La desgracia sucedida en gran parte de la provincia de València el 29 de octubre -y sus posteriores consecuencias- jamás la olvidaremos, vivamos los años que vivamos. Dicen los historiadores que, de hecho, marcará las siguientes tres generaciones, como sucedió con la riada de 1957.
Este drama lo hemos sabido minimizar en una pequeña parte con una solidaridad encomiable que tampoco borraremos de nuestras memorias. Hemos escuchado a personas desesperadas, llorando de rabia por haberlo perdido todo (casas, coches, objetos de todo tipo…), que han podido recuperar al menos la sonrisa gracias a esa solidaridad de las personas.
Ejemplos hemos visto muchos, afortunadamente, como el ofrecido por los trabajadores de la compañía de limpieza, UTE Elx, que cuenta constantemente con ocho voluntarios en la zona, que se remplazan cada tres días, ayudando en la mejora de dos de las localidades más afectadas, Catarroja y Albal.
Desde el 4 de noviembre
Los ocho primeros voluntarios se desplazaron a los municipios el pasado 4 de noviembre, junto a un camión con gancho, una caja abierta de gran volumen y una furgoneta. Allí, obviamente, se toparon con la devastación, el caos, una especie de “película de terror”, pero nada les afligió, sabían que estaban para ayudar a nuestros hermanos valencianos.
“Decenas de trabajadores/as se han ofrecido para hacer grupos y, por turnos, trasladarse hasta las poblaciones afectadas, para echar una mano”, manifestaba esa misma jornada la firma en las redes sociales, orgullosa de sus empleados. Los mensajes de aliento, siempre agradecidos, siguieron en las siguientes.
Se equiparon de un camión con gancho, una caja abierta de gran volumen y una furgoneta
Histórico
Como mencionábamos, este suceso se ha convertido ya en un hecho histórico de gran calado, remarcan los propios historiadores. Por eso, en una época que todo es tan rápido, incluso fugaz -condicionados por las redes sociales- no podemos olvidar esta DANA que tanto daño nos ha provocado, causando centenares de víctimas.
Las casas se recuperarán, igual que las empresas -con muchísimo esfuerzo ambas-, se podrán adquirir otros vehículos (muchos de segunda mano) y demás materiales, pero los que no volverán son los 227 fallecidos confirmados (219 en la Comunitat Valenciana). Debemos seguir luchando por vivir, que es nuestro valor más preciado, y recordar lo acontecido para que no vuelva a pasar.
¡Todo nuestro reconocimiento a los trabajadores que han ayudado a limpiar los pueblos, por su incansable labor!