Entrevista > Alfredo Carrato / Oncólogo del Hospital Ruber Internacional (Salamanca, 15-agosto-1951)
Al doctor Alfredo Carrato se le admira por todo el mundo gracias a sus investigaciones y su entrega en la lucha contra el cáncer, pero en Elche se le quiere de una forma especial.
Fue quien puso en marcha el departamento del cáncer en el Hospital General Universitario de Elche, en el 87, donde ejerció durante más de treinta años como jefe de servicio. Realizó grandes logros salvando muchas vidas, en un momento en el que poco se sabía sobre esta enfermedad con respecto a estos días, y cuando apenas empezaba a estudiarse la especialidad de oncología en España.
Viene con mucha frecuencia a Elche, donde sigue visitando a algunos de sus antiguos pacientes. Aquí además nacieron y viven sus hijos, que como no podía ser de otra manera, siguen su saga en la medicina, al igual que él hizo con su padre, un ilustre científico.
Reconocimiento internacional
Reconocido por sus innovadoras investigaciones y tratamientos, ha sido galardonado con numerosos premios internacionales, trabajando durante años en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Estados Unidos, uno de los más famosos. A pesar de su prestigio, el doctor Carrato es conocido por su sencillez y humildad, siempre priorizando a sus pacientes y colaborando con colegas de todo el mundo.
Por poner solo algunos de sus cargos, es catedrático en la Universidad de Alcalá, presidente del Centro Europeo del Páncreas en Bélgica, pertenece a la Red de Investigación Oncológica en España (CIBERONC), forma parte del Centro de Investigación en el Ramón y Cajal, y es oncólogo en la Ruber Internacional.
Su nuevo reto es el cáncer de páncreas, que en la actualidad tiene un índice de mortalidad de un 90%. Entre otros avances, Carrato realiza un test de detección precoz, biopsias líquidas, y controla a los familiares de sus pacientes con esta y otras pruebas médicas cada seis meses, por ser potencialmente posibles portadores de ese tumor.
¿Por qué escogió la especialidad en oncología?
Cuando acabé mis estudios de medicina en la Universidad Complutense de Madrid, quise aprender más en la práctica clínica, y decidí especializarme en medicina interna. La especialidad de oncología médica no existía todavía en España. Hice mis cinco años de entrenamiento como residente en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, donde estaba integrado el servicio de Hematología.
Durante mi estancia, roté nueve meses por hematología, y cubrí todas las guardias de pacientes hematológicos y de otras especialidades médicas y quirúrgicas, que precisaban atención médica urgente. Fue un periodo en el que aprendí mucho.
«Necesitamos muchos más fondos para investigar. En España vamos muy por detrás de Europa, Japón y Estados Unidos»
¿Cómo hizo realidad la creación del servicio de Oncología en el Hospital General Universitario de Elche?
Acabada mi especialidad se oficializó la existencia de oncología médica, con su programa de residencia de cuatro años. Quise cursarlo, pero como los dos primeros años de oncología médica eran de medicina interna y yo ya era especialista en la misma, no pude.
Me tuve que ir tres años a Nueva York, al Memorial Sloan Kettering Cancer Center, y al finalizar dicho periodo, convalidé mi título americano por el español, pudiendo iniciar oficialmente la atención oncológica médica en el Hospital General Universitario de Elche.
¿Fue un referente en España en aquel momento en tratamiento del cáncer? ¿Qué supuso en su carrera?
He trabajado desde 1980 hasta el 2008 en el Hospital General Universitario de Elche, salvo los tres años que estuve en América. Allí, con la ayuda del jefe de servicio de Medicina Interna, Alberto Martín Hidalgo, puse en marcha la sección de Oncología Médica, que luego se convertiría en servicio. Fue una etapa de crecimiento personal y material. Hicimos entre todos un servicio de referencia que cubría medio millón de habitantes, Elche y toda la Vega Baja.
Era el preferido como centro de formación en oncología médica por los mejores números de estudiantes de toda España que concursaban al sistema de Médico Interno Residente (MIR). Hoy ese servicio está dirigido magníficamente por el doctor Álvaro Rodríguez Lescure.
«España es el país de Europa que tiene más ensayos clínicos con nuevos fármacos»
No solo trataban el cáncer, sino que iniciaron importantes estudios de investigación.
Teníamos vinculación con la Universidad de Alicante y luego con la Miguel Hernández, donde fui profesor titular y catedrático, respectivamente. Además de las tareas docentes con los alumnos de medicina y los MIR, desarrollábamos una labor de investigación relevante.
Participamos en múltiples ensayos clínicos con nuevas moléculas que luego fueron el estándar de tratamiento, y pusimos en funcionamiento la Unidad de Consejo Genético de toda la provincia de Alicante (1,5 millones de habitantes), además de un laboratorio totalmente equipado de investigación traslacional. Nuestros pacientes tenían a su disposición tres psicólogas, cada cual mejor, para resolver los aspectos emocionales, familiares y sociales causados por la enfermedad.
Echando la vista atrás, ¿cómo ha evolucionado en general en España la medicina frente al cáncer?
