Entrevista > Carlos Beltrán Corraliza (Naos Beltrán) / Artista multidisciplinar (Petrer, 8-agosto-1982)
El artista Naos Beltrán forma parte de una nueva exposición colectiva que tendrá lugar en el mes de febrero en L’Alfàs del Pi. Un reencuentro muy especial para él, puesto que vuelve al lugar donde residió durante más de tres años y por el que profesa un cariño muy especial.
El pasado junio de 2020 donó el dinero recaudado en la subasta de su cuadro ‘Brujería de calle’ a la Asociación Voluntariado Social de L’Alfàs del Pi, encargada de la gestión del Banco de Alimentos.
En la actualidad reside en su casa taller donde encuentra relación con el mundo de la pintura, talla y forja. Formado como autodidacta, ha creado una línea personal al óleo llamada ‘Rasgos de tiempo’, de la serie ‘Introspección’.
«L’Alfàs promueve muchos eventos en distintas disciplinas artísticas»
¿Qué te llevó a vivir en L’Alfàs?
Principalmente la cercanía de su gente y el trato que tienen hacia el artista. Es una población con posibilidades para acceder a un público extenso, por su diversidad cultural y como puerta al mundo, ya que L’Alfàs promueve muchos eventos en distintas disciplinas artísticas.
Ha sido el lugar idóneo para lo que fue mi primera exposición individual antes de hacer mi gira por poblaciones del Mediterráneo. Mi obra ha sido muy bien acogida en esta bonita población, sumando su buen clima y su gastronomía local.
¿Cómo resultó tu estancia aquí durante tres años?
Pasé tres años, junto a mi familia, creando en mi casa taller. Espero seguir contando con estas raíces en siguientes eventos, ya que me acogieron como otro hijo más del lugar, y apoyar a este pueblo que promueve la cultura de forma destacada.
Tenemos un flujo cerca, que emana artistas emergentes, como es la Universidad Miguel Hernández de la población de Altea y siempre hay eventos disponibles para acceder y disfrutar de actividades. Creo ciertamente que el arte en este caso une a las personas y a los pueblos.
El día 22 de octubre formarás parte de una exposición colectiva en la Casa del Cultura. ¿Qué enfoque le has dado a tu selección de obras?
Ese día se celebra la convivencia hispano-noruega y cada año el Ayuntamiento de L’Alfàs del Pi y la Regidoría de Cultura ofrecen la posibilidad a distintos artistas de exponer sus obras y juntar culturas. Mi aportación con las obras que voy a presentar refleja mis distintas etapas a lo largo de mi serie retrospectiva.
La formación que te han dado tus padres es clave en tu visión artística. ¿Lo siguen siendo a día de hoy y de qué forma? ¿Qué otras referencias tienes?
En cierto modo, por sus habilidades, han sido parte de mi forma de ver el arte desde mi perspectiva y mis sentimientos sin moldearme. Quizá por las circunstancias he ido formándome sin referencia alguna, según he ido sintiendo con el transcurso del tiempo, conforme he ido viviendo y experimentando.
Desde sentir, al alejarme de mi entorno, mis viajes para quedarme a solas conmigo, hasta ser lo más real y crudo posible al regreso. A pesar de que admiro a grandes artistas, mi técnica no tiene referentes. Puedo decir en ese sentido que soy autodidacta.
«La pintura me ha dado el equilibrio emocional tanto a nivel personal como profesional»
¿Cómo definirías tu colección al óleo ‘Rasgos de tiempo’?
Esta obra tiene su propio carácter. Representa situaciones de la vida cotidiana e interpreta emociones por ella misma, tanto alegres como las que nadie desea en su vida. No intento agradar a nadie, simplemente es mi visión personal y debo ceñirme a esa realidad como artista. Esta exposición para mí va a ser especial. Creo que esta obra, después de tantas exposiciones y certámenes en diferentes lugares del mundo, merecía ya verse en mi tierra.
Un artista tan polivalente como tú… ¿es en la pintura donde has encontrado la mejor vía para expresarte?
He tenido diferentes facetas y etapas artísticas que me han ido formando hasta que descubrí la pintura, que me ha dado el equilibrio emocional tanto a nivel personal como profesional hasta convertirlo en mi forma de vida.
Como emisor de esta serie, quiero que el receptor sienta al artista en cada tramo de su trayectoria, esa es la finalidad de mi obra. Mi intención es poder ayudar a otras personas a reencontrarse consigo mismas, como fue mi caso.
En los viajes que has hecho, ¿qué es lo que crees que más ha podido influenciar en tu obra?
Hay una larga lista de personas que me han ido influyendo en mis distintos viajes, sobre todo en Sudamérica donde estuve durante tres meses en la selva amazónica conviviendo con tribus autóctonas.
En España, en la zona del pirineo aragonés, estuve restaurando un pueblo abandonado, con el fin de que pudiera repoblarse y subsistir de forma autosuficiente. Ambas experiencias me enseñaron a ver la vida desde otro prisma y a valorar lo que realmente tenemos.
«Mi intención es poder ayudar a otras personas a reencontrarse consigo mismas»
Has trabajado técnicas como la soldadura en plomo o la fundición del vidrio. ¿Un artista debe conocer bien la fisicidad de los materiales? ¿Qué te han aportado esas prácticas?
Cuando era pequeño salía del colegio corriendo para aprender este oficio en una cristalería de Petrer. Me llamaba la atención la unión del vidrio, su corte, su mezcla de colores, soldaduras y el crear formas.
He tenido a grandes maestros del vidrio y recuerdo ser uno de los vidrieros más jóvenes posiblemente del país de aquel entonces. Hacíamos vidrieras tanto en plomo, como en estaño o aluminio, restaurando algunas de catedrales, incluso con destino al norte de Europa.
Esta formación me ha sido de gran utilidad para mi pintura, ya que utilizaba bocetos para proyectarlos y convertirlos en vidrieras, jugando con la composición del color y la luminosidad.
¿Cuáles son tus rincones naturales favoritos cerca de L’Alfàs?
Conozco bastante bien la Marina Baja, ya que he vivido en distintos lugares de la zona. Uno de mis rincones favoritos es la playa de L’Albir, hasta llegar a Altea por su paseo marítimo o subir hasta el faro por la Serra Gelada. También el Peñón de Ifach en Calpe, la Sierra de Aitana y sus alrededores.