El hallazgo de varios ejemplares de Glaucus Atlanticus, más conocido como el extraño dragón azul, en las aguas de las costas de Alicante ha despertado asombro y curiosidad por todo el país. Y es que esta especie llevaba más de tres siglos sin dejar verse por el Mar Mediterráneo.
La también llamada mariposa de mar fue vista en Orihuela, Torrevieja y Guadamar durante el verano de 2021, aunque ha trascendido ahora el descubrimiento debido a su consiguiente documentación. La sorpresa ha sido más que inesperada puesto a que su última aparición data del año 1705.
Pese a que parecen un animal de lo más exótico, lo cierto es que son de lo más comunes, puesto que son característicos de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, por lo que resulta bastante inusual encontrárselos en aguas más cálidas y calmadas, como lo son las del Mediterráneo.
«Es un hallazgo extraordinario que acrecienta el halo de misterio sobre la presencia en nuestras costas de este pequeño invertebrado marino», explican los expertos de las revistas científicas ‘Mediterranean Marine Science ‘ y ‘Quercus’.
Esta especie tan peculiar de invertebrado marino se alimenta de medusas, especialmente de la temida carabela portuguesa, muy conocida por su peligrosidad y, debido a esta ‘dieta’, es un animal que puede ser muy perjudicial para el ser humano al albergar en su estómago sustancias químicas que se transforman en veneno y llegar a ser urticantes.
Pese a sus evidentes riesgos, lo cierto es que el ser humano solo puede sentir admiración hacia este animal por sus vistosos y coloridos rasgos y su pequeño tamaño -de en torno a 3 y 4 centímetros-, de ahí su nombre de ‘dragón azul’ y ‘mariposa de mar’.
Los especialistas advierten de que son erróneamente percibidos como los nudibranquios o babosas de mar más venenosos del mundo por su dieta y por concentrar en su organismo estas células que provocan con el contacto humano una urticaria cutánea grave, que no llega a ser mortal.