ENTREVISTA > Rafael Torrecillas / Comandante naval de Alicante (El Puerto de Santa María, Cádiz, 27-agosto-1969)
Desde 2001 el capitán de navío Rafael Torrecillas del Prado ejerce puestos de mando como oficial de la Armada, así como dentro del Estado Mayor. En su extensa carrera se ha visto implicado en muchas funciones como la lucha contra la piratería en el océano Índico, el apoyo logístico a las flotas pesqueras por el Mediterráneo o el Atlántico, la construcción de barcos, etc. Al mismo tiempo ha circulado por diferentes destinos a lo largo del litoral español como Andalucía, Galicia, Canarias o Murcia.
Ahora en su último -o penúltimo- esfuerzo profesional, Torrecillas ha sido destinado a Alicante como nuevo máximo responsable de esta comandancia naval. Nos recibe en su despacho del Puerto para que podamos conocerle un poco mejor.
«Mi antecesor en el cargo ya me dijo que Alicante era un destino muy bueno»
¿Cómo te surgió lo de ser militar? ¿Y por qué elegiste mar, en vez de tierra o aire?
Me críe al lado de un puerto marítimo y cerca de mi casa quedaba la base naval de Rota. Además, tuve la suerte de tener un vecino que era oficial de la Armada, e hice muy buenas migas con su hijo. Recuerdo que a veces me llevaba a la base para ver los barcos.
Así que desde niño lo tuve muy claro. Aun así me costó bastante, porque era una oposición muy dura y no logré aprobarla hasta el tercer intento. Ingresé con dieciocho años en la Escuela Militar, y de ahí salí como alférez de navío.
Tras toda una carrera operando por España y el mundo… ¿por qué has pedido ahora el traslado a Alicante?
Pues mira… por una casualidad. Resulta que la Operación Atalanta (operativo internacional de lucha contra la piratería) firmó un memorando con la Universidad de Alicante, por el cual en 2024 vine con mi equipo del Estado Mayor para dar un ciclo de conferencias en el campus. Allí mi antecesor en el cargo (Joaquín Vegara) actuó como maestro de ceremonias y en un momento me dijo: “Rafael, me marcharé el año que viene y este destino es muy bueno”.
En realidad, ya conocía Alicante porque como oficial naval he visitado barcos varias veces anclados aquí. Además, soy muy aficionado al tiro al plato, y solía participar en los campeonatos anuales que organiza el Gorrión Club (risas). La ciudad me gustaba, y en los pocos meses que llevo aquí me he reafirmado. Tengo una relación magnífica con todas las autoridades, y ya he hecho varios amigos.
«En el litoral alicantino hay más actividad de inmigración ilegal que de tráfico de drogas»
¿Cuáles son las funciones de la Armada en la provincia de Alicante en tiempos de paz como los que -más o menos- vivimos actualmente?
Durante años la Armada ha ido delegando responsabilidades que antes tenía como el rol de los buques, la marinería, la mili, etc. Ahora básicamente como comandante civil me dedico a las relaciones con instituciones tanto militares como civiles. Me refiero al Ayuntamiento, la Diputación, la Guardia Civil, la Policía Nacional, etc.
Respecto a nuestras misiones, nos dedicamos al control del tráfico mercante. Por supuesto al mismo tiempo apoyamos al Ministerio de Defensa en la difusión de nuestra cultura, dado que las Fuerzas Armadas somos parte de la sociedad, por lo que tratamos de acercarnos a la gente a través de conferencias o actos conmemorativos. En este sentido vamos a realizar unas charlas próximamente sobre nuestras capacidades en desactivación de explosivos.
También ofrecemos apoyo a todas las unidades navales españolas o extranjeras que vienen aquí. Por ejemplo, les ponemos en contacto con la Autoridad Portuaria para que tengan garantizado los suministros de electricidad y agua que precisan, o incluso les damos información turística para que disfruten de su estancia.
Normalmente se considera que los dos puntos principales de entrada de contrabando en la península son Galicia y el Estrecho de Gibraltar. ¿Es Alicante también una zona conflictiva?
Sobre todo, la principal actividad habida aquí es inmigración ilegal. En realidad, combatir el tráfico de drogas tampoco es una misión específica de la Armada, sino más bien de Aduanas, la Guardia Civil o la Policía Nacional. Aunque es cierto que nosotros también apoyamos en estas misiones cuando es necesario.
«Tratamos de conectar a la Armada con la sociedad, porque a veces se desconoce un poco nuestra labor»
A veces existe cierto debate en la sociedad sobre lo que la Armada puede o no puede hacer al hallarse una embarcación de inmigrantes ilegales. ¿Cuál es exactamente vuestra función?
Esto también es función de otras agencias como Salvamento Marítimo o la Guardia Civil, aunque por supuesto ante una catástrofe o accidente en el mar nosotros estamos obligados a apoyar. Si una patera se está hundiendo, pues evidentemente ayudamos a rescatar a sus navegantes. Desde luego no es responsabilidad de la Armada el combatir la inmigración ilegal.
¿Qué tal vais en la Comandancia Naval de medios materiales y humanos?
Este verano he sufrido el desembarco de mi segundo comandante y de uno de mis tres oficiales. Afortunadamente sé que hay voluntarios para estos puestos y ya se han convocado los trámites administrativos, así que espero que las plazas se cubran este mismo noviembre o en diciembre.
Ahora mismo tengo un equipo pequeño de solo diez personas, pero bastante especializado. Tenemos un Punto de Información Naval que está dedicado precisamente a acudir a ferias, clubes náuticos y otros actos para apoyar a la Subdelegación de Defensa en labores de captación. A veces es un poco desconocido lo que hacemos en la Armada, y nosotros proporcionamos información para todo aquel que pueda estar interesado en ingresar.

















