Un enorme círculo rojo rodea, en los calendarios de las casas de miles de familias de toda la comarca de la Marina Baixa, el día 12 de septiembre, fecha señalada por la Conselleria de Educación para la vuelta a las aulas de los más pequeños.
Tras dos largos y calurosos meses de vacaciones, alumnos y profesores ultiman los preparativos para ese momento y las familias, que este año, además, han salido en tropel a disfrutar de unas vacaciones negadas durante la pandemia, lo hacen temiendo que la siempre costosa ‘operación retorno’ se convierta este año, por culpa de la inflación desbocada, en un imposible.
Lo cierto es que el regreso a las aulas siempre supone un momento de especial estrés para las economías familiares debido al gasto que de él se deriva, pero este año, además, ese momento coincide con un episodio inflacionista que no se veía desde hace casi cuatro décadas. Los expertos advierten ya que esa realidad económica va a propiciar un cambio en las rutinas y costumbres de muchas familias, para poder hacer frente al irremediable incremento de los gastos escolares.
Precios disparados
Nadie sabe, a falta de sólo unas semanas para que los timbres vuelvan a sonar en los patios de los distintos centros escolares comarcales, cifrar el aumento medio que deberán soportar las familias de la Marina Baixa, pero basta con echar un vistazo a las cifras macroeconómicas para hacernos una (pavorosa) idea de cómo se presenta el asunto.
Con el IPC del mes de julio ya cerrado de manera oficial rozando el 11%, se podría determinar que esa será la subida media de los gastos derivados de la vuelta al cole, pero algunos elementos como la energía hacen que el miedo entre los padres y madres sea todavía mayor.
Por un lado, la electricidad se ha disparado con subidas por encima del 49% y el combustible, indispensable para muchas familias que tienen que llevar y traer a los niños del cole, se encuentra entre un 35% (en el caso del diésel) y un 24% (en el de la gasolina) más caros que hace un año.
El aumento del precio de la alimentación también provoca una gran preocupación
Transporte y libros, las preocupaciones
Todo ello ha provocado que una reciente encuesta, realizada por la plataforma de investigación de mercados Appinio, sitúe en un 36 % las familias que consideran el desplazamiento al colegio el elemento más preocupante en esta vuelta a las aulas.
Una novedad significativa respecto a otros años, en los que los libros siempre ocuparon la primera posición en esa clasificación de preocupaciones y que en este 2022 ha caído a la segunda posición, convirtiéndose en el principal dolor de cabeza para el 27% de las familias. Por detrás, completando el podio, queda la adquisición del material escolar, que es la principal preocupación del 26% de las familias.
Cerca del 25% de las familias cuyos hijos acuden a un centro concertado o privado se han planteado cambiarlos a uno público
Reutilización y préstamos
Y no van desencaminadas las familias en lo que a sus preocupaciones se refiere ya que a los ya comentados incrementos de los combustibles hay que unir, siempre según los datos oficiales publicados por el Ministerio, las subidas de más del 23% que han experimentado los productos derivados del papel y que, por el momento, han provocado un incremento del 1,5% en el precio de los libros de texto y de casi el 2% en el resto de libros.
Ante esta realidad, las familias han comenzado ya la búsqueda de maneras de reducir esos costes. Según ese mismo estudio de mercado, casi la mitad de ellas fomentará la reutilización del material escolar, mientras que el 47% hará uso de promociones y descuentos especiales, el 32% pedirá ayudas regionales, el 31% comprará material de segunda mano y el 17% lo pedirá prestado.
Un 14% de los alumnos llevará este año una fiambrera de casa con el objetivo de ahorrar en el comedor
La comida, más cara
Respecto al comedor escolar, la mayoría del alumnado seguirá utilizando este servicio, aunque un 14% llevará una fiambrera de casa con el objetivo de ahorrar.
Aun así, ese objetivo no será fácil de conseguir si atendemos a la subida de los alimentos en un año que sitúa su tasa en el 14%, destacando en todo ello algunos productos muy demandados por las familias con niños como son la pasta (32%), la mantequilla (26%), la leche (23%), los huevos (23%), los cereales (20%), la carne de ave (16%) y las legumbres y hortalizas frescas (15%).
Empuje de la educación pública
Otra de las conclusiones a las que ha llegado esa encuesta, es que cerca de un 25% de las familias encuestadas cuyos hijos acuden a un centro educativo concertado o privado se han planteado cambiarlos este año a un colegio público.
Según el Instituto Nacional de Estadística, las matriculaciones en los centros públicos han subido en un 2,3%, para la enseñanza secundaria, en julio respecto al mismo mes de 2021; mientras que la educación primaria se ha incrementado un 2,1%, la superior un 0,8% y la infantil permanece prácticamente igual, con una variación del 0,3%.