Ya están en marcha las obras de reurbanización de la calle Santa María de la Cabeza, en las que el consistorio local invertirá más de 518.000 euros, para dar solución a un problema que durante años ha ocasionado problemas tanto al vecindario como a la red de aguas.
La intervención tiene prevista la construcción de un nuevo colector de saneamiento, con el cual se renovará de forma integral la red de agua de abastecimiento y de residuales.
Renovación integral
Esta actuación está integrada dentro del ‘Plan de Modernización de Villena’ en el apartado destinado a la renovación de vías públicas y de la infraestructura urbana.
Las obras incluyen la renovación integral de toda la red de servicios como alcantarillado, abastecimiento de agua potable, alumbrado y riego. Además, está prevista la instalación de una red de reserva para energía y telecomunicaciones.
Es una actuación integral que incluye la instalación de imbornales para la recogida de aguas pluviales
Soluciones para 1.200 viviendas
Una de las principales intervenciones será la ejecución y puesta en servicio de un nuevo colector de saneamiento que servirá para el desvío del colector de la calle Férriz.
El objetivo es poder llevar a cabo el desagüe de las viviendas existentes en las calles colindantes de la parte superior de la calle, lo cual afecta a un total de 1.200 viviendas. El trazado para poder llevar a cabo el vertido del colector al emisario principal discurre por la calle Trinidad.
Gracias a una conducción de PVC de un metro de diámetro y a la construcción de cuatro grandes cámaras de hormigón armado en el tramo afectado por las obras en Rosalía de Castro, se regulará la entrada de aguas al emisario.
Esta renovación de los desagües permitirá eliminar el vertido de aguas fecales al subsuelo, los cuales pueden provocar daños estructurales en los cimientos de los bloques de viviendas de la zona y poner en riesgo su seguridad.
Esta acción está incluida en el ‘Plan de Modernización de Villena’ y contará con una inversión municipal de 518.000 euros
Problemas históricos con las aguas del subsuelo
La zona de Santa María de la Cabeza, así como sus calles contiguas (Férriz, Madrid o Rosalía de Castro) recogen muchas aguas pluviales por su localización en la parte baja del casco urbano. Las quejas vecinales son frecuentes en épocas de lluvias torrenciales que generan problemas de tránsito, circulación de vehículos o inundaciones en algunos bajos.
Para dar solución a este problema, además de la nueva red de saneamiento y abastecimiento, las obras servirán para generar una nueva red separativa de pluviales. En ella se recogerán las aguas de escorrentía gracias a la instalación de imbornales corridos a lo ancho de los viales de la calzada, aprovechando la reurbanización de la zona.
Las obras provocarán cortes del tráfico parciales y desvíos durante su período de ejecución
Episodios dantescos a evitar
Aunque finalmente todo quedó en un susto, en 2007 corrió como la pólvora una imagen de un camión hundido en mitad de la calle Trinidad junto a la Guarida de la Comparsa de Piratas. Su cabina, hundida por completo, junto a la intersección de la calle Férriz fue producto de un socavón subterráneo de tres metros de altura provocado por problemas de fugas de agua en el subsuelo.
Un capítulo que no ha sido aislado y que se suma a los problemas de inundaciones en los garajes de la Plaza de las Malvas, donde algunos vecinos tuvieron que estar durante meses recogiendo estas aguas filtradas hace más de una década.
Más recientemente se han tenido que reparar problemas de filtraciones en la calle Ferriz junto a la puerta trasera del Asilo, sin duda un problema generalizado en esta zona que los vecinos esperan ver resuelto tras la culminación de las obras.
Mejor accesibilidad y nueva imagen
La reurbanización va a ofrecer una nueva imagen de la calle con un renovado diseño en el que se sustituirán las aceras, mejorando la accesibilidad, seguridad y accesibilidad peatonal. Se ampliarán las aceras a un ancho mínimo de 1,5 metros y se construirán rampas y pasos peatonales elevados que mejoren la seguridad vial.
El proyecto comprende el reasfaltado de la calzada destinada al tráfico rodado con una anchura mínima de 3,5 metros, y la instalación de nuevas luminarias led que mejoren la visibilidad y eficiencia energética de toda el área de actuación.
La Avenida Rosalía de Castro será otra de las vías que experimente importantes cambios tras la supresión del paso a nivel. Junto a ella se abrirá una nueva área urbana que contará con zonas verdes y arbolado, derivadas del desvío de tráfico que supondrá la Ronda Suroeste que conectará la Carretera de Yecla con la autovía A-31.