Entrevista > Vanessa Moltó Moncho / Concejala de Régimen Jurídico, Hacienda y Comercio (Alcoy, 15-mayo-1979)
El gobierno municipal presentaba el pasado mes de junio la liquidación del presupuesto de 2021, con un resultado positivo de 316.543 euros y una deuda por debajo del 45%. Pocas semanas antes, la corporación aprobaba las cuentas para el presente año, valoradas en más de 72 millones y donde el apartado de inversiones tiene un notable protagonismo.
La concejala de Hacienda, Vanessa Moltó, desgrana la actualidad económica del Ayuntamiento de Alcoy, y se presta a valorar las críticas vertidas por algunos partidos, que alertan de la difícil situación financiera del consistorio.
Moltó también habla de los primeros pasos en la puesta en marcha de la empresa pública, y hace balance del primer año de entrada en vigor de la ordenanza de peatonalización.
Parece que desde el gobierno municipal y desde la oposición se estén planteando dos lecturas contrapuestas de la situación económica del Ayuntamiento. ¿Cómo deben entender los ciudadanos esta disparidad de visiones?
Nosotros no decimos que la situación económica sea idílica, es evidente que tenemos un problema de tesorería. Y lo tenemos porque, si bien es cierto que estemos pagando a nuestros proveedores a nueve días, también es cierto que la gente no paga con esa premura.
Por ejemplo, el apartado de dudoso cobro, que representa las deudas que los ciudadanos mantienen con el Ayuntamiento, ha aumentado en los últimos dos años alrededor de 3,3 millones.
Ante esta situación, el Ayuntamiento está ahí en momentos de dificultad. A pesar de que no nos entre todo el dinero que debería, nosotros sí que estamos pagando como si ese dinero estuviera entrando.
Eso genera evidentemente un problema de tesorería, lo cual no significa que la administración local esté en una situación nefasta, sino que ante situaciones difíciles debe estar al servicio de sus ciudadanos.
«Nos hemos quedado cortos en la aplicación de la ordenanza de peatonalización»
¿Qué supone el incremento del IPC en la labor del Ayuntamiento?
Eso implicará que la luz, el salario de sus empleados, o la calefacción para los centros educativos públicos también subirá. En tus previsiones presupuestarias eso debe quedar reflejado, pero a pesar de la subida de impuestos, nosotros hemos decidido congelarlos.
Eso no aparece en las noticias como un gran descuento o bonificación, pero al final es una medida que tomamos para que la gente no sufra aún más.
¿Cómo ha quedado reflejada toda esta coyuntura en la liquidación del presupuesto del año pasado?
Hemos acabado con un resultado positivo. Eso quiere decir que los ingresos que nosotros presupuestamos en su día han sido suficientes para satisfacer los gastos previstos. Hay que recordar que nuestra prioridad en esos gastos ha sido la de ayudar a las personas a través de diferentes tipos de subvenciones que hemos ido convocando.
A nivel de comercio sabes que nosotros ofrecíamos unas ayudas para la apertura de negocios en el centro, y esas ayudas se ampliaron a todo Alcoy, priorizando especialmente las zonas del centro y de Batoi.
Estamos orgullosos de haber acabado con ese resultado positivo, a pesar de las acusaciones que hemos recibido donde se nos dice que teníamos unos ingresos inflados, un presupuesto irreal… El resultado es lo que al final demuestra si el presupuesto es irreal o no, porque nos indica si lo que hemos presupuestado ha sido finalmente suficiente o no para satisfacer los gastos.
A pesar de que el resultado de las cuentas es positivo, el remanente de tesorería es negativo. ¿Por qué se da esa situación?
El remanente se basa en un criterio de caja, el cual tiene en cuenta todas las situaciones de deudas de años anteriores; es decir, no solo tiene en cuenta el presupuesto que estamos cerrando.
En el remanente aparecen factores como el tema del dudoso cobro, que son derechos de ingreso que tiene reconocidos el Ayuntamiento desde hace años. Con el paso del tiempo, esas deudas de la gente se consideran ‘incobrables’ a efectos contables.
«Estamos consiguiendo pagar a nuestros proveedores a nueve días»
También se os ha acusado de guardar ‘facturas en un cajón’ por valor de más de 700.000 euros. ¿Es eso cierto?
Para empezar, las facturas en un cajón no existen. Lo que existe son operaciones pendientes de aplicar (OPA), que es un concepto reconocido en contabilidad. Si alguien habla de cantidades exactas es porque esas facturas están registradas, y por tanto no están ocultas en un cajón, a diferencia de las que sí que nos encontramos nosotros literalmente cuando entramos a gobernar.
¿Por qué se consideran operaciones pendientes de aplicar al presupuesto?
Porque esas facturas pueden presentarse hasta final de año a través de un registro electrónico, pero es comprensible que esas facturas no dé tiempo a que queden tramitadas antes de que acabe el año. Por eso muchas veces quedan pendientes de aplicar, y por tanto se pagarán en el presupuesto siguiente.
Han existido y existirán siempre, aunque es curioso que este y el pasado han sido precisamente los años en que menos OPAs hemos tenido. Intentamos enseñar a los proveedores a que nos facturen con tiempo suficiente para que podamos hacer la tramitación dentro del año.
«Las deudas que los ciudadanos mantienen con el Ayuntamiento han aumentado, pero ante situaciones difíciles hay que estar para apoyar»
En alguna ocasión has manifestado que el presupuesto de este año es muy ambicioso, a pesar de la actual coyuntura económica desfavorable. ¿Cómo es posible, si acabas de decir que ahora ingresáis menos por parte de los contribuyentes?
