Entrevista> Javier Burrueco / Oficial jefe de la Policía Local de La Nucía
En las últimas décadas, La Nucía ha experimentado un impresionante aumento de población que, en no pocos casos, se ha fundamentado en los buenos índices de seguridad ciudadana que presenta el municipio.
Unas cifras que no son fruto de la casualidad, sino del trabajo que diariamente realizan los agentes de la Policía Local y, por supuesto, del esfuerzo realizado por tener a su disposición los mejores medios para realizar una vigilancia efectiva.
Realidad virtual
Una de las últimas novedades en este sentido es la implantación de un sistema de realidad virtual para la realización de las prácticas de tiro. De esa nueva tecnología y de otras muchas cosas habla en esta entrevista Javier Burrueco, el máximo responsable policial en La Nucía desde el año 2008.
¿En qué mejora ese nuevo sistema de prácticas de tiro basado en la realidad virtual al tradicional de la galería de tiro?
De hecho, se practica también en la propia galería de tiro. Lo que hace es complementar la actividad de entrenamiento que teníamos constituida previamente con el tiro real. Lo que ocurre es que este aporta una serie de riesgos porque, al fin y al cabo, estás disparando con fuego real. Además, se consume munición y genera un mínimo de contaminación que, aunque los locales están preparados para ello, conlleva un pequeño riesgo.
Con el tiro virtual, todos esos riesgos se evitan y, por decirlo de alguna manera, nos permite asumir un riesgo más elevado porque no existe fuego real. Podemos establecer estrategias de tiro con una serie de ejercicios que se llevan a cabo con tácticas que con munición real serían peligrosas.
«El tiro virtual nos permite asumir un riesgo más elevado porque no existe fuego real»
¿Qué es lo que se entrena en el ámbito del tiro?
Es un trabajo, digamos, instintivo. Cuando se tiene que hacer, estamos en situaciones en las que no da tiempo a pensar mucho y, por lo tanto, poder entrenar en estas condiciones se convierte en algo fundamental.
¿El lector debe imaginarse esa realidad virtual como la que vemos en las películas, es decir, que al agente se le plantean situaciones más o menos reales con buenos y malos pasando por delante de sus ojos y teniendo que decidir a quién disparar y a quién no?
En principio, es algo parecido, sí. Aparecen siluetas y otros elementos, así como determinadas posiciones en las que se debe parapetar el operador para pensar y actuar. Tiene que ser capaz de ver si lo que tiene delante es una persona a la que disparar o no. Todo esto es algo que se contempla en estos ejercicios.
Imagino que para una Policía Local en España, y más en La Nucía, una ciudad que pasa por ser estadísticamente bastante segura, las situaciones de fuego real se podrán contar con los dedos de una mano.
Afortunadamente, son muy escasas, pero eso no implica que no haya que estar preparado para cuando se produzcan. No podemos esperar a entrenar en las situaciones reales porque eso haría que no estuviéramos preparados.
La policía debe estar preparada para lo peor. Para esas situaciones en las que debemos protegernos a nosotros mismos o al ciudadano que está en cualquier escenario que nos podamos imaginar. Como decías antes, esas cosas que se ven en las películas.
«No podemos esperar a entrenar en las situaciones reales porque eso haría que no estuviéramos preparados»
Hablando de los índices de seguridad, las últimas cifras conocidas reflejan una realidad local y comarcal bastante positiva.
En breve se tendrá que convocar la Junta Local de Seguridad y es ahí donde se establece la coordinación entre las distintas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que operan en La Nucía, y se publicarán los resultados del presente periodo.
Es un dato que debe de dar la Guardia Civil, pero, como dices, las de La Nucía suelen ser cifras mejores que las del entorno por las medidas de seguridad que tiene implementadas el municipio, como son el sistema de videovigilancia y la disposición de las patrullas.
A la espera de ese dato definitivo y basándose en la cantidad de informes y partes que llegan a su mesa, ¿qué sensación tiene en cuanto al verano de 2022 en comparación con el de 2019, el último previo a la pandemia?
Creo que estamos por debajo a 2019. Obviamente, está habiendo muchas incidencias si lo comparamos con el año pasado y el anterior, pero en lo que son situaciones que se pueden relacionar directamente con la seguridad ciudadana, seguimos en una situación muy tranquila.
Ha hecho usted referencia a los sistemas de apoyo con los que cuentan y creo que el más conocido por todos es el de la videovigilancia, renovadas en 2019. Déjeme ejercer de abogado del Diablo: ¿entiende, aunque sea en parte, las críticas que parte de la sociedad hace de este tipo de recursos por lo que a la intromisión en la privacidad suponen?
Creo que ese debate, realmente, no existe. Más bien, me inclino a pensar que se da el efecto contrario. Lo que suelen pedir los vecinos es la instalación de más cámaras en los entornos donde viven, porque les da una mayor sensación de seguridad.
El sistema ya instalado ha dado esa sensación y, por lo tanto, lo que pide la gente es que se instalen más.
¿Las cifras corroboran esa sensación?
Hemos hecho estudios al respecto. Yo mismo, justo antes de la pandemia, hice uno como trabajo final de Master. La hipótesis de partida era conocer si las cámaras generan el desplazamiento del delito a zonas no vigiladas o generan difusión de beneficios, y el resultado es que lo que provocan es esa difusión de los beneficios.
