Entrevista > Federico Lizón / Autor de ‘Siete cambios’
Aunque es arquitecto profesional, un buen día decidió cambiar totalmente su faceta laboral y desde entonces regenta una oficina de impresión y escultura, así como una productora cinematográfica. “Igual que Woody Allen dirigía películas y por la noche tocaba el clarinete, yo también he tenido varias vidas paralelas” nos comenta.
No cabe duda de que el oriolano Federico Lizón es una persona que no huye de los nuevos retos, y precisamente de esto versa ‘Siete cambios’. Un libro de autoayuda que tiene la intención de animar al lector a atreverse a dar ese salto que tanto deseamos… pero que a su vez tanto tememos. Todos los beneficios obtenidos van destinados al comedor social ‘La Prosperidad’ de Alicante.
«Es un libro que está muy basado en la filosofía budista y estoica»
¿Cómo se te ocurrió escribir este libro?
Pues la verdad es que en mi vida ya hecho muchas cosas que me apetecían, pero aún me quedaba el libro.
Desde pequeño he sido un gran amante de las filosofías budista e estoica. He ido contrastando todas las múltiples etapas de mi vida con estos principios filosóficos, y al final se me ocurrió realizar este manual de vida. Especialmente pensando en mis hijos de diez y dieciséis años. Tiene un toque desenfadado para que no resulte algo tan trascendental, pero en el fondo no es sino un manual de vida.
¿Por qué se llama así el libro? ¿Cuáles son esos siete cambios?
Creo que cambiar es una de las muchas cosas que se puede hacer para mejorar la calidad de vida de las personas. Por ejemplo para moderar nuestro carácter o evitar que el ego nos lleve a comportamientos que se traducen en sufrir. La mente no deja de atosigarnos por cosas que van a venir, y que quizás ni sucederán, o por cosas del pasado que no han salido como nos gustaría.
Igualmente todos tenemos aspectos en nuestro exterior que mostramos como padres, hijos, amigos, trabajadores, etc. a las que habría que pegarles un pequeño giro porque sino al final se convierten en chinas dentro del zapato. Debemos cambiar esas cosas, sino radicalmente al menos un poco. Por eso en el libro hablo tanto de grandes como de pequeños cambios. Y lo resumo en siete, porque es un número muy interesante.
«A veces necesitamos tocar fondo para darnos cuenta de la necesidad de cambiar»
Normalmente a los seres humanos nos cuesta mucho cambiar. Incluso aunque la cosa esté calentita en casa o tengamos una malísima situación en el trabajo… nos cuesta dar el paso. ¿Por qué ocurre esto?
Si te acuerdas en la película ‘Matrix’ hay una escena en la que le ofrecen una pastilla roja y otra azul. Muchos prefieren tomarse la azul para no tener que adaptarse al cambio. Incluso hay ahora un anuncio contra el colesterol en el que uno de los protagonistas dice “es que yo no quiero cambiar mi vida”, aunque sea a costa de seguir envenenándose.
Enfrentarnos a nuestro lado oscuro es doloroso. La gente prefiere el malo conocido y asumir todos los roles negativos antes de enfrentarse a cambiar, para así escurrir el bulto. También hay mucho miedo a lo desconocido. Sin embargo las personas que cambian se acaban dando cuenta de que aquello que antes parecía una debilidad… resulta ser una fortaleza. A veces es necesario tocar fondo para que ya no nos quede otro remedio que no sea cambiar.
Comentabas que tus hijos fueron una de tus principales motivaciones para escribir ‘Siete cambios’. ¿Este libro está dirigido tanto a adultos como a niños y adolescentes?
Aunque en principio el libro estaba enfocado a ellos, confieso que el resultado no es para menores. Más bien apuesta por una franja de edad como son esas crisis de los cuarenta, cincuenta y sesenta. Es decir cuando las personas están un poquito hartas de su trabajo, va patinando en su matrimonio, tienen problemas para encontrarse en la vida, etc.
La verdad es que me he quedado con las ganas de hacer una versión infantil del libro. Creo que en los últimos años hemos perdido muchos valores de la infancia. Les enseñamos algunas cosas que no les van a hacer ninguna falta, y sin embargo hay otras que se quedan en el camino.
«Los beneficios del libro son para el comedor social de ‘La Prosperidad’ en Alicante»
¿Dónde se puede comprar el libro y cuánto cuesta?
Todavía no está en muchas librerías porque, sinceramente, cuando lo escribí no pensaba que lo fuera a comprar nadie que no me conociera (risas). Sin embargo el ‘boca a boca’ está funcionando mucho y las ventas han sido bastante mayores de las que yo esperaba.
Cuesta dieciséis euros y lo podéis encontrar en las librerías Atenea y Codex de Orihuela, igual que en Cilsa de Alicante. En breve estará también en Amazon.
¿Por qué has decidido donar los beneficios al comedor benéfico de ‘La Prosperidad’?
La mayoría de las asociaciones que dan comidas benéficas prefieren recibir donaciones en forma de dinero, porque así es más fácil de gestionar que si reciben comida. En este caso se trata de un comedor que ofrece unas trecientas comidas diarias, yo he estado allí y se me ponen los pelos de punta. Sé que con mi dinero van a dar de comer a mucha gente, y por eso me gustaron.