La evolución ha sido impresionante, aumentando la tasa de curaciones, la supervivencia de los pacientes, la disminución de toxicidades, y la incorporación de nuevos fármacos a nuestro arsenal terapéutico.
Antes solo tratábamos con quimioterapia; actualmente se han añadido los fármacos dirigidos a una diana específica tumoral, la inmunoterapia, que evita el bloqueo que el tumor ocasiona en el sistema inmune y permite que este actúe, eliminando al cáncer.
«Las demoras en pruebas diagnósticas y terapéuticas es lo que habría que solucionar»
¿Las nuevas tecnologías han contribuido a ello?
Es increíble como avanzamos en ese sentido. La nueva tecnología aplicada a la radioterapia, a la cirugía que es con mayor frecuencia robótica, la anatomía patológica que se digitaliza y beneficia de la inteligencia artificial.
Y lo mismo con el radiodiagnóstico, la medicina nuclear que emplea nuevos isótopos para el diagnóstico y tratamiento del tumor (teragnosis), etc. Es todo muy diferente y es un orgullo poder haber construido un equipo, y contribuido a este crecimiento con más oportunidades para nuestros pacientes.
Antes oíamos sobre todo a la gente con posibilidades que se marchaban al extranjero a recibir tratamientos. Hoy por hoy en España, ¿a qué nivel estamos en el tratamiento contra el cáncer con respecto al resto del mundo?
En cuanto a ensayos clínicos, España es el país de Europa que tiene más ensayos clínicos con nuevos fármacos. El nivel adquirido tras la especialización en España es de los mejores del mundo.
Podríamos identificar dos problemas: la medicina pública paga mucho menos que los laboratorios farmacéuticos y que otros países, y a nuestros especialistas se los rifan; y las demoras en pruebas diagnósticas y terapéuticas es lo que habría que solucionar.
«La medicina pública paga menos que los laboratorios farmacéuticos y que otros países, y a nuestros especialistas se los rifan»
El cáncer en el que está centrado desde hace tiempo es en el de páncreas, uno de los más mortíferos. Me gustaría que me hablara de los avances que está logrando con el test de detección precoz que está aplicando.
Siempre me han gustado los retos. Fue una de las razones por las que escogí especializarme en oncología médica. Y entre los tumores más mortíferos y resistentes, está el cáncer de páncreas exocrino.
Tenemos muchos ensayos clínicos con nuevos fármacos y una red de centros españoles y europeos (ALIPANC) que investiga su comportamiento y trata de diseñar un método sensible, cómodo y barato, como una biopsia líquida, que es un análisis de sangre donde se pueden detectar componentes tumorales o pretumorales de forma precoz que nos permitan curar a esas personas. Desde hace doce años disponemos de un registro de cáncer de páncreas familiar; son familias con mayor frecuencia de cáncer de páncreas, de causa conocida o desconocida.
¿Los familiares entran en ese tratamiento?
A los familiares de primer grado los consideramos como grupo de alto riesgo, y les hacemos una biopsia líquida cada seis meses y una resonancia magnética, que no irradia, para ver el páncreas y si se identifica alguna anomalía.
Les hacemos una ecoendoscopia con biopsia de la lesión pancreática sospechosa. Hemos detectado cuatro cánceres de páncreas en personas asintomáticas, que están vivos y sin enfermedad desde hace muchos años.
«El nivel adquirido tras la especialización en España es de los mejores del mundo»
¿Qué valor le da a la alimentación y al ejercicio?
La alimentación y el ejercicio físico son fundamentales en cualquier tipo de cáncer. El paciente tolerará mejor cualquier tipo de tratamiento, se recuperará antes y responderá mejor.
Pancreatic Cancer Europe es una sociedad que dirijo actualmente, radicada en Bruselas, que tiene en su página web, pancreaticcancereurope.eu, unos cuadernillos descargables gratuitamente donde aconsejan a los médicos y pacientes al respecto.
La investigación es fundamental, pero hace falta presupuesto para llevar a cabo importantes proyectos. ¿Qué le gustaría decir respecto a esto?
Necesitamos muchos más fondos para investigar. En España vamos muy por detrás de Europa, Japón y de Estados Unidos. También se van excelentes científicos a otros países por este motivo. Mi consejo es trabajar en red internacionalmente para poder avanzar más rápido.
«Siempre me han gustado los retos. Fue una de las razones por las que escogí especializarme en oncología»
Aunque en principio en la actualidad hablar de vencer al cáncer es una utopía, ¿usted cree que algún día lo lograremos?
El cáncer y la propia vida coexisten; surgen de fuentes parecidas y es muy complejo. No hemos hablado del microbioma, que son esos trillones de bacterias, hongos y virus con los que cohabitamos y que juegan un importante papel en la génesis de tumores, en la inmunovigilancia, etc. Interaccionan entre sí y con su huésped.
Es harto difícil identificar un patrón de interacciones beneficioso y otro perjudicial para el paciente. Y más cómo lograr cambiarlo. Sé que le ganamos terreno a cada tipo de cáncer cada día, pero el final, está muy lejos.
Una curiosidad, ¿cómo pasa el tiempo libre alguien tan ocupado como usted?
Ahora, y siempre que puedo, navegando a vela y buceando con mi familia y amigos. Me apasiona el mar.