BBC, o sea, no la cadena pública multimedia y británica, sino bodas, bautizos y comuniones. O fiestas en barracas, casales, cuarteles, racós o racons o, en definitiva, cualquier local festero. También bodas de plata u oro en lugar familiar. Alegría, disfrute y, luego, follón para recogerlo todo. Por eso van bien, especialmente en los casos de celebración casera, los cubiertos y vasos desechables.
Si se hace correctamente, dicen, tenemos otro motivo para embarcarnos, así como quien no quiere la cosa, en los reinos de la sostenibilidad. La Comunitat Valenciana, que ya hemos visto que posee una importante cuota en adminículos navideños, playeros y lo que haga falta, por reutilización de sus industrias jugueteras, textiles o de cartonaje y papelería, no deja de estar presente, claro.
Nombres de supermercado
Como ocurría en los casos antes descritos, no existe realmente un cuenteo oficial al respecto. Lo suyo es comprobar cómo en los supermercados, y no solo los levantinos, podemos leer unas direcciones que nos remiten justo aquí, y una abundancia de firmas de la Comunitat que se repiten, como manufactureras del producto en cuestión o como distribuidoras.
Ecoparques y empresas locales (familiares en su mayoría), más entidades públicas repartiendo y recibiendo distinciones, aparte de subvencionar iniciativas, conforman el núcleo productor de cubiertos, pajillas (o bombillas, calimetes, cañitas, pajitas, pitillos, popotos o como más nos guste llamarlas: casi todas las denominaciones citadas asocian el pícaro doble sentido) y vasos de plástico, papel o cartón. Y ahora, reciclados.
No existe realmente un cuenteo oficial de esta manufactura especial
Banda de Moebius
‘Reduce’, ‘reuse’, ‘recycle’: reduce, reutiliza, recicla. Las tres aristas que, a modo de banda de Moebius (una superficie con una cara y un solo borde; en el fondo, un recorrido sin fin, o sea, el ‘cyclus’, de ‘kýklos’, círculo, rueda), se convierten tanto en símbolo de reciclaje como, más amplio, de economía circular. Es decir, la reutilización, hasta donde se pueda, de las manufacturas.
Estas se realimentan en realidad de sí mismas. Menos materia prima que esquilmar, más residuo convertido de hecho en la materia con la que construimos si no nuestros sueños, al menos las herramientas para lograrlos. O simplemente el vivir el día a día. Se recogía un legado de los setenta del pasado siglo que aterrizaba en España en 1982, con las primeras plantas del reciclaje del vidrio.
Cuarta en reciclaje, en el ámbito estatal, resulta nuestra tierra
Materiales más baratos
València y su área metropolitana, Utiel-Requena, La Safor, Alicante capital y sus alrededores, el Vinalopó, la Vega Baja, l’Alcoià o una de sus subcomarcas, la Foia de Castalla. La mayor parte de la Comunitat Valenciana, cuarta en reciclaje a título oficial, usa a sus efectivos industriales. No resulta raro, pues, que también destaque en una industria que reutilice este material.
Y volvamos ahora a la BBC, la de las bodas, bautizos y comuniones, claro. Que si vamos de restaurante, loza, cerámica, en fin, y cubiertos de plata, aluminio o abedul, o lo que toque (en época romana y en la Edad Media se usaba plomo o una aleación de este, el peltre, con los comensales enloqueciendo por saturnismo o plumbosis), pero si toca a nuestro bolsillo, otros materiales más baratos.
Fuimos los verdaderos pioneros en incardinarlo en las políticas públicas
Baquelita y melamina
Chavalería y juventud, para sus fiestas, lo tenían claro: cubiertos de plástico, que los había desde los años treinta, aunque se tornarían más resistentes, y no inflamables, en los cincuenta y sesenta, con el triunfo industrial de la baquelita (obra del químico belga Leo Baekeland, 1863-1944), el primer plástico totalmente sintético, que en realidad se había inventado en 1907 (¡y las pajillas de papel en 1888!). También se sumaban a la fiesta otros plásticos, como la melamina.
Desarrollada por un grupo de científicos alemanes en la década de los treinta (se patentaba en 1938), un paso más para que, además de los cubiertos, platos, vasos, todo quedara plastificado, polimerizado (un polímero, muy básicamente, crea con sus moléculas largas y resistentes cadenas; puede ser natural o, como en estos casos, artificial, de laboratorio). Y a partir de los sesenta, la comida rápida hizo honor a su propio nombre.
Comidas rápidas
En realidad, lo del alimento exprés había comenzado antes, con las cadenas de hamburgueserías White Castle, de 1921, y McDonald’s, nacida en 1940, que arrancaría con sus franquicias desde 1955. O sea, toneladas de plástico para las papeleras. Había que sustituir. Vasos de cartón hay desde el invento del papel, en China, hacia el siglo II a.C., pero el desechable que conocemos hoy es de 1908, aunque tardaría un año en lanzarse.
Casi tanta antigüedad como vasos reciclables poseen otros elementos rehechos. El concepto de economía circular lo había lanzado Kenneth Boulding (1910-1993) en 1966, Europa lo integraba en 2015, España desde 2018, y la Comunitat Valenciana se convertía en verdadera pionera al incardinarlo desde 2022 a sus políticas públicas. La industria local recogió el testigo, y nosotros tendremos que hacerlo con cubiertos, vasos, platos y demás.

















