Los nombres bíblicos tienen su punto. María (Myriam) significa ‘estrella de mar’, en latín Stella Maris. Y Stella Maris era el nombre con el que se conocía también a la capilla que, situada en la cordillera israelí del Monte Carmelo (Har ha’Karmel, ‘monte de la viña de Dios’), entre Galilea (la actual zona norte israelí) y Samaria (Cisjordania), dedicó a la Virgen María la orden de los Carmelitas desde 1209.
Los Carmelitas, constituidos como tales desde 1247, se llamaron así por el accidente geográfico en el que asentaron. Y que la Virgen de Monte Carmelo pasase a ser la Virgen del Carmen era cuestión de tiempo.
La veneración se extendió prontamente por Europa, especialmente las marineras España y Países Bajos (donde se encuentra el antes país Holanda). En la Comunitat Valenciana se asentaron en Alicante, Valencia, la castellonense Onda y la valenciana Xàtiva.
La orden carmelita creó el culto que difundió por Europa
Entrada costera al país
¿Por qué patrona de los marineros, aparte del nombre? Nada más marino que el San Fernando de Cádiz de 1680, por entonces y hasta 1813 Villa de la Real Isla de León. Se ubica en plena bahía de Cádiz, junto al municipio titular más Chiclana de la Frontera, El Puerto de Santa María, Puerto Real y Rota. En la rada principal del tránsito humano y comercial entre Península y colonias.
El año referido será el del asentamiento de la orden carmelita en San Fernando. Con ellos, la advocación a la Virgen del Carmen se extendía entre la profesión, alcanzando incluso a Malta, Nápoles y Portugal, que adoptan su culto en 1783 (recordemos que las tres naciones estuvieron integradas en el imperio español). En España, una real orden concedió oficialidad a esta veneración mariana.
Desde San Fernando de Cádiz fue adoptada por los marineros
Orígenes de una devoción
Interrumpida su veneración durante la República, la conmemoración volvió a sus cauces, aunque en algunas localidades, para mantenerla, se adjuntó a otras, como las patronales. Esto provocó un curioso baile de fechas por estos pagos, al no celebrarse siempre el dieciséis de julio, cuando, en 1251, el carmelita inglés San Simón Stock (1165-1265) aseguró haber visto a la Virgen.
Con tales mimbres, no habrá de extrañar que las poblaciones costeras alicantinas, aquí en fecha oficial, hagan de la festividad de Nuestra Señora del Carmen día grande. Ofrendas carmelas, verbenas y celebraciones varias. Alegría a la que, como veremos, también se apuntan algunas poblaciones de interior con el agua al alma, como San Vicente del Raspeig (58.912 habitantes), donde fue nombrada patrona de hogueras y barracas.
Ha arraigado también en poblaciones interiores, como San Vicente
La línea de la costa
Será en la línea de la costa donde triunfe, entre cofradías de pescadores, la veneración a la Virgen del Carmelo. Así, en Dénia (42.953 residentes), en la barriada del Primer Grup Dels Mariners (primer grupo de marineros) se efectúan unas celebraciones, con procesión por el puerto, que en el prepandémico 2019 incluyeron estreno de sainete local. O en Xàbia (27.983), o en Calp (23.530), donde la romería sigue el cauce habitual, en barco, sobre el mar.
Como en Benidorm (69.118), cuya comitiva marinera aporta la rúbrica de la tradición a la bahía de la ciudad de los rascacielos y los parques temáticos. O en la Vila Joiosa (34.684), casi conurbada a la anterior. De nuevo, la tradicional procesión con la imagen de Nuestra Señora del Mar sobre una embarcación y decorada con flores.
Con espíritu pesquero
Recordemos que en la Vila hay otras fiestas donde el Mediterráneo ensalza, como en el Combate Naval y el Desembarco de los Moros y Cristianos, a fines de este mismo mes. Patentizan una realidad océana como la de El Campello (29.013), con lonja abierta a todo el público.
En este caso, peculiaridad: protagoniza la Virgen del Carmen las Fiestas de Verano, en torno al dieciséis, que comenzaron en los sesenta. Aunque la procesión marinera no se instaura oficialmente hasta 1975.
Esto es lo que aseguran las guías. En verdad acontece la primera celebración como tal en 1924, tras escarceos desde 1919, al crearse el pósito (cooperativa) de pescadores. Más veteranía poseen las fiestas patronales a Nuestra Señora del Carmen en la isla Tabarca, de 51 habitantes pero adscrita a Alicante ciudad (337.304). Según los legajos, quizá desde el último tercio del siglo dieciocho, al repoblar la ínsula.
Solera devocional
En Santa Pola (34.148), con romería por el puerto, aseguran que arranca la tradición a finales del siglo diecinueve, por parte del colectivo de buscadores de esponjas de mar. En todo caso, forma parte de un terceto de celebraciones marianas veraniegas que arranca con la Virgen del Cap (del cabo, en realidad la del Rosario, en junio) y culmina con la del Loreto, en septiembre.
Torrevieja (82.842), finalmente, ha convertido la procesión marítimo-terrestre (incluye muelle y bahía) a la Virgen del Carmelo en una de las celebraciones principales de un municipio pletórico de ellas. Además de devoción, jolgorio y gastronomía, es el momento de elegir a una de las reinas festeras torrevejenses, en concreto la del Mar. Desde donde llegó hace tantos siglos, desde tan lejos.