es una ciudad que tiene una actividad económica muy definida con el turismo y la presencia de muchísima gente muy concentrada en zonas de ocio o la playa. ¿A qué nos lleva eso? Pues a delitos contra la propiedad. Los más habituales son los hurtos en muchas modalidades: en la playa, en las zonas de ocio, el del patinete…
También tenemos casos de violencia de género. Eso es algo que ocurre a nivel nacional, pero aquí, el hecho de que vengan también turistas del extranjero, de otros países donde, a lo mejor, no perciben esa tolerancia cero que tenemos nosotros de forma tan clara, hace que se produzcan bastantes hechos de este tipo.





















