La victoria de Héctor Álvarez en Italia, en la segunda carrera valedera para la Copa de las Naciones, ha vuelto a colocar al de l’Alfàs del Pi como uno de los ciclistas más prometedores del panorama internacional y no sólo por el triunfo, sino, sobre todo, por la manera en la que se ha producido.
De nuevo ejerciendo como jefe de filas de la selección española, Álvarez ya venía transmitiendo jornada a jornada la impresión de ser el corredor más fuerte de la carrera y en la última etapa, disputada ayer domingo, demostró su fortaleza entrando en el corte bueno con los principales favoritos, a los cuales soltó a base de vatios y ritmo en la subida final que daba acceso a la recta de meta.
Finalmente, sólo se le escapó la victoria de etapa, pero su tercer puesto parcial le aseguró la general ayudando, a su vez, al combinado nacional a hacerse también con el triunfo por equipos redondeando una semana inolvidable para la escuadra dirigida por el seleccionador nacional Manuel Mateo.
L’Eroica arrancó el jueves con una jornada de doble sector. Por la mañana, en una crono por equipos, España se tuvo que conformar con la sexta plaza a sólo 48 segundos de Alemania, que no dio opción a ningún otro combinado nacional.
Ya en el sector vespertino, disputado sobre 68 kilómetros, Álvarez comenzó su particular remontada metiéndose en el grupo de cabeza y, con una segunda posición parcial, escalar ya al top10 de la general en la que se situó a 48 segundos del líder, el irlandés Patrick Casey.
En la segunda etapa el ciclista alfasino volvió a demostrar su buen golpe de pedal y visión de carrera entrando de nuevo en el corte bueno y terminando, una vez más, en segunda posición de la etapa por detrás del noruego Felix Ørn-Kristoff y metiéndole dos segundos al líder para colocarse en la séptima plaza de la general.
Esa remontada del español quedó en duda tras la suspensión de la tercera etapa tras la aplicación del protocolo de condiciones climáticas extremas. Sin embargo, en la última jornada, con salida en Siena y final en Chiusdino, tanto Álvarez como el resto del combinado español demostraron que esta todavía jovencísima hornada de Júniors ha llegado para marcar el futuro del ciclismo.
Con ataques prácticamente desde la salida, el desgaste se preveía enorme ya que iba a ser fundamental rodar siempre en las primeras posiciones para, llegado el momento, elegir el corte bueno y, de esa manera, poder trabajar para que la fuga fructificara y poder recuperar esos 46 segundos que separaban a Álvarez de la victoria final.
Formada una fuga en la que España, en un gran movimiento táctico, metió a Iker Gómez, Álvarez saltó desde el pelotón junto a algunos de los primeros clasificados en la general como Besega y Nagengast. De nuevo en un gran trabajo de equipo, Gómez decidía ‘pararse’ para tratar ofrecer su rueda y que, de esta manera, su compañero enlazara con la cabeza, a la que también llegaría Enrique Maranchón.
Ya en el tramo final de la jornada, Maranchón jugó un papel decisivo cerrando el hueco que habían abierto algunos de los principales rivales de Héctor Álvarez, que volvió a situarse a su rueda para disputarse con ellos la victoria en la general en la subida final previa a la línea de meta.
Allí, el ciclista alfasino demostró su enorme poderío y sin levantarse de la bici, a ritmo, fue soltando uno a uno a los corredores que formaban parte del grupo de cabeza para plantarse en la recta final junto a Besega y Ørn-Kristoff.
El noruego fue el vencedor de etapa, con el italiano segundo y el español tercero, que finalmente aventajó en cinco segundos al neerlandés Nagengast, lo que le ha terminado dando la general por dos segundos.