Entrevista > Myriam Imedio / Autora de ‘La isla más remota del mundo’ (Valencia, 25-agosto-1984)
La expresión ‘Juntaletras’ podría venir al pelo para definir a nuestra entrevistada. Porque Myriam Imedio es periodista de profesión y escritora por vocación. La autora valenciana ha publicado el que es su tercer libro, adentrándose -esta vez- en el género de la novela negra, y asegura que se trata “de un viaje donde no sales ileso”.
¿Cómo se presenta Myriam Imedio a alguien que no la conoce de nada?
Como una chica que siente pasión por las letras, que se pierde en librerías, que disfruta en tiendas de antigüedades y que presta mucha atención a los detalles. Me gusta escuchar y aprender de los que saben.
Periodista y escritora. ¿Serían correctos estos dos términos para definirte?
Así es, soy periodista y escritora. Una profesión complementa a la otra. Empecé Periodismo porque me apasiona escribir y a lo largo de mi vida me ha dado muchas herramientas para perfeccionar mi escritura.
Pero siempre, desde niña, sabía que quería ser escritora. Leía libros sin parar y pensaba: Yo también quiero crear historias. Y mi imaginación volaba. Una vocación infantil que se ha convertido en realidad.
«En todas mis novelas sale Valencia y luego me voy moviendo»
¿Qué otro adjetivo que te defina añadirías a la lista?
Curiosa. Creo que la curiosidad que nace en los escritores es necesaria. Incluso intrínseca. Empiezas a documentarte y quieres saber más, el porqué de las cosas, de las situaciones, de las personas.
Todo cuenta una historia y seguimos el hilo, las migas de pan. Una casa abandonada podría ser el escenario de una novela, de una noticia… Hay quien pasa de largo y sigue su camino. Yo me paro y me asomo a la ventana porque quiero descubrir.
¿Cómo comenzaste en el mundo de la escritura?
De niña. Primero leyendo. Me encantaban las fábulas y los cuentos, y siempre me regalaban muchísimos. Luego, con seis o siete años, pedí para Reyes una máquina de escribir.
Ahora lo pienso con perspectiva y me pregunto, pero qué niña con siete años pide una máquina de escribir en vez de una muñeca (risas). Pues una que siente la llamada de las letras dentro, no hay otra explicación. Por suerte, me la trajeron y ahí empezó todo. Aún conservo la máquina, medio de juguete medio de verdad.
‘La Isla más remota del mundo’ es tu tercer libro, ¿qué nos puedes contar de los dos anteriores?
Mira, ‘El séptimo punto de Selleck’ es una obra más intimista, más sentimental; habla del destino, de cómo todos estamos conectados, aunque nos separe un océano, y por supuesto habla del arte. Un cuadro mueve la historia.
Mi segunda novela, ‘La esperada Lluvia’, trata de un secreto milenario, de una saga de mujeres de la misma familia que esconden demasiado, es una aventura, un laberinto de mentiras que el lector recorre pasando por muchos puntos de la geografía para descubrir la verdad.
«Al escribir llega un punto en que los personajes se apropian de la historia y te dicen por dónde quieren ir»
¿Están relacionadas entre sí?
No, qué va, son novelas independientes. Sí es cierto que en la segunda novela hay una escena que hace un guiño a la primera, pero más como algo gracioso para mis lectores.
¿Qué le dirías a un futuro lector sobre que puede esperar de esta novela?
En ‘La isla más remota del mundo’ van a encontrar mucha acción, es una novela muy adictiva. Un thriller psicológico mezclado con novela negra que te atrapa desde la primera línea. Trata temas muy serios como la salud mental, el abuso de poder, el abuso a las mujeres… Es un viaje del que no sales ileso.
Un puzzle que muestra la maldad en estado puro, el cinismo, las dobles vidas, las apariencias. Los lectores verán hasta dónde somos capaces de llegar los seres humanos si nuestra realidad se transforma. Normalmente tenemos muy claro nuestros límites morales, pero a veces se derrumban en un parpadeo y hacemos lo que creíamos imposible.
Esta última, con Lis de Fez como protagonista, ¿podría tener segunda parte?
En realidad, hay tantas tramas que mis tres novelas podrían tener segunda parte. En ‘La isla más remota del mundo’ acompañamos a Lis de Fez, una joven psicóloga que se ve envuelta en una historia tan apasionante como perversa.
Lis es una protagonista muy de verdad, con sus fallos y sus aciertos, pero sin filtros. Es un personaje femenino muy potente. Se cae y se levanta. Para, coge aire y vuelve a correr. Sin ella, este viaje hubiera sido muy diferente.
¿Cómo ha sido adentrarse en el género de la novela negra?
Genial. Iba con pies de plomo porque quería escribir una novela completa en ese sentido. Es un género duro pero muy agradecido a la hora de desarrollar la historia. Al final me metí hasta el fondo. Misterios, crímenes, giros inesperados, maldad, atmósfera asfixiante. Me ha fascinado.
«Trata temas muy serios como la salud mental, el abuso de poder, el abuso sobre las mujeres… Es un viaje del que no sales ileso»
Cuéntanos cómo es tu proceso creativo.
Sentarme y escribir. Con la primera novela caí en aquello del romanticismo de la escritura y empecé escribiendo solo cuando estaba inspirada, cuando venían las musas… así hubiera tardado un siglo en terminarla. Como dijo Picasso: “Que la inspiración te pille trabajando”. Hay que darle al teclado todos los días si quieres escribir una novela.
