Entrevista > Maribel Cots Pedrós / Profesora de arte y promotora de la iniciativa Raíces Creativas (Xàbia, 17-enero-1992)
Maribel Cots terminó la carrera de Restauración de Arte en 2014. Después de graduarse decidió viajar, hasta que hace un año y medio empezó a trabajar en L’escola Mediterrània de Xàbia como profesora de arte.
Maribel ha experimentado momentos difíciles y llenos de confusión en cuanto a su arte, e incluso dejó de pintar. Ahora, con ganas de recuperar su confianza y nutrirse de otros artistas y disciplinas, ha sido la promotora de Raíces Creativas, un espacio cultural que permite la conexión entre personas a través del arte.
«No necesitas saber pintar ni escribir, porque son pautas muy sencillas»
¿Por qué decidiste enlazar el arte con la docencia?
Cuando terminé la carrera tuve muchos problemas para creer en mí, hasta que he empezado a trabajar. En ese tiempo paré de pintar y hubo momentos muy difíciles. Se me presentó la oportunidad de ser profesora y lo tomé como un reto personal. Me preparé muchísimo para la entrevista y luego para ejercer de ello.
Intento traer el arte al pueblo y que practicándolo se pueda mejorar, pero hay que empezar. Esto es algo que a mí siempre me ha bloqueado y no hacía. El artista tiene una connotación a veces muy lejana, de alguien muy especial, estrambótico; y no.
¿Cuáles son tus dinámicas de enseñanza?
Todos los años hay como una planificación en la que pasamos del dibujo; luego el color en técnicas en seco y finalmente utilizamos acrílico. También otra técnica, que se ha realizado durante varios años, es elegir a un artista.
La idea es conocerlo y estudiar su forma de pintar; conocer su forma de observar. Este año es Dalí y los alumnos elegían algún cuadro y una temática. Nos hemos centrado en el surrealismo. Es una manera de que aprendan a través de otros artistas.
¿Has creado obras tuyas y las has dado a conocer en algún momento?
Ha sido todo más íntimo. Sí que el año pasado, en junio, pinté en el Conservatorio de Música de Xàbia y lo hice en directo, mientras los alumnos de música de cámara tocaban. Eso ha sido lo más expuesto.
Es por eso el hecho de crear la asociación Raíces Creativas. Permitirme estar en contacto con otras personas que tienen las mismas inquietudes que yo. No solo en arte plástico, sino también en escritura, que me gusta mucho; la música, el movimiento. Nace como necesidad de encontrar una tribu donde experimentar con el arte y seguir creciendo. Poder exponerme quizás un poco más en mi parte más íntima de obra.
«Estamos preparando una exposición colectiva»
¿Cómo se ha materializado la asociación?
Como te decía, yo he sido muy insegura a lo largo de mi vida, porque nunca he tenido a mi lado gente con la que compartir el arte, la escritura, los libros. Mi círculo cercano no se encontraba en este ámbito. De repente, un día, Joel, que también forma parte de la asociación, me propuso hablar; y nos reunimos.
Es de Venezuela, llevaba cinco meses en Xàbia y había hecho un proyecto así en su país. Empezamos a hablar, a compartir nuestras inquietudes, lo que nos gusta… Nos convencimos de crear un espacio para poder hacer charlas y talleres, permitirnos conectar con otros artistas o con otras personas que pintan o que hacen música, etc.
¿Ha sido complicado encontrar apoyo para llevarla a cabo?
Él no tenía ningún contacto, porque acababa de llegar; y yo, entre alumnos y gente que he conocido, fui contactando con ellos. Creamos Raíces Creativas hablando mucho y compartiendo. Todavía seguimos ideando cosas y reuniéndonos en privado, pero poco a poco ya nos vamos mostrando.
La idea principal de la asociación es ayudar a las personas a través del arte. La necesidad de compartirlo sin que haya que tener unas ciertas habilidades. Transmitimos que todo el mundo pueda acceder a él y permitirse experimentar.
¿En qué rango de edad se encuentran las personas interesadas en vuestros servicios?
Pues en un principio adolescentes, adultos o incluso mayores. No sé aún si vamos a hacer algo para niños.
«Aún no sé si vamos a hacer algo para niños»
¿Qué tipo de talleres se ofrecen?
Yo hago conexión creativa, donde mezclo la escritura y la pintura; no necesitas saber pintar ni escribir, porque son pautas muy sencillas. Joel va a empezar con pintura para mayores y enseñarles a pintar a través del acrílico y del dibujo.
Nos gusta poder ofrecerles ese momento, ese respiro de la semana. Poco a poco vamos a ir creando talleres individuales o de diez sesiones. También estamos preparando una exposición colectiva mostrando un poco nuestra esencia, las raíces.
¿Cuáles son las fuentes de ingreso?
Por ahora lo sustentamos nosotros. Luego, hay una membresía anual de veinte euros y cada mes vamos a hacer un encuentro gratuito para los socios. Otros ingresos son los que creamos aparte con los talleres y, de cara al futuro, cuando se consolide todo, podemos optar a subvenciones.
¿En un futuro próximo, qué es lo que intentáis conseguir?
Queremos que la gente que esté interesada en aprender, en experimentar, en hacer conexiones con las personas y crecer, tenga un espacio cultural. Algo que sea muy nutritivo para las personas y también muy bonito.