Entrevista > Sandra Moñino Costa / Dietista y nutricionista (Bigastro, 16-febrero-1996)
Cada vez, la sociedad es más consciente de que el estilo de vida y la nutrición son claves para tener una buena salud que les permita disfrutar de la vida. Pero hay ciertos días en los que te sientes cansado, hinchado, o mal humorado, y Sandra Moñino dice tener la solución.
Ella es nutricionista especializada en inflamación, y su libro, ‘Adiós a la inflamación’, es número uno en ventas en Amazon. Se ha convertido en una gurú de la nutrición, y más de medio millón de personas la siguen en Instagram. La bigastrense nos cuenta algunos detalles a tener en cuenta en nuestra alimentación.
«Lo que nos pasa a nivel digestivo repercute en cómo nos encontramos a nivel psicológico»
¿Dirías que los alimentos pueden suponer un riesgo para la salud?
Sí, debido a que lo que comemos repercute directamente en nuestra salud intestinal, y una gran mayoría de las patologías tienen su origen en el intestino.
¿Es una afección común en tus pacientes sentir el cuerpo hinchado sin comer en abundancia?
Es muy habitual que nos comenten esto; suelen sufrir inflamación crónica de bajo grado. Una vez que solucionan esto mediante una alimentación antiinflamatoria y pautas adaptadas al paciente (según analítica, síntomas y demás), acaban estos problemas y vuelven a la normalidad.
¿Hay quienes se libran de esa inflamación o son episodios que nos pasan a todos?
Por supuesto, nos pasa a todos. Podemos normalizar una hinchazón puntual o la inflamación del abdomen tras las comidas, siempre y cuando no sea molesto.
Pero, como decíamos antes, se puede solucionar esta inflamación molesta, y no debemos normalizarla o ponerle un parche al problema con fármacos.
«Es importante afianzar en la dieta unos hábitos alimenticios antiinflamatorios»
¿Esa hinchazón puede conllevar otros problemas ya no físicos, sino psicológicos?
Así es, debido a que existe una gran conexión entre intestino y cerebro. Al igual que cuando nos ponemos nerviosos por algún evento, nuestro estómago nos hace ruido o tenemos que ir corriendo al baño, lo que nos pasa a nivel digestivo también repercute en cómo nos encontramos a nivel psicológico.
Conozco muchos casos de pacientes que no podían salir de la depresión, y fue cambiar su alimentación y empezar a mejorar y recuperarse.
¿Cómo puede ayudarnos leer tu libro ‘Adiós a la inflamación’?
Mi libro es una guía de salud donde explico lo que es la inflamación de una forma fácil de comprender, además de todas las causas, consecuencias de esta inflamación, relacionándola con multitud de patologías que ni nos imaginamos.
Y, por supuesto, abordamos el tratamiento y prevención frente a esto mediante una alimentación y hábitos antiinflamatorios.
En él propones un reto gratuito de tres días, ¿en qué consiste?
Lo regalamos para que todas las personas que quieran comenzar una alimentación antiinflamatoria puedan hacerlo de una forma sencilla, detallando la lista de la compra, facilitando las recetas en vídeo y añadiendo vídeos formativos extra.
Así, de esta forma, pueden comprobar que es mucho más sencillo de lo que parece, y que es posible adherirse a él.
«No debemos usar fármacos para solucionar las molestias de la inflamación»
Decirle adiós a la inflamación, ¿supone una dieta temporal o hay que adoptar nuevos hábitos en tu alimentación?
Es importante y necesario establecer hábitos que se puedan mantener en el tiempo, porque si no, será imposible mantener los beneficios que te pueda aportar este tipo de alimentación.
No obstante, cuando vas viendo las ventajas que te aporta este tipo de alimentación, te das cuenta de que la necesitas en tu día a día. A mí me pasó, y cuando estoy tiempo fuera siento que necesito volver a casa y seguir con mi alimentación antiinflamatoria habitual. Aunque ya muchos restaurantes tienen buenas opciones en sus comidas, que es algo que también explico mucho a mis pacientes.
¿Podrías darnos algunos consejos sobre los alimentos que debemos evitar o moderar su consumo, y los que, por el contrario, son altamente recomendables en nuestra dieta diaria?
Los alimentos que deberíamos evitar son el azúcar, los edulcorantes, las harinas refinadas como pan, pasta, arroces blancos, grasas vegetales tipo aceite de girasol, de colza, de palma, sobre todo cuando van dentro de productos procesados. Por supuesto, tabaco, alcohol, bebidas carbonatadas, productos ‘zero’…
Y deberíamos potenciar el consumo de las grasas saludables como frutos secos, aguacate, lácteos de cabra u oveja, aceite de oliva virgen extra, proteínas de gran valor biológico como huevos, carnes, pescados sobre todo los azules que son ricos en omega-3, carbohidratos complejos como trigo sarraceno, quinoa, mijo, amaranto, patata, boniato… Y, por supuesto, verduras, hortalizas y frutas variadas.
¿Crees que todos deberíamos tener unas nociones básicas sobre alimentación, consumo y combinación de los alimentos?
Sí, además considero que deberíamos aprenderlas en el colegio cuando somos pequeños.
Comer es un hábito que realizamos cinco o seis veces al día y del que depende mucho nuestra salud, así que nutrición debería ser una asignatura obligatoria. Por eso decidí escribir el libro de una forma muy sencilla de comprender, para que cualquier persona lo pueda leer y aplicar, independientemente de la edad y el nivel académico que tenga.