Entrevista > Amparo Navarro / Rectora de la Universidad de Alicante (Madrid, 12-abril-1962)
Transcripción: David Rubio // Fotos: Salva González
Arranca un nuevo curso en la Universidad de Alicante (UA). Este campus ya lleva más de cuatro décadas albergando clases universitarias, pero sigue en constante evolución con nuevos grados o el reciente establecimiento del Parque Científico.
Precisamente en este próximo año académico se celebrarán elecciones al rectorado de la UA para cubrir un mandato de seis años, según así se ha establecido en la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). La actual rectora, Amparo Navarro, ya ha anunciado públicamente que concurrirá a dichos comicios para intentar revalidar su puesto.
¿Qué esperas de este curso 2024-25?
Para mí va a ser muy importante porque en septiembre convocaremos nuevas elecciones. El rector de la UA sale a través de un proceso democrático de sufragio universal ponderado de toda la comunidad universitaria.
Ya he manifestado que me voy a presentar. Para ello tengo de dimitir previamente, ya que así lo exige el estatuto de la universidad, y si tengo el apoyo que ya tuve en la elección anterior espero revalidar otros seis nuevos cursos.
En estos últimos años el crecimiento de la UA ha sido importante. ¿Qué te gustaría destacar?
Destacaría el plan estratégico que presenté en el consejo de gobierno, que en el fondo te hace rendir las cuentas de lo que has hecho en estos cuatro años. Prácticamente había un 80% de cumplimiento a falta de lo que queda de este año más el que viene. Aquí se volcó el programa electoral de 2020 y estoy satisfecha de los resultados.
Algunas cuestiones nos han venido también de forma exógena sin depender de la UA, como son las publicaciones de leyes. Yo estoy muy satisfecha de los nuevos cuatro grados que se han implantado en este periodo, incluido el de Medicina, que tan difícil era volverlo a obtener, e Ingeniería en Inteligencia Artifical. Ambos han tenido mucho éxito tanto por parte del profesorado como del alumnado. Y este septiembre empiezan Ingeniería Aeroespacial y Logopedia.
¿Cuál es el balance que haces del resto de titulaciones que ya se impartían?
Todas las que hemos presentado a la Agencia Nacional han sido reacreditadas, porque nosotros rendimos cuentas sobre la calidad de nuestros títulos.
También me gustaría destacar que hemos inaugurado por fin el edificio de creación de empresas donde se ha instalado el Parque Científico, y hemos conectado vialmente este campus oeste con el campus tradicional. Igualmente hemos puesto en marcha el aula de anatomía para las titulaciones de Ciencias de la Salud.
«Grados como el de Medicina y el de Inteligencia Artificial han tenido mucho éxito»
¿En qué otras cuestiones se ha avanzado durante este tiempo?
En el ámbito de la investigación hemos tenido premios nacionales para algunos de nuestros investigadores, de hecho hemos subido cien puestos en el ranking de Shanghai. Además hemos seguido reforzando la cultura, el deporte y la extensión universitaria. También hicimos una apuesta por la sostenibilidad con las placas fotovoltaicas ante la crisis energética que sufrimos, estando así a la vanguardia.
Por otra parte, hemos conseguido que el Ministerio y las comunidades autónomas financien las plazas de ayudante doctor que necesitamos para renovar generacionalmente nuestras plantillas y así cumplir con la nueva LOSU.
El tema de la Medicina era una asignatura pendiente desde que se perdió para pasar a la Universidad Miguel Hernández (UMH).
Sí, esto fue normalizar una situación. La UA tiene el tamaño, lugar y fortalezas como para poder tener un grado en Medicina, igual que tenemos otros grados en el ámbito de las ciencias de la salud, de las ingenierías o de los ámbitos jurídicos.
De igual forma sufrimos una gran falta de profesionales sanitarios y nuestra provincia ha alcanzado un importante nivel de población, así que el momento también era idóneo para aumentar la oferta educativa en este sentido.
La UA tiene actualmente alrededor de 30.000 alumnos. ¿Qué previsiones hay para el futuro?
