Entrevista > Pedro García / Presidente Asociación de Moros y Cristianos (Elda, 17-diciembre-1968)
Vamos a pedirle al lector que haga un ejercicio de imaginación. Que cierre los ojos y recree en su mente las fiestas de Moros y Cristianos. ¿Qué es lo que ve, oye y huele? Música, seguro. Comida tradicional, sin duda. Preciosos desfiles, imprescindibles. Pero sobre todo ello, siempre, las más o menos esporádicas explosiones de algún acto de arcabucería o pirotecnia.
La pólvora es un elemento central de la fiesta, pero hace ya tiempo que su precio está poniendo en jaque a una gran cantidad de actos a lo largo y ancho de toda nuestra geografía.
Por ello, Elda, junto a otros cuatro municipios, ha creado la entidad Los Pueblos de la Pólvora, una iniciativa que, como buen conocedor, explica y defiende Pedro García, presidente de la Asociación de Moros y Cristianos eldense.
Hace tiempo que en todos los ambientes festeros se viene hablando de la dificultad de acceder a la pólvora. ¿Cómo está la situación en la actualidad?
Es verdaderamente complejo. Llevamos ya ocho años pidiendo una normativa al respecto. La misma salió, pero no recoge la realidad de las necesidades de las poblaciones festeras. Eso, unido a la subida del precio de la pólvora, ha supuesto una merma muy importante en las fiestas tradicionales.
«La normativa y el mayor precio de la pólvora merman las fiestas»
¿Cuáles son los principales problemas?
En primer lugar, el precio desorbitado al que ha llegado la pólvora. También la cantidad que se puede recoger para no tener que hacer dos repartos en unas fiestas, algo de una complejidad muy grande y que, evidentemente, encarece todavía más las cosas.
Son gastos de transporte, de vigilantes de explosivos… Al final, los que se ven afectados son los actos más tradicionales de nuestras celebraciones.
¿No existe, hoy en día, ninguna alternativa viable a la pólvora que permita celebrar actos de arcabucería sin perder su esencia?
Ha habido algunas intentonas por conseguirlo, pero todas han fracasado. A día de hoy, nada suple a la pólvora. No hemos encontrado ningún producto que se le asemeje.
Para comprender mejor el problema, ¿cuándo empieza la subida del precio de la pólvora, y de qué cantidades hablamos?
Yo recuerdo que hace unos veinte años la pólvora costaba unos diez o doce euros el kilo, y ahora estamos en unos 35 o 37. Ha sido, sobre todo, en el último quinquenio cuando esa subida se ha notado de forma más acentuada. Hace tres años, cuando se paralizaron las fiestas, se duplicó el precio.
¿A qué cree que se debe?
A que estamos ante un monopolio. Solo existe una empresa que produce la pólvora. Tendría que crearse algún mecanismo que regule ese precio. Por ello, más que un sustitutivo, pienso que habría que ver quién puede ser fabricante y comercializar pólvora negra. Ese es uno de los puntos en los que estamos intentando abrir el mercado.
«No existe alternativa a la pólvora; nada se le asemeja»
¿Cuál puede ser un modelo viable según su propuesta?
Hemos tenido ya reuniones con grandes pirotecnias que sabemos que tienen capacidad para fabricar esa pólvora negra. Eso sí, el ministerio tendría que autorizarles a ello, pero no supone una gran complejidad.
Lo que ocurre es que la firma que tiene el monopolio es una megaempresa en la que, además, la pólvora solo supone una muy pequeña parte de su volumen de negocio.
No solo hablamos de un mercado tan grande como las fiestas, sino también de otros eventos como las recreaciones históricas. Con una aparente oportunidad de negocio delante, ¿se han planteado la posibilidad de crear, desde la propia asociación, una empresa para su fabricación?
Nosotros no queremos tener un negocio. Los Pueblos de la Pólvora surge para defender los actos de arcabucería y tiro dentro de las fiestas de Moros y Cristianos y otros muchos eventos.
Somos poblaciones donde nos queremos preocupar mucho de que no se pierda la esencia de la pólvora; porque todo nace de ella, de los disparos de esas recreaciones históricas con las que homenajeamos a nuestros santos y patrones.
«Fiestas como Moros y Cristianos exigen historia, tradición y pólvora»
Elda, Ontinyent, Yecla, Caudete y Almansa son las poblaciones que han iniciado Los Pueblos de la Pólvora. Han dicho que están abiertos a nuevas incorporaciones. ¿Saben si alguien más se ha interesado en este sentido?
Hay ya varias poblaciones que se han puesto en contacto con nosotros para unirse. Estamos abiertos a cualquier acto, asociación o población que haga uso de la pólvora y de la arcabucería y quiera tener una representación ante la Administración.
Vivimos en una región en la que mucha gente ha venido de fuera y puede no entender la importancia de lo que estamos hablando en términos culturales. ¿Cómo explicaría esa ‘filia’ que comparten tantas fiestas y poblaciones por el ruido de la pólvora?
Las fiestas, sobre todo las de Moros y Cristianos, son recreación histórica, tradición y pólvora. Si quitas una de esas tres bases, es perder una gran parte de ese evento. Sin los actos de arcabucería, los Moros y Cristianos comienzan a no tener sentido.
El sentir, vivir, oír, oler… la pólvora, te transmite la importancia de todo ello. No es hacer ruido, es mucho más. Es una de las tres piezas clave de nuestros festejos.