El principal producto turístico de Benidorm ha sido, es y será siempre el llamado sol y playa. Sus arenales de Levante y Poniente, así como, en menor medida, los de Mal Pas y Tío Ximo, siguen representando la gran joya de la corona del rey indiscutible de los destinos del Mediterráneo. Pero, como corresponde a cualquier monarca, el fondo de armario o, si se prefiere, de joyero, incluye, también en el caso de la ciudad de los rascacielos, una gran cantidad de tesoros menos conocidos.
Benidorm lleva, de hecho, muchos años trabajando en sacarle brillo a todos esos productos, hasta el punto de que lo que antes se consideraba oferta complementaria, ha mutado hasta tener un peso específico propio que ha permitido avanzar hacia la desestacionalización completa del destino.
«Necesitamos un recinto tipo WiZink Center que pueda albergar conciertos de calado, así como grandes eventos» F. Fuster
Nuevos productos
Los dos últimos y mejores ejemplos de esta realidad, los que han conseguido desterrar la temporada baja de los meses de enero y febrero, son la Copa del Mundo de Ciclocross y el Benidorm Fest. Cada uno dirigido a un público muy concreto y muy diferente, la competición deportiva y el evento eurovisivo han logrado disparar la ocupación hotelera de los dos primeros meses del año a niveles nunca antes vistos.
Pero el éxito de esas iniciativas ha generado, a su vez, nuevas necesidades. Porque el turismo es una de las industrias más competitivas que existen y cuando algo tiene éxito en algún lugar del mundo, los destinos competidores no tardan en copiar e, incluso, mejorar esas ideas en un proceso que, como la pescadilla que se muerde la cola, obliga a una reinvención y replanteamiento constante de iniciativas.
El futuro del negocio turístico
En ese sentido, el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Fede Fuster, ha marcado ya las líneas maestras sobre las que, a su juicio, se debe escribir el futuro de Benidorm y, con él, del negocio turístico de la Costa Blanca.
A pocos días del arranque de la tercera edición del Benidorm Fest, y habida cuenta de la gran cantidad de turistas que, también en invierno, son capaces de congregar los eventos musicales internacionales, Fuster ha reclamado que la capital turística de la Comunitat Valenciana inicie la construcción de un gran recinto, “tipo WiZink Center” de Madrid, que “pueda albergar conciertos de calado, así como grandes eventos tipo la gala de los Goya, Premios Michelin o, incluso, Eurovisión”.
«Incluso cuando tengamos un recinto con más aforo mantendremos la fórmula para hacer partícipe del Benidorm Fest a la ciudad» J. Carrobles
Otras oportunidades
El presidente de Hosbec subraya que la ciudad atraviesa unos tiempos en los que “se abren oportunidades y retos que tenemos que aprovechar. No podemos seguir teniendo unos eventos en la ciudad de muchísimo nivel sin tener las instalaciones apropiadas. Tenemos una necesidad imperiosa de tener un pabellón tipo WiZink Center para hacer grandes eventos”.
Algo que Fuster no sólo circunscribe al ámbito musical o cultural, sino también al deportivo. Así, ha vuelto a aplaudir el éxito de la Copa del Mundo de Ciclocross, con más de 16.000 asistentes, o las “buenas conexiones internacionales” de la empresa DV7 de David Villa, propietario desde el pasado mes de mayo del CF Benidorm.
Eurovisión está de moda
Por ello, y tras comprobar que el Benidorm Fest no pierde fuelle tras tres ediciones, sino, más bien, todo lo contrario, la capital turística de la Comunitat Valenciana busca ya algún tipo de solución para encontrar un recinto con un aforo de, al menos, 8.000 almas, para el futuro.
Así, al menos, lo ha confirmado el edil de Eventos, Jesús Carrobles, que justifica este deseo en que “incluso desde Televisión Española me han confirmado que, desde que venimos celebrando el Benidorm Fest, Eurovisión se ha puesto de moda. Ellos están encantados porque trabajan muy bien aquí. Nadie tiene ninguna duda de la rentabilidad que da el Benidorm Fest a Benidorm y a la televisión”.
La Copa del Mundo de Ciclocross y el Benidorm Fest han desestacionalizado el turismo de invierno
La calle, el gran escenario
Que el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm es un recinto que se ha quedado ya pequeño ante el enorme interés que despierta el Benidorm Fest es algo, dice Carrobles, “que nosotros ya detectamos el primer año. Estábamos en plena pandemia y sólo entraron ochocientas personas, pero en la ciudad ya había mucho ambiente y, precisamente por eso, el año pasado creamos el Euroclub del Benidorm Fest”.
Esas fiestas paralelas, asegura el edil, “han crecido de nuevo este año y el viernes, en el Tecnohito, fue algo espectacular… y el sábado ya ni te cuento”. Y todo, para facilitar que “toda esa gente pueda disfrutar de lo que se está viviendo en el Palau, ya que allí sólo caben 2.300 personas”.
Hasta 10.000 personas
Para ello, Carrobles ha confirmado que “hasta que no tengamos un recinto con más aforo mantendremos esa fórmula… incluso cuando dispongamos de él la seguiremos manteniendo, porque es una forma de hacer partícipe a la ciudad del Benidorm Fest”.
Un recinto que, ha confirmado el edil de Eventos, ya se está estudiando. “Trataremos de solucionarlo. No a corto plazo, porque es complicado, pero estamos trabajando en tener un recinto con un aforo, por los cálculos que nos trasladan las empresas de ventas de entradas, que podríamos llenar fácilmente con 8.000 o 10.000 personas”.
Lo que no ha querido desvelar Jesús Carrobles es dónde o qué tipo de recinto tiene pensado el equipo de gobierno local. “Ya llevamos un tiempo mirando opciones. No vamos a adelantar mucho, pero la idea es seguir creciendo”.