Este año empezamos con dos nuevos grados, lo cual atraerá nuevos alumnos o los diversificará en el ámbito de las carreras. Nosotros estamos satisfechos con el volumen de los estudiantes, porque en otras universidades ya se va notando el descenso demográfico de las últimas décadas. Sin embargo, afortunadamente, vivimos en una provincia potente tanto en nacimientos como por la llegada de personas, así que de momento no hemos percibido este descenso. Cubrimos todas las plazas que ofertamos e incluso algunos muchos en listas de espera.
Además ahora debemos concebir la universidad como un lugar donde habrá formación permanente a lo largo de la vida. Es decir, no solo dirigida para gente joven. El incremento en la esperanza de vida hará que las personas deban reciclarse o adquirir nuevas competencias. Por eso estamos muy ilusionados con proyectos como los de microcredenciales, la universidad permanente o la formación a lo largo de la vida. Esto nos traerá otro tipo de alumnos de distinto perfil en los próximos años. De hecho, en la permanente para mayores de 55 años ya hay 2.000 personas.
«Con el establecimiento de Medicina en la UA se ha conseguido normalizar una situación»
Actualmente se imparte un grado de inteligencia artificial. ¿Cómo crees que va a influir ésta en las universidades?
En mi opinión la inteligencia artificial es un gran logro de la humanidad que revoluciona todos los ámbitos de la vida, igual que lo hicieron otros medios tecnológicos. Esto también incluye la educación. Es algo que ha venido para quedarse. Es absurdo pensar que un alumno no va a utilizarlo, igual que su móvil.
Nosotros lo que debemos hacer es utilizarla como un instrumento más a nuestro favor para el aprendizaje, igual que internet o una biblioteca. Cualquier profesional va a utilizarla en un futuro, así que tendrá que saber si esa inteligencia artificial dice la verdad o hay que revisarla. Evidentemente la forma de trabajar de un médico o un abogado ya será diferente, así que el profesorado también tendrá que formarse para esto.
Aunque tampoco debemos magnificarla como algo que va a hacerlo todo. Como dije, será un instrumento más. Igualmente debemos luchar mucho contra las brechas digitales, ya que no todo el mundo parte de la misma formación… incluso también en el profesorado. Y por supuesto hacer un uso responsable y ético de todas las tecnologías.
Lo que pasa es que a esta velocidad que vamos parece un poco difícil eliminar las brechas digitales, tanto por razones de conocimiento como económicas.
Efectivamente. Nosotros intentamos trabajar en ello. Un profesor tiene una vida académica muy larga, yo por ejemplo empecé ya a los 23 años recién acabada la carrera, y algunos se jubilan a los 70 o 75.
Por tanto los profesores también debemos reciclarnos. De hecho tenemos un Instituto de Ciencias de la Educación que está al servicio tanto del profesorado como del personal técnico y de administración. Al final cualquier tecnología afecta también a nuestro trabajo.
«Ahora debemos concebir la universidad como un lugar donde habrá formación permanente a lo largo de la vida»
Además, aunque ahora parezca que todo el mundo tiene un Smartphone, lo cierto es que en algunas casas todavía no hay internet…
Es verdad. Por eso a través del Centro de Ayuda al Estudiante y el vicerrectorado nosotros tratamos de ayudar a alumnos de familias vulnerables que pueden tener este tipo de dificultades. Ya no solo con las becas tradicionales que existen en los ámbitos estatal y autonómico, sino con diversas situaciones comprometidas como por ejemplo con el transporte.
Con el paso de los años se ha puesto cada vez más de moda el doble grado. ¿Qué beneficios aporta esta fórmula al estudiante?
Efectivamente hay muchos estudiantes que los demandan. Esto es un producto derivado de la educación de cinco a cuatro años en las carreras, y entendieron que con un año más se podía sacar este doble grado. En mi opinión personal es una fórmula interesante, siempre que un grado complemente al otro.
Sin embargo en el caso que un alumno tenga muy claro el grado que quiere hacer y la visión profesional que tiene, pues no es necesariamente mejor hacer uno doble. Por ejemplo, si quiero ser notario o juez, pues estudiar solo el grado de Derecho y sacar las máximas notas puede ser una opción estupenda. Ahora bien, si yo tengo una vocación empresarial o económica, pues el quizás el doble grado de Derecho y ADE me da una formación complementaria muy atractiva.
«La inteligencia artificial es una gran revolución y debemos utilizarla también para el aprendizaje»
Otra posibilidad es la especialización a través de un máster.