Pues lo hacemos tratando de conseguir al máximo posible subvenciones de otras administraciones. Me hace gracia que en un reciente pleno nos criticaban por tener una ‘gran dependencia’ de las subvenciones. Lo veían como algo negativo el hecho de que el Ayuntamiento consiga subvenciones de otras administraciones.
Una subvención no se regala, sino que requiere una planificación previa. Paradójicamente a lo que se dice que este Ayuntamiento no planifica, en caso de que eso fuera cierto, no habríamos podido conseguir las subvenciones que nos han concedido.
¿Puedes poner esa realidad en números?
En los últimos años hemos recibido alrededor de veinte millones de euros en subvenciones de otras administraciones, y solo este año conseguiremos la misma cifra aproximadamente entre las subvenciones que teníamos presupuestadas y las que están a punto de concedernos.
En definitiva, serán cuarenta millones de euros en subvenciones para nuestra ciudad. Que me diga alguien qué ayuntamiento es capaz de conseguir eso sin haber logrado una planificación previa.
Lo que algunos ven como un punto débil, nosotros lo vemos como un punto fuerte. Porque con menor presión fiscal para los vecinos de Alcoy, conseguimos más ingresos para nuestra ciudad.
«Solo municipalizaremos servicios si los podemos llegar a gestionar eficientemente»
En un reciente pleno se aprobó una modificación de crédito para amortizar préstamos. ¿A qué se debió esa medida?
Cabe reconocer que la tesorería del Ayuntamiento no está en su mejor momento, y encima se da otra situación, y es que nos encontramos que seguramente van a subir los intereses de los préstamos. Eso hace que las previsiones que tenemos de amortizaciones de préstamos, sobretodos en los que tenemos a interés variable, se vayan a ver alteradas.
Ante esa situación, este Ayuntamiento ha optado por amortizar préstamos, porque la prioridad este año es llevar a cabo todas aquellas inversiones que vienen financiadas por fondos europeos.
¿En qué punto se encuentra la puesta en marcha de la empresa pública?
Empezamos hace unos meses a dar los pasos necesarios para ponerla en marcha, pero si queremos incluir algún servicio municipal en esta empresa, debemos asegurarnos que será gestionado de manera eficiente.
Quisimos empezar con el servicio de gestión del complejo deportivo Eduardo Latorre, el cual está ahora en estudio. Mientras nuestros servicios económicos no nos den su visión favorable de que resulta más solvente gestionarlo con recursos propios, pues evidentemente no podremos incluirlo y hacer despegar la empresa.
¿Es viable que se lleguen a municipalizar servicios como el del abastecimiento de agua o el del transporte público?
Al menos para empezar no vamos a municipalizar servicios como estos. Pensamos que primero la empresa debe demostrar que sea eficiente, y que puede ser una buena herramienta. Debe ir ganando la suficiente solvencia gestionando diferentes servicios de menor envergadura.
«No conozco ninguna ciudad donde la peatonalización se haya aplicado sin polémica»
Creo que desde el área de comercio que tú diriges habéis jugado un notable papel en el impulso de la peatonalización del centro.
Sí, y de hecho puedo decirte como se empezó a fraguar la ordenanza y mi visión en este sentido. Empezamos porque muchos colectivos de la ciudad pensábamos que teníamos que darle la vuelta al centro. Teníamos casas deshabitadas, locales vacíos… A partir de ahí redactamos un proyecto con lo que debíamos hacer para revertir la situación.
Empezamos por rehabilitar calles del centro, crear ayudas, a plantear diferentes tipos de bonificaciones… Todo eso deriva en que si la meta de ese proyecto era que se abrieran 30 negocios en el centro, acabamos abriendo 52.
¿Qué valoración haces de su primer año de puesta en marcha?
Pues te diría que incluso nos quedamos cortos en su aplicación. Me hubiera gustado un proceso de peatonalización más ambicioso. También reconozco que debíamos empezar por algún lado.
Estamos hablando de una zona donde la mayoría de edificios se han rehabilitado; donde no han parado anualmente de seguir abriéndose negocios, y no solo comercios, sino también servicios.
Paralelamente, ha habido un conjunto de actuaciones que han ayudado a que haya interés en rehabilitar casas en el centro o abrir un negocio. Estamos hablando por ejemplo de la apertura del IVAM CADA, el Ágora, la oficina de comercio, el palacio de justicia… Toda una serie de actuaciones en el centro que reúnen los factores para que se pueda dar una buena peatonalización.
«Gracias a las subvenciones con menor presión fiscal para los vecinos de Alcoy, conseguimos más ingresos para nuestra ciudad»
¿Hay todavía pasos que dar?
Creo que sí. Por ejemplo aún pasa el autobús por la calle Sant Llorenç, y habría que ver si hay un transporte público más adecuado para pasar por ahí. Hay que ver también si la peatonalización se aplica a la calle Sant Nicolau.
También está previsto en las zonas de bajas emisiones el tema de los aparcamientos disuasorios de La Riba. Todavía quedan pasos por dar, y es que no conozco ningún tipo de peatonalización que haya estado exenta de crítica. No esperaba que nosotros fuéramos una excepción.
¿Entiendes las críticas que se han vertido desde ciertos sectores de la ciudadanía?
Reconozco que cambiar los hábitos no es fácil, como pueda ser por ejemplo el hecho de conducir. Sin embargo, creo que en una ciudad como Alcoy, donde las distancias son tan relativas, podemos conseguir un buen proyecto de peatonalización.
Eso sí, me hubiera gustado encontrar mayor lealtad por parte de algunos grupos de la oposición, porque en determinados momentos han cambiado su discurso. Entiendo que deba haber críticas, pero estamos hablando de una iniciativa que va en consonancia con las directrices europeas.
Por eso, lo mejor que podemos hacer es escucharnos, y llegar al mejor proceso posible para todos. No vamos a hacer nada que no se haya hecho en otras ciudades.