El aguilucho cenizo (Circus pygargus) ha sido elegida ave del año por la organización conservacionista SEO/Birdlife entre un total de 33 especies. Esta ave rapaz migratoria, muy habituada a los ecosistemas agrarios, de los que depende para sobrevivir, representa muy bien, según la organización conservacionista, el valor ecológico de las grandes extensiones de cereales en las que habita, pues existen pocas rapaces que están tan ligadas a las actividades humanas.
Estas aves viven en África en los meses de invierno, aunque regresa a la península Ibérica durante el verano. Su población oscila entre unas 4.269-5.360 parejas reproductoras, según el último censo realizado por SEO/BirdLife, lo que supone un declive de entre el 23% y el 27% en 10 años. La intensificación de la agricultura, los plaguicidas, las cosechas tempranas y el aumento de los cultivos leñosos, así como la eliminación de senderos y barbechos, afectan negativamente a esta especie, catalogada como ‘vulnerable’ en el Libro Rojo de Aves de España.
El aguilucho cenizo está ligada principalmente a ambientes agrícolas, de los que depende para sobrevivir.
El aguilucho cenizo ha sido elegido tras un proceso de votación abierta y participativa, por 3.187 votos, seguido del alimoche común con 2.355 votos y la ganga ibérica con 2.105 votos. Las tres candidatas de esta edición se encuentran amenazadas, por lo que su visibilización podría servir para concienciar a la población sobre la importancia de proteger esta y otras especies aviares.
La clave, la conservación de los campos de cultivo
“A través de esta especie vamos a concienciar a la a los políticos, a los agricultores y a la ciudadanía en general de la importancia de conservar nuestros campos con vida. Para el aguilucho cenizo es necesario encontrar soluciones conjuntas que eviten la destrucción de nidos durante la época de siega y aseguren el mantenimiento y apoyo a los sistemas de explotación agrícolas más respetuosos con la biodiversidad. Debemos garantizar políticas y ayudas que conserven a los aguiluchos y a los agricultores que los tienen en sus tierras”, asegura Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. El mensaje que nos lanza el aguilucho cenizo es que no basta con proteger, hace falta actuar para conservar. Y que conservar es una oportunidad para asegurar el futuro de las comunidades locales que viven en, de y por el campo”, concluye la investigadora.