Exacto. Yo soy muy partidaria de los grados generalistas que sirven para muchas cosas y son muy formativos en determinados ámbitos del saber. El máster muchas veces es el gran desconocido por parte de los alumnos, cuando ofrece unas grandes posibilidades de especialización y empleabilidad. De hecho a mí me gustaría reforzar su oferta en la UA.
Todo este cambio de licenciaturas a grados se produjo a raíz del Plan Bolonia. ¿Crees que hay alguna otra revolución prevista en el mundo universitario?
Ahora tenemos que implantar la LOSU, que nos obliga a modificar el estatuto de la UA. En mi opinión, y la de muchos rectores, esta ley ha avanzado en algunas cosas, pero no va a suponer una gran revolución respecto a lo que tenemos en la universidad, aunque sí establece precisamente el tema de la formación a lo largo de la vida que antes hablábamos.
Las universidades debemos aplicarnos en estar siempre pendientes de las demandas sociales y empresariales para mejorar la empleabilidad de nuestros estudiantes.
«Los dobles grados es una opción interesante, siempre que un grado complemente al otro»
La investigación es siempre una pieza fundamental de una universidad. ¿Crees que la población en general conoce realmente lo que se hace en la UA?
En docencia sí, sobre todo si tienes hijos en edad universitaria. Todo el mundo sabe que un médico, abogado o arquitecto ha pasado por la universidad porque necesita tener un título universitario que le habilite para su profesión.
En cuanto a la investigación, yo creo que se conoce… aunque algo menos. Los propios medios de comunicación se hacen eco de buenas noticias, como el descubrimiento de una vacuna o que hay un robot que puede hacer determinadas tareas o que se ha descubierto un nuevo avance en la lucha contra el cáncer.
Todo esto normalmente sale de las universidades y es muy valorado por la sociedad. Quizás no se sabe cuáles son exactamente las investigaciones que se realizan en la UA, pero sí que se hacen.
¿Cómo se divulgan estas investigaciones?
Nosotros intentamos dar a conocer las fortalezas y grandes grupos de investigación de nuestra universidad. La UA es muy potente en muchos ámbitos.
Quizás la tarea más desconocida que se realiza en la universidad sea la transferencia de conocimiento. Esto significa que nuestra investigación no se queda solo en los laboratorios, sino que crea riqueza a través de empresas que salen de la propia UA o externas. Precisamente es lo que sale del Parque Científico, y resulta algo poco conocido por la sociedad todo lo que puede hacer la universidad por las empresas. Por eso nos empleamos en promocionar sobre todo esta faceta.
«Nuestra transferencia de las investigaciones al mundo empresarial es la parte más desconocida de la UA»
Cuando en octubre se inauguró el edificio del Parque Científico precisamente comentaste que queríais crear un ecosistema en torno a todo esto.
Efectivamente. Siempre digo a las empresas e instituciones que la UA es el gran laboratorio de I+D de la provincia.
Hay empresas muy potentes que tienen sus departamentos de investigación, pero nuestro tejido empresarial son las pymes. Estas compañías que quieren innovar o tienen un problema para el que necesitan un investigador, pueden venir a esta universidad porque nosotros se lo podemos resolver. La ley nos permite hacer contratos con ellas, y además luego incluso pueden acceder a un tratamiento fiscal favorable. Igual que si quieren tener un proyecto internacional, nosotros podemos ser un ‘partner’ estupendo para concurrir a una convocatoria.
Recientemente se os puso como número 1 en cuanto a transparencia respecto a las demás webs de las administraciones públicas. Imagino que esto es un orgullo para la UA…
Claro. Es una apuesta en la que creemos. Las administraciones públicas deben tener un sector de responsabilidad social importante. Por eso no solo tenemos que dedicarnos a la docencia, investigación y transferencia, sino también ser una entidad muy responsable socialmente. Y dentro de las cuestiones que esto abarca está el ser una universidad igualitaria, respetuosa con el medioambiente, accesible y también transparente.
A fin de cuentas nosotros nos financiamos con el dinero público que deriva de los impuestos de todos los ciudadanos, así que todos deben saber en qué empleamos esta financiación.
«Siempre digo que la UA es el gran laboratorio I+D de la provincia de Alicante»
Imagino que los presupuestos de 2025 estarán ligados a la reelección o estáis trabajando ya en ellos.
