Entrevista > Enrique García Rebagliato / Licenciado en Derecho, Economía e Historia Antigua (Torrevieja, 16-enero-1946)
Si alguna vez se han preguntado por qué residen tantos suecos -y nórdicos- en nuestro municipio, Enrique García Rebagliato, experto en la materia, nos va a ofrecer todas las respuestas. “Les encanta cómo somos, nuestro clima, la gastronomía y que todo sea más barato”, se sincera.
“Muchos de los que viven en Torrevieja pasan la mitad del año aquí y el resto en Suecia, para no perder la residencia ni la sanidad”, expone. Optan por disfrutar del verano en su país, “al no soportar nuestro calor extremo”, y regresan para los meses de invierno, que no es tan duro como el sueco.
Licenciado en Derecho, pasó más de dos décadas en Estocolmo, donde estudió Económicas y después Historia Antigua, además de dirigir una asesoría jurídica. Tras regresar a nuestra tierra, estableció una relación de amistad con Francisco Sala, cronista de Torrevieja, colaborando en su libro ‘Bioblibiografía’.
Empezamos por su trayectoria profesional.
Primero estudié Derecho en la Universidad de Murcia, haciendo seguidamente oposiciones para el cuerpo administrativo del ayuntamiento murciano. Trabajé allí diez años, hasta que pedí la excedencia para trasladarme a Estocolmo.
Me mudé a Suecia, porque mi mujer Margareta es de ese país. Pronto aprendí el idioma, que no es tan complicado como parece; deriva del alemán.
«Residí más de veinte años en Suecia, donde estudié Económicas y trabajé como asesor jurídico»
¿Cuánto tiempo estuvo en Suecia?
Algo más de veinte años y, de hecho, mis tres hijos nacieron en Suecia: Erik, Anna e Isabel. Compaginé mis estudios con una asesoría jurídico-económica para suecos que tenían contacto o alguna vinculación con España.
Durante ese periplo estuvimos un año al sur de Dublín (Irlanda) para que mis hijos mejoraran su nivel de inglés. Regresamos a Suecia, pero con la idea de volver definitivamente a España.
¿Dónde se instalaron?
En un primer momento, tres años en Murcia, para que mis hijas pudieran acabar los estudios medios, es decir, bachiller superior y el acceso a la universidad. A continuación, ya nos trasladamos a Torrevieja, en 2002.
¿Cómo inicia su colaboración con el Club Nórdico?
Descubrí a mi llegada que existía ese club, además de Más Amigos -entidad ya desaparecida-, que agrupa a ciudadanos nórdicos, principalmente suecos. Se trata de personas de una edad avanzada, todos jubilados, que se dedican a practicar golf, organizar viajes…
Coopero con ellos en tres cuestiones, siempre de un modo desinteresado: les asesoro jurídicamente, doy charlas informativas sobre la evolución de Torrevieja y dirijo las visitas guiadas por la ciudad.
«Mi función con los suecos es asesorarles, darles charlas informativas y gestionar las visitas guiadas»
¿Les gusta también mucho la Región de Murcia?
Sin duda. Hemos conocido Cartagena y, sobre todo, Murcia, que les encanta. Torrevieja, como sabemos, tiene una historia muy corta, al contrario de la capital murciana.
Les fascina la universidad antigua, la singular fachada de la catedral o la simbología del Teatro Romea. Hago de guía y les muestro todos mis conocimientos de la zona.
¿Cuál es la procedencia de tantos nórdicos que llegan a Torrevieja?
Recordemos que ya en el siglo XVIII venían en barcos de vela a cargar sal. Más cercano en el tiempo, el origen del turismo sueco procede del empresario Nils Gäbbels, quien en los sesenta se enamoró de nuestro municipio.
Levantó la primera urbanización en Lomas de Mar, en la playa de la Mata, llenándose de suecos. Fue tal la importancia de este señor que una estatua ubicada en la Torre del Moro -de un marinero- está dedicada a él.
¿Qué visión tienen los suecos de nosotros y de España?
Nos valoran mucho, siempre están contentos del trato que les hemos brindado. Es indudable que residen aquí por el clima; para ellos España es su Florida, junto con el coste de vida: su pensión es mayor porque todo les resulta más barato.
«La relación de amistad que tengo con Paco Sala viene de lejos; a ambos nos apasiona la historia de Torrevieja»
¿De dónde viene su relación con Francisco Sala?
Somos amigos desde hace años, porque a ambos nos apasiona la historia de Torrevieja, circunstancia que nos ha ido uniendo. Cuando comencé a colaborar con el Club Nórdico, hace veinte años, acudí a Paco para que me ayudara a encontrar fotografías antiguas y concretar fechas.
Suele acompañarnos a las visitas guiadas que hacemos, pero ahora lo hace menos, por diferentes cuestiones.
Cuéntenos su colaboración en ‘Bioblibiografía’…
Escribí el prólogo, un homenaje, ‘Senderos de una vida’. Lo más complicado fue recopilar los numerosos artículos de Paco sobre Torrevieja, labor que hizo solo.
Antes la documentación la tenía en un piso, de una forma anárquica, y la trasladamos al Centro de Estudios Locales Campo de Salinas, sistematizándolo.
¿Por qué debería leerse ese libro?
Debido principalmente a que es toda una referencia, explicando toda la historia de Torrevieja y dónde encontrar la documentación correspondiente.