Aprender un nuevo idioma genera efectos positivos no solo en nuestra vida profesional y social, sino también en nuestra salud mental. Sin embargo, es común que algunos adultos tengan más complicado aprender un nuevo idioma, situación que para los niños no es así.
Para nadie es un secreto que hablar otros idiomas abre puertas a nivel personal, profesional y social, es por eso que muchos profesionales en la edad adulta deciden comenzar a estudiar una segunda lengua.
Contrario a los adultos, se conoce que los niños absorben como esponjas. Esto es porque sus redes neuronales están desarrollándose y presentan mayor predisposición a conocer y aprender cosas nuevas. Por esta razón, se dice que los niños pequeños aprenden un idioma mucho más rápido que los adolescentes y los adultos.
Es normal que a muchos adultos se les dificulte el aprendizaje de un segundo idioma, esto no es por falta de pasión o esfuerzo; el problema es que “puede que se estén esforzando demasiado”, así lo sugirió un estudio…
Amy Finn investigadora postdoctoral del Instituto McGovern para la Investigación del Cerebro del MIT dijo al portal Live Science:
“Lo más sorprendente del estudio es que el esforzarse demasiado realmente puede dañar el resultado del aprendizaje”.
¿Esforzarte hace que se complique más el aprendizaje?
En el estudio realizado en 2014, Finn en conjunto con otros investigadores solicitaron a 22 personas nativas del idioma inglés que escucharan un audio de 10 minutos en un idioma que ellos inventaron, mientras el grupo coloreaba…
Una vez culminado el audio, los investigadores realizaron un test a las personas para ver qué tanto del idioma habían retenido.
Tres grupos más de 22 personas nativas del idioma inglés participaron en el experimento, pero esta vez un grupo se concentró en el vocabulario; a otro grupo se le pidió poner mayor esfuerzo en aprender las diferentes categorías de las palabras y a las últimas personas se les pidió aprender las reglas gramaticales del idioma inventado…
Los últimos tres grupos obtuvieron mejores resultados con respecto a la retención de vocabulario; sin embargo, el grupo que coloreó mientras escuchaba el audio adquirió mayor conocimiento en gramática.
Aun así, esto no significa que los aspirantes a bilingües necesariamente deben reducir la cantidad de esfuerzo que ponen en el aprendizaje, “todavía estamos lejos de poder prescribir un régimen de aprendizaje” dijeron los investigadores.
Dos sistemas de memoria…
A los adultos se les complica mucho más el aprendizaje de un idioma porque aprenden de manera distinta que los niños. No tiene nada que ver con la metodología o métodos de enseñanza impartidas al momento de aprender un idioma; Amy Finn señala que tiene que ver con dos sistemas de la memoria…
Los humanos poseemos dos sistemas de memoria que influyen nuestro aprendizaje. La memoria declarativa es la del conocimiento básico. Por su parte, la memoria procedimental es la que “las personas obtienen gratis sin intentarlo”, dijo Finn.
El sistema de memoria procedimental se desarrolla a temprana edad, lo utilizamos para aprenden cosas complejas como las reglas gramaticales. El sistema de memoria declarativa que ayuda a los humanos a aprender vocabulario requiere más tiempo para desarrollarse. Los niños tienen el sistema procedimental sin la distracción de un sistema declarativo, por lo que captan la gramática más rápido que los adultos.
El aprendizaje de un nuevo idioma no es fácil para todos los adultos, especialmente cuando se está acostumbrado solo a su idioma nativo y no experimenta con otros idiomas u otras culturas diferentes a la de su país de origen.
No obstante, la doctora Finn opina: “Creo que sería una mala decisión si los adultos se rindieran diciendo: «Oh, debería parar de esforzarme»”, pues recordemos que todo esfuerzo tiene su recompensa y nunca es tarde para aprender algo nuevo.