Como toda administración pública, nuestro proceso presupuestario suele empezar en septiembre. Lógicamente esta es una institución y aquí las personas no somos lo importante. La UA siempre tiene un equipo de dirección y cuando un rector se presenta a una reelección, se queda un rector en funciones. Aquí no se va a paralizar nada, las clases se iniciarán y los presupuestos se harán.
¿Y hay alguna novedad prevista para el presupuesto 2025?
Me imagino que en el momento de elaborarlos yo estaré muy metida ya en mi campaña electoral. Aunque para el vicerrector de Planificación Económica supongo que será muy importante saber cuál va a ser la financiación autonómica de la universidad. Porque nuestros ingresos derivan fundamentalmente de las transferencias de la comunidad autonómica.
Esperemos que al menos la financiación base que hemos tenido hasta ahora se mantenga. Así ha sido este año y también así lo ha prometido el Consell. Esto nos permitirá seguir desarrollando todas las funciones que llevamos a cabo en la UA. Tenemos una necesidad muy urgente de construcción y rehabilitación de infraestructuras, por lo que contamos con acometerlas con esta financiación.
«El que la Comunidad Valenciana está muy mal financiada repercute en la financiación de las universidades»
¿Y por parte del Estado?
En realidad el Estado aporta poco. La educación universitaria es una competencia transferida a las comunidades autónomas y por tanto son ellas las que financian. Es verdad que la Comunidad Valenciana está muy mal financiada, y esto repercute en la financiación de las universidades.
Ojalá en los próximos Presupuestos Generales del Estado esté mejor financiada, y que ello suponga que los presupuestos autonómicos también lleven una buena financiación a las universidades.
Imagino que también hay una parte de los proyectos que se financian con las ayudas europeas…
Sí. Nosotros derivamos la transferencia corriente de la Generalitat Valenciana; pero la investigación que se financia con subvenciones directas a determinados proyectos nos viene tanto de la comunidad autónoma, como del Estado o de programas europeos tipo Horizonte Europa.
Afortunadamente nuestra universidad tiene buenas tasas de éxito en realizar estos proyectos de investigación de forma competitiva. Los investigadores presentan sus proyectos y compiten con otras universidades y otros grupos de investigación. Estamos muy satisfechos del retorno porque nuestros grupos son muy buenos.
Ya habrá tiempo en campaña de hablar de programas electorales, pero… ¿te gustaría destacar algo que creas que será relevante en los próximos años en la UA si continuas al frente del rectorado?
Me parece muy relevante terminar el proceso de relevo generacional en estos próximos años. La universidad tiene 45 años y cumplirá 50 en el próximo mandato. Esto será un momento importante tanto de celebración como de reflexión. Nos toca dejar ya el relevo en la tercera generación.
Actualmente muchos de los de aquella primera generación que creó esta universidad se están ya jubilando. Podríamos decir que yo pertenezco a la segunda, y debemos dejarla ya en manos de la siguiente.
«Me parece muy relevante terminar el proceso de relevo generacional en estos próximos años»
¿Qué otros retos crees que tiene la UA por delante?
Debemos mejorar las vocaciones universitarias para que las personas con talento quieran hacer carrera universitaria tanto en la docencia como en la investigación. También ampliar la universidad para dejarla totalmente conectada con el campus oeste.
Igualmente hay que fijarse en nuevas funciones como la formación permanente, la conexión con el territorio y las demandas sociales. El nuevo mundo que nos espera cada vez es más digital, tecnológico y global. Nuestra universidad tiene que ser también así, es decir puntera en nuevas tecnologías, internacionalización e ilusión.
¿Por qué la gente debe elegir la UA sobre otras universidades?
Siempre elegiría a la UA, aunque es evidente que no soy objetiva. Me he formado aquí y estoy muy agradecida a esta universidad, porque me ha dado muchas oportunidades. Ya no solo de tener una profesión, sino también de abrirme al mundo a través de estancias de investigación en muchos lugares.
Creo que además para mi generación la UA democratizó nuestra provincia. Además es una universidad muy activa que tiene un campus precioso, diría que el mejor de España. Aquí no solo se educa en competencias profesionales sino también en valores como la igualdad, la inclusión o la solidaridad. Nuestro eslogan para este año es ‘Experiencia UA’ porque creo que de verdad merece la pena ser vivida.