El Ayuntamiento ha intensificado la limpieza de los distintos barrancos, cunetas e imbornales del término municipal ante la previsión de posibles lluvias torrenciales en las próximas semanas. El concejal de Mantenimiento del Espacio Público, Limpieza y Gestión del Ciclo del Agua, Héctor Díez, ha informado esta mañana que Elche se encuentra inmersa desde finales de agosto en la puesta a punto de sus elementos de desagüe, y que la campaña se prolongará durante todo el mes de septiembre para tener los mecanismos de drenaje del término municipal en perfectas condiciones con la retirada de residuos sólidos orgánicos e inorgánicos para facilitar la correcta evacuación de las aguas pluviales.
Díez ha explicado que una veintena de operarios de la Concejalía de Mantenimiento, de la UTE Elche y de Aigües d’Elx se encuentran trabajando en ello. Específicamente, ha detallado que el personal y las retroexcavadoras de la Concejalía se están encargando de la limpieza de intersecciones de caminos y carreteras, del cauce del Vinalopó y de los barrancos que cruzan la localidad: los de San Antón, Barbasena, Los Arcos y de Manchón. “El Ayuntamiento renueva anualmente los permisos con las confederaciones para poder intervenir en ellos”, ha señalado Díez, para evitar obstrucciones y posibles riadas.
Por otro lado, la labor de la UTE Elche se está centrando de los mecanismos de desagüe y cunetas de las principales vías de circulación del casco urbano, como las rondas Este y Oeste, la antigua circunvalación Sur, la calle Pedro Juan Perpiñán u otra. Díez ha destacado que estas labores se dan especialmente en el sur de la ciudad porque es donde se dirigen las aguas de todo el casco urbano durante los episodios de fuertes lluvias, por lo que “las cunetas y los desagües de las carreteras deben estar perfectamente limpios para que no haya escollos y estos puedan trabajar al máximo de su capacidad”.
En cuanto a la empresa mixta Aiguës d’Elx, está enfocando su esfuerzo en los 10.781 imbornales con los que cuenta el municipio, y cuya totalidad se limpian cada seis meses “priorizándose aquellas áreas de mayor encharcamiento”, ha agregado Díez.
El edil ha recordado que septiembre, octubre y noviembre son meses borrascosos en el municipio, y que las precipitaciones tienden a prolongarse en el tiempo y a comenzar más tardíamente que antaño. “Desde luego, deseo que no se produzcan estos fenómenos tormentosos, ya que no acaban siendo de provecho para absolutamente nadie”, ha concluido.