María Luisa Pérez / Pintora
María Luisa Pérez (Alcoy, 1-julio-1945) es una prolífica artista, nacida en el barrio del Viaducto de Alcoy, que ha basado su pintura en la naturaleza y el cuerpo humano, siempre con éxito. “Algunos de mis cuadros están repartidos por toda Europa”, sostiene.
Cuenta con una dilatada carrera, “en la que he disfrutado mucho”, tras formarse en la Escuela de Bellas Artes de València a finales de los sesenta. Después ejerció a lo largo de muchos años de profesora en la valenciana Universidad Politécnica -también en Alicante-, sin dejar de pintar y exponer sus obras.
Instalada ya hace décadas en València, siente muy cercano su municipio de Alcoy y sus raíces, como evidencian algunos de sus libros. Recuerda también con orgullo cómo fue su juventud, tan inusual y extraordinaria, “porque era muy poco habitual que una chica tan joven marchara a València a estudiar Bellas Artes”.
¿Dónde inicia su formación?
El ayuntamiento de Alcoy abrió una escuela centrada en arte, con excelentes medios y profesores, que me permitió formarme para entrar en la Escuela de Bellas Artes de València, que era un examen muy complicado en esos momentos.
Recordemos que entonces únicamente había cuatro Escuelas de Bellas Artes en toda España -Madrid, Barcelona, València y Sevilla- y su ingreso era muy exigente.
¿Su gusto por la pintura procede de su infancia?
Sí, mi padre ya era cartelista y pintor. Lo viví siempre en mi casa y cuando acudí a mis primeras exposiciones de pintura me dije a mí misma, “yo tengo que dedicarme a esto”. Afortunadamente, toda mi vida la he dedicado a la pintura. De hecho, los gastos de mi carrera ya me los pagué pintando.
Se especializa después, ya en València, en Pintura y Grabado.
La escuela tenía, como carreras de cinco años, Pintura y Escultura. Pero a partir de tercero, se podía optar por el Grabado y la Restauración. Yo hice Grabado, que eran tres años.
«Cuando comencé únicamente había cuatro Escuelas de Bellas Artes en España y era muy complicado su ingreso»
Pinta sobre todo naturaleza y el cuerpo humano.
Cuando estuve de profesora en la universidad, una de las asignaturas más importantes era la de Dibujo al Natural, es decir, sobre un modelo que está posando.
Seguidamente, estuve trabajando principalmente la figura humana y la naturaleza -paisajes, jardines o bosques-, y mis exposiciones se han centrado en estos dos temas.
Antes se vendía mucha pintura, principalmente al público extranjero.
Décadas atrás, en los ochenta y noventa, trabajaba en una galería ubicada en Xàbia y allí, en verano, se llena de turistas extranjeros, que apreciaban muchísimo nuestra pintura.
Los centroeuropeos tienen otra cultura, muy superior a la nuestra, y están más formados. Eran personas a las que les encantaban mis cuadros, que siempre han tenido mucho color: eso les llamaba mucho la atención frente a sus países, mucho más tristes.
¿Cuándo baja este boyante negocio?
A inicios del presente siglo. Ahora, tras la pandemia, se vende poquísimo. A las personas que tienen gusto por el arte les agrada seguir teniendo obras en su casa, pero nada que ver con aquellos años.
Fue muchos años profesora de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de València.
Finalicé mis estudios en 1968 y ese mismo año, tres meses después, comenzaba como profesora de Arquitectura Superior. Fue un salto tremendo en mi carrera profesional.
Decidieron que la asignatura de Dibujo Artístico la dieran antiguos alumnos de Bellas Artes y fui una de las elegidas. Estuve dando clases hasta 2010.
«Mis numerosas obras se han centrado principalmente en dos aspectos: la naturaleza y el cuerpo humano»
En su obra también nos encontramos con libros, catálogos…
Realmente he disfrutado mucho a lo largo de mi vida artística. Mis libros han sido de poemas -‘Palabras en el vacío’ o ‘Instantes de silencio’-, sobre recuerdos de Alcoy o relatos de mujeres.
¿Cómo han cambiado las exposiciones de arte?
Mucho, antes se centraban en pintura, dibujos y escultura, mientras ahora existen numerosos soportes diferentes, con avances y tecnología. Sigue habiendo pintura, pero ya no está en un primer plano.
Ahora presenta ‘Natura’, en València, ¿en qué consiste?
Se trata de una colección compuesta por diecinueve cuadros divididos en trece pinturas al óleo sobre lienzo y seis dibujos en lápiz grafito. No son obras recientes, sino que pertenecen a los últimos años del siglo XX y principios del presente.
Mi objetivo al iniciar la exposición era venderlos todos, pero, como dije anteriormente, el mercado está muy complicado.