Entrevista > Ignacio Domènech / Diseñador gráfico y director de arte (Alcoy, 12-agosto-1988)
Ignacio Domènech es una persona sumamente dinámica, tanto en su profesión -diseñador gráfico y director de arte- como en sus aficiones. De hecho, sus inquietudes van mucho más allá, principalmente centradas en los fogones y la gastronomía, que comenzó a cultivar durante un breve periodo en San Sebastián.
Después, tras ganar el premio al mejor cartel de San Fermín 2014, se apuntó a la Escuela de Hostelería de Karlos Arguiñano en Zarautz (Guipúzcoa). Tuvo incluso un periplo foráneo, trabajando como camarero en Stratford-upon-Avon, el pueblo donde siglos atrás había nacido William Shakespeare, y como cocinero en un hotel de lujo de Dublín.
Diseño vs Cocina
Su periodo en la capital irlandesa supuso un punto de inflexión y decidió regresar a nuestro municipio, aunque apenas tres meses después fue contratado por un grupo de colegios internacionales, con sede en Madrid, donde reside desde 2017.
Fiel a su espíritu emprendedor, hace un año inauguró un canal en el que realiza sencillas recetas de la cocina tradicional española. “Muchos pensaron que iba a dejar el diseño por la cocina, pero se trata de un crecimiento personal”, sostiene.
Ilustrador, diseñador, director de arte… ¿Cómo te defines?
Principalmente diseñador gráfico e ilustrador, que son los campos que más he tocado en mi vida. En diseño no estoy especializado en una cosa, sino que hago muchas, como editorial, catálogo de libros, edición de vídeos…
«Viví un año en San Sebastián, me fascinó su gastronomía y quise también dedicarme a ello»
¿Te formaste en Barcelona?
Exacto, en la escuela de diseño y arte ‘Eina’, entre 2006 y 2010. Después me quedé cuatro años más en la capital catalana, ya trabajando principalmente en el colegio La Salle Bonanova, en la parte alta de la ciudad.
También te apasiona la gastronomía.
Durante el año que estuve viviendo en San Sebastián su cocina me marcó, me fascinó. Seguidamente, en 2014 tuve la fortuna de que un cartel que diseñé ganó el concurso en San Fermín, y con el dinero decidí hacer una pausa para dedicarme a otra de mis pasiones: la gastronomía.
Y conociste a Karlos Arguiñano.
Me apunté a su escuela de hostelería, en Zarautz, junto a la playa. A lo largo de dos años por las mañanas estudiaba, y por las tardes y fines de semana trabajaba como cocinero en un restaurante. Karlos no daba las clases, pero pasaba por allí todos los días. Es una persona que se lo ha currado todo mucho y me pareció muy campechano, como se dice.
«No por hacer un diseño recargado tiene que ser mejor que uno más simple»
¿Tus virtudes son el talento y la creatividad?
En todos los ámbitos; por ejemplo, también cuando tienes que diseñar un plato (colores, formas, proporciones…).
¿Cómo es tu estilo a la hora de diseñar?
Mis ilustraciones siempre se han caracterizado por un estilo muy minimalista, porque como decía el arquitecto y diseñador Ludwig Mies van der Rohe “menos es más”, frase que aplico para todo.
Es decir, no por hacer un diseño más recargado va a ser mejor que uno más simple.
Ahora estás en Madrid.
Después de un periplo de dos años por las islas (Inglaterra e Irlanda), regresé a Alcoy y a los tres meses me surgió trabajo en la capital, donde llevo casi siete años.
Trabajo para un grupo de colegios internacionales, llamado Globeducate, llevando el diseño de los quince centros que hay en España.
«Estoy muy vinculado a Alcoy, porque están mi familia y amigos, y pertenezco a la filà Guzmanes»
¿Cuáles son tus funciones específicas?
Diseño los logos, realizo las renovaciones digitales y acudo a los colegios -acompañado por un fotógrafo- para hacer instantáneas a las instalaciones o a los niños, que aplico en otros diseños, campañas digitales o catálogos.
Mi idea inicial era estar dos o tres años, porque Madrid es una ciudad excesivamente grande, pero sinceramente estoy muy cómodo en esta empresa. De hecho, es en la que más he estado.
¿Tienes en marcha otros proyectos?
El de cocina en las redes sociales, que me gustaría ampliar. Hace unos años sí combinaba mi trabajo con ser ‘freelance’, pero ahora mismo es imposible con la carga de trabajo que tengo.
No obstante, en algún momento de mi vida sí me agradaría montar mi propio estudio para hacer diseños gráficos aplicados siempre a la gastronomía.
¿Estás muy vinculado a Alcoy?
Mucho. Toda mi familia y la mayor parte de mis amigos son de allí. Es una pena, pero por tiempo no puedo ir todo lo que quisiera. Sí que acudo siempre en fechas señaladas -Semana Santa y Navidad- y, por supuesto, en Fiestas de Moros y Cristianos. De hecho, pertenezco a la filà Guzmanes y me visto todos los años.
También realicé el cartel anunciador de la Cabalgata de Reyes (2012), el de la revista de fiestas (2018) y el de la Virgen de los Lirios (2021).