Reducir los procesos de evaluación ambiental que valoran el impacto de las energías renovables podría conllevar pérdida de biodiversidad en Europa. Este es uno de los mensajes de alerta de un estudio realizado por investigadores españoles, entre los que se encuentran dos expertos del Área de Ecología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. El trabajo concluye que la regresión de la normativa ambiental de la Unión Europea no está justificada, al no haber tenido en cuenta otros valores existentes como el impacto ecológico.
Según explica el investigador de la UMH Juan Manuel Pérez García, “la comunidad científica quiere expresar su preocupación por los recientes cambios en la normativa ambiental de la Unión Europea que fomenta la producción de energía renovable, ya que podrían tener un impacto negativo en la conservación de la biodiversidad”. En el estudio, los investigadores reconocen que la transición a un modelo de producción de energía renovable es fundamental para reducir el uso de combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, apuntan que, para acelerar la implantación de estas energías, la Unión Europea ha aprobado en el último año varias directivas como parte del plan REPowerEU que podrían tener consecuencias negativas para el medio ambiente.
El trabajo, publicado en la revista Conservation Letters, una de las más influyentes del mundo en el desarrollo de políticas medioambientales y en Biología de la Conservación, detalla que una de las medidas incluidas en la nueva legislación europea es la reducción y simplificación de trámites administrativos y la eliminación de órganos de control en los procesos de evaluación ambiental. “Desafortunadamente”, explica el investigador de la UMH, “el desarrollo masivo de instalaciones de energías renovables, principalmente eólicos y fotovoltaicas, sin una correcta planificación de la ubicación de las mismas, podría conllevar un impacto desproporcionado en la biodiversidad que pondría poner en peligro multitud de especies y ecosistemas ya amenazados por otras actividades humanas”.
Dado que la lucha contra el cambio climático no puede convertirse en uno de los principales motivos de pérdida de biodiversidad, los investigadores hacen un llamamiento a todos los actores involucrados, incluyendo científicos, gestores, promotores y sociedad civil, a establecer un diálogo basado en la evidencia sobre dónde y cómo se deben implementar las energías renovables.
Además del profesor Pérez García, en el estudio han colaborado el catedrático de Ecología de la UMH José Antonio Sánchez Zapata, el investigador del Centro Territorial CIEDA-CIEMAT Carlos Javier Durá Alemañ, el investigador de la Universidad de Granada Marcos Moleón y el investigador de la Estación Biológica de Doñana David Serrano. Todos ellos afirman que la modificación de la Directiva de energías renovables crearía una importante inseguridad jurídica y conflictos internos entre las leyes de la UE, ya que implica modificar leyes ya consolidadas, como las directivas que regulan conservación de los hábitats naturales y de la fauna silvestre y flora o los procesos de evaluación de impacto ambiental.