Luego el ‘modus operandi’ es diferente en cada escritor. Yo antes de ponerme a escribir tengo que tener claro qué quiero escribir y para qué. Sobre todo, que el germen de la historia, las primeras ideas, me enamoren, si no, no hacemos nada.
Cuál es tu parte favorita del proceso: ¿buscar el título, imaginar el final, montar los personajes…?
El título suele salir rápido. Cuando empiezo una novela sé el principio y el final, pero no sé qué ocurrirá en el capítulo veinte. No tengo una sinopsis de cada capítulo y escribo en base a un esquema inicial. Lo que quiere decir que no soy escritora de mapa.
Llega un punto en que los personajes se apropian de la historia y te dicen por dónde quieren ir. Me encanta perfilar bien los personajes, en esto sí que soy más rígida. Necesito saber por qué hablan de una u otra manera, qué mochilas llevan, qué personalidad tienen, sus puntos fuertes y débiles. Eso facilita mucho la escritura.
¿Y la más difícil?
Sin duda, lo más difícil es encajar bien las tramas, que fluyan, que se complementen.
«Es un thriller psicológico mezclado con novela negra que te atrapa desde la primera línea»
Tu segunda novela, ‘La esperada lluvia’, se publicó por ser la ganadora del VI Premio Internacional de Narrativa Marta de Mont Marçal. ¿Dónde está el límite? Si lo hay…
Los límites siempre son mentales. Nos los imponemos nosotros mismos. Si decimos que no somos capaces de hacer algo, seguramente no lo seamos. El poder de la mente es infinito.
Eres muy activa en las redes sociales, ¿crees que es importante la promoción a través de esta plataforma hoy en día?
Soy activa porque las necesito, no porque me enamoren. Sí, son importantes y más cuando estás empezando. Es un medio para llegar al lector, para que te conozcan, para tener ‘feedback’ con las personas que te leen, para llegar a medios de comunicación.
Piensa que hoy en día se publican miles y miles de libros. No hay que desaprovechar la oportunidad de utilizar redes sociales y promocionar lo que haces.
¿Consideras las redes como un medio más para expresarte?
Es el medio por excelencia. Hoy en día se han convertido en un altavoz tanto para lo bueno como para lo malo. Las redes sociales tienen sus peligros. Pero en mi caso, las empleo con un fin muy concreto: dar a conocer mis novelas y expresarme con los textos que publico.
«Lo pienso con perspectiva y me pregunto porqué una niña con siete años pide una máquina de escribir en vez de una muñeca»
¿Cómo recibes las críticas o alabanzas que se producen a través de ellas?
Una vez que publicas algo deja de ser tuyo y todo el mundo puede opinar. Eso está claro. Otra cosa es la forma, si se hace desde el respeto y con críticas constructivas, correcto, forma parte del juego. No puedes gustar a todo el mundo, pero hay comentarios hirientes que no tienen ninguna justificación.
Recibo las críticas y alabanzas por igual, sin que me afecten demasiado. Mi objetivo siempre es mejorar y aprender, todo lo que me ayude y me aporte será bien recibido.
¿Qué escritores y escritoras son referente para ti?
Leo todo tipo de géneros, así que me gustan muchísimos escritores. Me encantan Foster Wallace, Oscar Wilde, Paul Pen, Susanna Tamaro, Mary Kubica… Ahora estoy leyendo ‘El perfume de las flores de noches’ de Lila Slimani y me está fascinando.
«Creo que la curiosidad que nace en los escritores es necesaria. Incluso intrínseca»
Valencia tiene una presencia primordial en todas tus obras. Consigues que el lector se posicione y geolocalice a la perfección. ¿Hay un trabajo real de ir a los sitios antes de escribir sobre ellos?
¡Sí! Me encanta ir a los sitios a documentarme. Ver el ambiente, respirar la atmósfera, empaparme bien de lo que sucede. En todas mis novelas sale Valencia y luego me voy moviendo. Para ‘La isla más remota del mundo’ estuve varios días en un monasterio de frailes mercedarios y la experiencia fue brutal. Creo que luego eso el lector lo nota.
Las relaciones de amistad también tienen un papel fundamental en tus libros. ¿Qué es para ti la amistad?
Ser y estar, pase lo que pase. La lealtad es primordial. Esta vida a veces es muy complicada y hay que tener buenos apoyos. No digo muchos, digo buenos. Eso es suficiente. Me gusta mostrar en mis historias este tipo de amistad leal, cómplice y única.
¿Qué consejo les darías a las personas que comienzan en esto?
Qué luchen, que sí sienten pasión por lo que hacen, sigan. El camino no es sencillo, seguramente encontrarán piedras, tempestades, pero que sigan navegando. Encontrarán su puerto. Y sobre todo que disfruten.
#AQUÍenValènciaTest
Playa o montaña: Playa.
Comida (casera) favorita: Paella y pasta.
Un libro: El retrato de Dorian Gray.
Una canción (para bailar): September.
Un color: Azul.
Un cuadro: ‘La Autómata’ de Edward Hopper.
Una ciudad para perderse: Oporto.
Nombre de tu mascota: Tango.
Viaje (pendiente): Islandia.
Un sueño por cumplir: Tener una casa frente al mar.