Entrevista> Patricia Martínez / Concejala de Deportes (Alicante, 19-agosto-1980)
Este septiembre comienzan las obras de remodelación de la piscina cubierta de San Fernando tras años de infructuosos intentos a causa de inoportunos retrasos. La obra, una de las más perseguidas por el equipo de gobierno, dotará a esta vieja instalación, que cuenta con más de tres décadas de existencia, de nuevas infraestructuras adaptadas a las actuales necesidades.
La inversión total a realizar será de unos 3,2 millones de euros, sufragados en parte por el Ayuntamiento de Petrer que aportará 2,1 millones, y otra parte por la Diputación de Alicante con 1,1 millones de euros.
Después de dos años de retrasos, habéis anunciado por fin el comienzo definitivo de las obras de remodelación de la piscina cubierta para este mes.
Ha costado, sí, pero no más de lo que está costando a otros municipios sacar sus obras adelante. La empresa que se va a hacer cargo de la reforma nos ha asegurado que comenzará a partir de la segunda quincena de septiembre.
Es una de las reformas más importantes que se van a realizar en Petrer con dinero del Ayuntamiento
¿Cuál ha sido el motivo de tanto retraso?
En 2020 ya teníamos previsto empezar con las licitaciones, pero desde entonces hemos sufrido varios contratiempos. Primero fue la pandemia. El dinero que teníamos previsto aquel año, que era de cerca de un millón de euros, se destinó finalmente a paliar sus efectos.
Al año siguiente nos encontramos con la crisis de los precios en las materias primas, que encareció el presupuesto, así que el proyecto tuvo que volver a salir a licitación con el consiguiente aumento en las cantidades. Lo último ha sido la retirada de la empresa que ganó el concurso, que nos comunicó a última hora que abandonaba el proyecto.
Afortunadamente, esta segunda licitación ha sido la definitiva. La parte buena es que hemos podido disfrutar de la piscina cubierta hasta julio.
¿Qué reformas se van a llevar a cabo?
Hablamos de una obra que lo cambia todo. Se va a construir un techo nuevo y de mayor altura porque la actual cubierta está construida con amianto, que es un material que por ley hay que retirar de las instalaciones públicas. También se van a mejorar los vestuarios y se va a sustituir todo lo que es la sala de máquinas, las instalaciones eléctricas, tuberías, etc.
El vaso de la piscina se va a ampliar con dos calles más para que los usuarios puedan disponer de más espacio, y se le va a dotar de mayor profundidad en respuesta a la petición del Club de Waterpolo para que puedan realizar adecuadamente la práctica de este deporte.
Muy importante también es el tratamiento del agua, que va a dejar de ser a base de productos químicos para pasar a ser de cloración salina.
«Confío en que en septiembre de 2023 la piscina esté lista para volver a abrir sus puertas»
La piscina cubierta es una infraestructura muy importante en Petrer, que utilizan a diario docenas de usuarios, ¿cómo de necesaria era la reforma?
Llevaba ya tiempo dándonos problemas y teniendo que realizar pequeñas inversiones necesarias para su correcto funcionamiento. Es una infraestructura que cuenta con treinta años de antigüedad pero que antes de eso funcionaba como piscina descubierta, así que su intervención era una de nuestras prioridades para esta legislatura. Es una de las reformas más importantes que vamos a realizar en Petrer con capital del Ayuntamiento.
Muchos opinan que lo mejor hubiera sido construir una piscina totalmente nueva
Esa percepción la tuvimos al principio, pero los informes técnicos y de costes que nos llegaron nos decían que una piscina nueva hubiera supuesto cerca de siete u ocho millones de euros, y eso era una inversión demasiado grande que nos hubiera obligado a pedir préstamos para cubrir otras necesidades en el pueblo.
Creemos que el gasto de dos millones que va a hacer el Ayuntamiento es justo, porque vamos a contar con una piscina prácticamente nueva para utilizar otros treinta o cuarenta años más. Además, construir otra en otro lugar nos hubiera obligado a gastar un dinero extra para no dejar la actual abandonada y que se pudiera utilizar para otra cosa.
¿A ti personalmente te hubiera gustado esa posibilidad?
Yo construiría un pabellón nuevo, una piscina nueva, pistas de pádel nuevas, pistas de tenis… (risas) muchas cosas. Pero no hay que olvidar que es dinero público y hay que destinarlo a más concejalías.
Hablemos de plazos, ¿cuánto tiempo está previsto que duren las obras?
Los plazos de ejecución rondan los nueve meses, aunque ya contamos con que tengamos algún retraso. En junio o julio podría estar terminada si no pasa nada grave. Yo soy positiva y cuento con que en septiembre del año que viene estará abierta de nuevo.
«Construir una piscina nueva era inviable porque el coste se dispararía hasta los ocho millones de euros»
El cierre afectará a usuarios y clubes deportivos, ¿qué solución les habéis dado?
Afortunadamente tenemos muy cerca la piscina de Elda, donde ya están informados y van a acoger a nuestros usuarios hasta que abramos la nuestra.
Por su parte, los clubes deportivos van a utilizar la piscina de verano durante septiembre, con reserva de horas y de calles, y ya hemos hablado con una localidad cercana para que les alquilen su piscina. Nosotros les ayudaremos económicamente con los gastos que les supongan los desplazamientos, igual que hemos hecho con otros clubes en ocasiones anteriores.
¿Qué va a pasar con los trabajadores de la instalación?
Para mí son los grandes perjudicados porque tendrán que ir al paro y eso es algo que me duele especialmente, ya que no se les puede reubicar en otra parte. Por eso intentaremos abrir lo antes posible para que no estén demasiado tiempo en esa situación.