«Los vecinos piden la instalación de más cámaras en los entornos donde viven porque les da una mayor sensación de seguridad»
¿Por qué?
Como el lugar exacto en el que están posicionadas no está señalizado, generan sensación de seguridad en todo el entorno. Tanto en el lugar donde están como en sus alrededores. Y todo, porque, como digo, la gente no conoce el lugar exacto donde están y tampoco el que pretende delinquir.
Todo ello hace que las encuestas de victimología realizadas muestren que los vecinos sienten esa seguridad incluso en las zonas donde no hay, y todo por esa difusión de beneficios.
Con lo que me ha dicho, me surge la duda de si un sistema de vigilancia como el de La Nucía cumple más una función preventiva o reactiva.
Es preventivo, pero es cierto que ayuda a resolver casos. Sobre todo, a nivel de tráfico, que es su finalidad principal; pero también administrativo en el ámbito de la reclamación patrimonial de los bienes del Ayuntamiento, algo que se puede proteger mejor cuando hay accidentes o pequeñas incidencias ya que se puede identificar al autor.
Así mismo, en el ámbito de la investigación de delitos, el año pasado se aprobó la Ley 7/2021 de la Protección de Datos en el ámbito de la investigación penal que habilita más si cabe la investigación por estos medios, ampliando el soporte de grabación a tres meses. Jurídicamente se nos ha mejorado la situación para hacer un mayor y mejor uso de este recurso.
Me comentaba antes algo que me ha llamado la atención. Me hablaba de la disposición de las patrullas. Sin dar muchas pistas a los malos, ¿a qué se refiere?
Sobre todo, a la buena coordinación que tenemos con la Guardia Civil. Existe una buena comunicación para, sobre la tipología de llamadas que recibimos, establecer estrategias preventivas de control en los lugares donde se producen los hechos.
Primero, para ser reactivos y, por otro lado, para generar la sensación de seguridad en el ciudadano.
«El papel de las cámaras es preventivo, pero es cierto que ayuda a resolver casos»
Otra de las grandes apuestas que han hecho en los últimos años es la del uso de drones.
Es una unidad que apoya a las cámaras de videovigilancia y que también se utiliza para cuestiones relacionadas con el medioambiente, prevención de incendios, inundaciones…
Una tecnología muy nueva que ha requerido de un encaje legal ad hoc.
Dentro de las funciones propias de la Policía existe un reglamento específico del uso del dron en el Ayuntamiento de La Nucía. Tenemos los planes de vuelo establecidos conforme el asesoramiento aeronáutico que corresponde. Es una herramienta muy potente.
«De momento, no tenemos conocimiento de que en La Nucía se hayan producido casos de sumisión química»
Y supone, no cabe duda, una enorme ventaja, porque hasta hace diez o quince años la única forma de tener una unidad aérea pasaba por tener un carísimo helicóptero y todo lo que ello implica.
Claro. Es una equipación muy básica en el sentido de que permite el desplazamiento con un coche patrulla ordinario. Va todo en un maletín y dispone de un visor que permite hacer imágenes con medición de temperatura, lo que ayuda a que a determinadas horas del día o durante la noche tengamos acceso a una serie de informaciones que otros medios no te pueden dar. La cámara térmica es una herramienta que hoy en día nos da mucha ventaja.
Por desgracia, en La Nucía tienen ustedes experiencia en incendios importantes. Ahora, y toquemos madera, hace ya bastantes años que en la zona no se ha producido un fuego de envergadura. ¿Se puede asegurar ya que gracias al uso del dron y la rápida intervención que permite se ha evitado la propagación de algún conato?
No sólo con el dron, sino también con las cámaras de tráfico, que en ocasiones nos han permitido visualizar espacios alejados. Pero, desde luego, en días de preemergencia en los que existe un riesgo alto, volamos el dron de manera preventiva.
«La del dron es una unidad que apoya a las cámaras de videovigilancia y que también se utiliza para cuestiones relacionadas con el medioambiente»
¿Dispone la Policía Local de La Nucía de alguna unidad específica o especial para los casos de violencia de género?
Sí. El Ayuntamiento dispone de una unidad de violencia de género a la que, desde el año pasado, se unió la figura del agente-tutor, que complementa las dos actuaciones que, en ocasiones, está relacionada ya que, en algunos casos, hay conflictos familiares que trascienden a los hijos.
También tenemos firmado, desde 2008, un convenio para poder hacer el seguimiento de las víctimas activas en coordinación con la Guardia Civil.
¿Cómo están actuando en relación a los cada vez más numerosos casos de sumisión química que se han puesto tan de moda este verano? ¿Es algo que recae en esa unidad de violencia de género?
De momento no tenemos conocimiento de que en La Nucía se hayan producido este tipo de casos. Tampoco durante las recientes fiestas locales. También es cierto que aquí no tenemos una actividad como, por ejemplo, puede haber en Benidorm, donde existe mucho ocio nocturno. Por lo tanto, es más improbable que se produzca.
Con todo, podría darse el caso y, de hecho, nuestras patrullas cuentan ya con la información necesaria y conocemos los últimos protocolos implementados ante este tipo de situaciones y, en caso de producirse, como dices, se trataría desde la unidad de violencia de género.