Entrevista > Arantxa Comes Pelufo / Escritora (València, 31-octubre-1991)
La escritora Arantxa Comes nacida en València “sólo porque en Alzira -su ciudad natal- no tenía hospital” acaba de publicar ‘Sugar. La muerte nunca fue tan dulce’ (Alfaguara), un “thriller trepidante y adictivo ubicado en un internado privado (en València) para niños ricos”.
Arantxa se define para AQUÍ en València como “escritora a tiempo completo y autora, hasta la fecha, de ocho novelas publicadas y muchas otras guardadas en un cajón. Esto a nivel profesional, claro. A nivel personal me encanta ver pelis de tiburones, el café solo sin azúcar y fotografiar atardeceres, entre otras cosas”.
¿Qué otro adjetivo, que te defina, añadirías a la lista?
Creativa. El arte siempre me ha atraído en todas sus formas y he practicado muchas disciplinas artísticas, porque todas me fascinan como medios para entretenerse, conocerse a una misma, transmitir algo y crecer como ser humano. El dibujo, tocar la guitarra, la interpretación, la fotografía… Solo son unas cuantas de todas ellas.
¿Cómo comenzaste en el mundo de la escritura?
Con doce años. Aquel verano, una amiga me animó a escribir mi primera novela. Yo ya era una lectora empedernida, pero nunca se me había pasado por la cabeza que, quizá, yo también podía escribir una historia y aspirar a ser escritora profesional. Una libreta, un bolígrafo, tres meses y mi imaginación. Lo único que me hizo falta para empezar y acabar mi primera novela.
«Romance, dramas, amistad, misterio, fiestas, muertes y traiciones alrededor de una incógnita: ¿quién es el asesino?»
¿Cuál es la parte más complicada del proceso? Pensar la historia, armar los personajes…
Sin duda, escribir el comienzo. Aunque sepa qué va a ocurrir, quiénes son los personajes… En realidad, no conozco nada en profundidad hasta que no me pongo a escribir. Ahí es cuando descubro totalmente cómo es todo, y los primeros capítulos siempre se me resisten justo por esa adaptación a unos nuevos personajes, un nuevo ritmo, una nueva trama.
¿Y la que más te gusta o resulta más fácil llevar a cabo?
Pensar en la historia, porque es el punto del proceso donde mi imaginación funciona sin límites en cada uno de los aspectos a desarrollar. Me encanta ver cómo todo va tomando forma y encajando, como si esa historia siempre hubiera estado en mí y yo fuera descubriéndola fragmento a fragmento.
¿Qué encontrarán los lectores en ‘Sugar. La muerte nunca fue tan dulce’?
Un thriller trepidante y adictivo ubicado en un internado privado para niños ricos. Mucho romance, dramas personales y familiares, amistad, misterio, fiestas, muertes y traiciones alrededor de una incógnita: ¿quién es el asesino?
«Es un hecho histórico que las mujeres escribimos todo tipo de historias, pero el problema es que la brecha de género todavía existe»
¿Tiene esta novela más de juvenil o de thriller?
Tiene de ambas. Es thriller porque hay víctimas, investigaciones policiales, acusaciones de asesinato y personajes guardando oscuros secretos que detonan la trama a medida que se destapan. Y también está destinada a un público juvenil, porque sus personajes son jóvenes enfrentándose, no solo a la truculenta situación en la que se encuentran, sino también a la adolescencia.
¿Crees que existe cierto prejuicio ante la lectura de literatura juvenil?
Sí, y más del que cabría esperar. Algunos sectores de la sociedad todavía la desprecian y la relegan de tal forma que desaparece de muchos espacios.
A mí me han preguntado más de una vez cuándo voy a escribir “literatura de verdad”. Ya la escribo, y seguiré escribiendo para un público juvenil, aunque, en realidad y por suerte, los libros no tengan edad. Cualquiera puede disfrutar de una buena historia, da igual a quién esté dirigida desde un punto de vista comercial.
¿Son el ‘salseo’ y las amistades componentes básicos -y necesarios- de la literatura juvenil?
Es verdad que son dos componentes que, a día de hoy, se encuentran de manera muy recurrente en historias catalogadas para público juvenil, pero no creo que les pertenezcan como una característica intrínseca. Al fin y al cabo, la amistad o el amor (o, en este caso, el salseo) es algo presente en nuestra vida y, por lo tanto, en prácticamente todas las historias.
«Escribo literatura de verdad, y seguiré escribiendo para un público juvenil, aunque, en realidad, los libros no tengan edad»
¿Cómo ves o qué balance haces del panorama literario valenciano?
Creo que cada vez hay más voces valencianas que destacan en el panorama literario con historias muy diversas, originales y que marcan.
¿Está cambiando el papel de la mujer en la escritura, como en la ciencia ficción, por ejemplo?
Sí, pero aún queda mucho por hacer, educar y evolucionar. Es un hecho histórico que las mujeres escribimos todo tipo de historias, pero el problema es que la brecha de género todavía existe y nos afecta en mucha medida (menos presencia en librerías, menos reconocimientos, etc.).
¿Qué consejo das a las personas que, como tú, quieran reorientar su carrera hacia la escritura?
Sed fieles a vosotros mismos y escribid esas historias que os gustaría leer. Las modas son pasajeras, la pasión por lo que escribáis, no.
AquíTest
Playa o montaña: playa.
Comida (casera) favorita: macarrones con mucho queso.
Un libro: ‘Olvidado rey gudú’, de Ana María Matute.
Una canción (para bailar): ‘La despedida’, de Daddy Yankee.
Un color: el violeta.
Un cuadro: ‘Paseo a orillas del mar’, de Joaquín Sorolla.
Una ciudad para perderse: Valencia.
Nombre de tu mascota: no tengo.
Viaje (pendiente): Japón.
Un sueño por cumplir: adaptación cinematográfica de alguna de mis novelas.