Entrevista> Ana Nieto Fuentes / Tesorera de la Associació Artesanes del Fil (La Carolina, Jaén, 1-octubre-1952)
Vivimos en una época donde todo está industrializado, se fabrica la moda en serie para ganar tiempo y economizar gastos. Tal vez este sea el motivo por el que las prendas de ganchillo (ahora conocido como crochet) están subiéndose a las pasarelas de todo el mundo cada temporada, y todos queremos contar con ellas, aportando un plus de individualidad y sofisticación a nuestro armario.
Ana Nieto lleva 42 años viviendo en Guardamar y es miembro de la Associació Artesanes del Fil desde que se creó. Ella enseña y ayuda en sus clases a que todos los participantes realicen sus proyectos en ganchillo y, desde este periódico, hemos contactado con ella para conocer mejor esta actividad artesanal que está tan de moda y cada vez más extendida.
¿Cuándo aprendió a tejer ganchillo?
Ya empecé a hacer ganchillo tarde. Yo ya estaba en la asociación, hacía bolillos y otro tipo de labores. Como solemos hacer de vez en cuando, vamos a encuentros y hacemos excursiones relacionadas con la artesanía en hilo, a ver los trabajos que hacen otras asociaciones y a coger ideas.
En una de ellas me quedé prendada de un bolso tejido con las chapas de abrir la cerveza u otros botes, y me interesé en cómo lo había hecho aquella mujer. Resulta que se hacía con punto cadeneta en ganchillo, y me dejó el bolso para que me sirviera de guía para intentar hacerlo. Ese fue el motivo que me hizo aprender ganchillo, hace más o menos unos veinte años.
«Este verano hubo muchos veraneantes que se sentaron a tejer con nosotros en ‘Ganchillo a la fresca’»
Se asocia el ganchillo a un hobby de abuelas, ¿lo ve usted así?
Para nada, es un hobby o actividad que atrae a muchísima gente, y ofrece tantas posibilidades creativas que puedes hacer prácticamente de todo: chaquetas, bufandas, fundas para el móvil, bikinis, mantas…
En la asociación, el año pasado eran aproximadamente 30 o 35 personas las que venían a hacer ganchillo con nosotros, y la edad oscilaba entre los cuarenta y los ochenta años.
Hacer ganchillo tiene muchos beneficios: se trabaja la motricidad, la concentración, es un hobby relajante… ¿Qué le aporta personalmente?
Personalmente me relaja muchísimo y yo siempre estoy haciendo labores, no puedo estarme quieta, incluso en los trayectos en el coche voy con mis agujas y mis hilos tejiendo.
Es una actividad muy beneficiosa para la mente y para mantenerse ágil, y diría que, además, formar parte de una asociación como la nuestra, aporta muy bonitas experiencias en grupo, ayudan a sociabilizar, a conocer nuevos lugares y enriquece tu salud física y emocional.
«En las clases de ganchillo cada uno teje lo que quiere, estamos abiertos a cualquier petición»
¿Ha notado en los últimos años un incremento en la gente que se interesa por aprender ganchillo?
Sí, cada vez se une más gente a nuestras clases. De hecho, este verano, en los talleres que organizamos con el nombre ‘Ganchillo a la fresca’ y que realizamos en el parque Reina Sofía un par de tardes a la semana, han participado muchos veraneantes, gente que viene a disfrutar de sus vacaciones en Guardamar; nos veían y se sentaban a tejer ganchillo con nosotros.
¿Qué piezas suelen coser en esos talleres?
Como cualquiera puede venir a tejer con nosotros, solemos realizar un proyecto grande, pero que se va cosiendo por pequeñas piezas que luego unimos. El año pasado realizamos un toldo de ganchillo que se puso en la plaza de la Constitución por las fiestas de la Virgen del Rosario, y este año se ha puesto en el parque Reina Sofía con motivo de la Trobada d’Encaixeres.
Este verano hemos tejido un árbol de Navidad de ganchillo para que luzca estas navidades en algún lugar del pueblo que aún no se ha decidido, pero va a quedar precioso.
¿Cree que el ganchillo está de moda?
Diría que sí, están muy de moda los vestidos, chaquetas, bolsos de ganchillo… y tejerlos tú misma te da una libertad creativa total en los colores, la forma o el punto.
«Es una actividad muy beneficiosa para la mente y para mantenerse ágil»
¿Cuáles son las piezas más difíciles o elaboradas que han tejido allí?
En las clases solemos hacer mantitas y trajecitos para bebés, bufandas, gorros, chaquetas… cosas sencillitas, pero estamos abiertos a cualquier petición.
Cada uno teje en las clases lo que quiere, puede venir una señora que va a ser abuela y quiere tejer algo para el bebé como otra que quiere un bolso moderno o un vestido. Las posibilidades que ofrece el ganchillo son inmensas.
¿Puede unirse alguien sin conocimientos de tejer ganchillo?
Por supuesto, tenemos alumnos de todos los niveles, algunos llevan mucho tiempo con nosotros y, cada año, se une algún miembro más que viene a tejer en compañía o a aprender ganchillo, con muchas ganas de empezar a ver resultados y piezas hechas por él mismo, es muy gratificante.