Sergio Villanueva / Actor y escritor
Ocurrente, “eterno soñador”, divertido, ágil y creador de nuevos términos son algunos de los adjetivos que pueden definir a este actor y escritor, que se autodenomina para Salir por AQUÍ como “AuCtor Mediterráneo, o contador de historias que es al fin y al cabo a lo que me dedico como actor, como autor o como director”.
Sergio Villanueva (València, 24-enero-1972) firma ‘Los adioses póstumos’, donde deja claro que la “palabra escrita nos puede hacer muy presentes y capaces de transformar a los otros”. Uno de sus sueños es “dedicar un Oscar a mi padre” y su viaje soñado pasa por “recorrer África en tren con mí chica, sin reloj ni teléfono móvil. Sólo alguna jirafa tranquila perfilándose en el atardecer, y un buen whisky para deleitarse en ese decimonónico instante”.
Manuel Vicent pone de relevancia, en relación con la última obra del polifacético autor valenciano, que: “esta novela vuelve a constatar que la lucha por las causas perdidas es la que mueve a la historia”. Charlamos con Villanueva sobre su libro, literatura (valenciana) y el Mediterráneo.
¿Qué encontrarán los lectores y lectoras en ‘Los adioses póstumos’?
Un recorrido a través de la historia de una saga familiar de constructores valencianos a lo largo del siglo XX. Un viaje emocional a la memoria de una ciudad única, Valencia. La historia de una posible reconciliación. Presenciar una iniciación a la lectura. Y un mensaje importante: Que la palabra escrita nos puede hacer muy presentes y capaces de transformar a los otros, incluso cuando ya no estemos.
«Nos podemos entender aquí abajo como se entienden los astros ahí arriba»
¿Con qué sensación o mensajes te gustaría que acabasen los lectores y lectoras tu novela?
Con que hay que saber pedir perdón, que nunca es tarde para decirle a alguien con quien llevas años sin hablar que todo tiene arreglo. Que nos podemos entender aquí abajo como se entienden los astros ahí arriba, de un modo perfecto y cuántico pese a sus diferentes gravitaciones, giros, tamaños, formas y texturas.
Que igual es la escritura la mejor herramienta para conseguir eso mismo, la concordia. Y que es una herramienta que solo se usa bien si se lee mucho. Quiero que los lectores acaben la novela con ganas de seguir leyendo. No sólo libros míos, por supuesto, sino todos aquellos que les esperan en sus estanterías o en las librerías. Que se den cuenta que igual leer les puede convertir en mejores personas.
¿Es a su vez esta obra una declaración de amor al Mediterráneo?
Sin duda. Al Mediterráneo le declaro el amor en todo momento. Cuando escribo, cuando camino en silencio, cuando vivo, cuando sueño. Nunca estoy más fuerte y con más vida que cuando me encuentro cerca del mar, frente a mí mar. Nunca más débil cuando estoy lejos de él.
Trato de transmitir sensorialmente todo esto que no es sino el Mediterráneo cuando escribo. No hay mejor paraíso que el Mediterráneo y sus pequeños e infinitos placeres.
¿Podemos decir que València es protagonista recurrente en toda tu obra? ¿Por qué?
Porque es la mejor ciudad del mundo. Porque somos muy afortunados los que hemos nacido en ella y quiero recordárselo siempre a todo el mundo. Porque no se acaba nunca, tanto en la vida como en la ficción. Porque es una madre única e irrepetible, aunque abandone a sus hijos siempre que estos les salen artistas.
«Valencia tiene una industria editorial que no se corresponde al peso que se la supone»
Más de treinta largometrajes y otras tantas series, ¿Cuál sería el papel que te encantaría interpretar?
El de Gabriel Benedet, uno de los protagonistas de ‘Los adioses póstumos’, cuando adapte la novela a guion. Que la adaptaré. Cuando vaya a rodarse. Que se rodará.
¿Cuál es el balance que haces del sector editorial en València?
Valencia tiene una industria editorial que no se corresponde al peso que se supone que tiene a nivel nacional como ciudad. Somos la tercera capital de España, pero estamos a años luz de la industria editorial de Barcelona, Madrid y de otras ciudades del territorio nacional.
Lo mismo en el sector audiovisual, que continúa prácticamente irrelevante. Sin industrias editoriales y audiovisuales potentes, no hay más remedio como creadores que emigrar, como mínimo a esos lugares que te acabo de nombrar. Incluso para publicar historias situadas en Valencia.
¿Qué consecuencias tiene esta situación?
Hay tanto talento valenciano constantemente fuera de Valencia… pero eso no es lo más grave. Lo más grave de no potenciar lo que te digo, una industria cultural de nivel, es que repercute negativamente en la propia ciudad, en toda la Comunidad, que no abandona ese aire provinciano y sólo anda pendiente del turismo y la fiesta.