Entrevista > Paula Blasco / Fiscal sección provincial Pontevedra (Santa Pola, 21-septiembre-1984)
Enfrentarse diariamente al complejo desafío de investigar delitos, defender la justicia y garantizar el cumplimiento de la ley, es el trabajo que realiza un fiscal. Con dedicación inquebrantable, debe analizar pruebas y liderar procesos judiciales con la misión de representar a la sociedad, demostrando ética, valentía y compromiso para proteger los derechos.
Paula Blasco nació en Santa Pola en el seno de una familia trabajadora, y es nieta de marinero, por lo que pronto fue consciente de la dureza del oficio, y de esas mujeres que se quedaban y tenían que asumir solas la crianza de los hijos, gestionando la economía familiar.
Verdadera vocación
Cuando empezó derecho en la Universidad de Alicante le interesaba la carrera diplomática, hasta que tuvo como profesor a un fiscal. Le hablaba con tanta pasión de su trabajo, que despertó su vocación y supo que se quería dedicar a lo mismo. Fueron años de mucho sacrificio, pero lo consiguió.
Estuvo destinada en la Fiscalía de área de Vigo hasta noviembre de 2023, y desde entonces trabaja en la Fiscalía provincial de Pontevedra. Recientemente, entre otras funciones, forma parte de la sección antidroga y contra el blanqueo de capitales.
Ahora valora mucho más el clima mediterráneo, y por muchos años que esté fuera, Santa Pola va a ser siempre su hogar.
¿En qué consiste el trabajo de un Fiscal?
El Ministerio Fiscal es un órgano que, de acuerdo con el artículo 124 de la Constitución, tiene encomendada la defensa de la legalidad, los derechos de los ciudadanos y el interés público tutelado por la ley.
Nuestra función no se limita a formular acusación en el proceso penal, sino que también somos garantes de los derechos de los más vulnerables. Actuamos en defensa de los menores de edad y de las personas que sufren discapacidad, además de correspondernos la protección procesal de las víctimas de cualquier clase de delito. Esta función tuitiva es, en muchos casos, la más desconocida por la sociedad.
«Para ser más eficaces necesitamos que las mujeres pierdan el miedo a denunciar»
¿Recuerda su primer caso?
Fue durante el servicio de guardia, un asunto de violencia de género. Al participar en las declaraciones judiciales, aprendí la importancia de recordar que, tras cada asunto que llega a nosotros en forma de expediente, hay personas que buscan amparo judicial y que merecen toda nuestra implicación.
¿Cuál ha sido el caso más desafiante que ha manejado?
Sin duda, en mis doce años de experiencia, intervenir en un caso de asesinato ante un jurado popular ha sido el mayor reto profesional. El fiscal lleva la carga del juicio, y los que nos escuchan, y que tenemos que convencer de nuestra tesis, son ciudadanos legos en Derecho.
Ello te exige un esfuerzo importante para poder explicar de forma pedagógica conceptos jurídicos complejos y, sobre todo, para que ellos solos, en su veredicto, lleguen a la misma conclusión a la que has llegado tú tras la fase de investigación.
«Mi reto más complicado ha sido intervenir en un caso de asesinato ante un jurado popular»
Sabemos que está especialmente sensibilizada con los casos de violencia de género. ¿Cree que la justicia está haciendo lo suficiente para evitar tantas muertes y tantos retrasos en los juicios?
Hay que partir de la base de que, cuando se acude al sistema judicial, el delito ya se ha cometido. Por tanto, nuestra actuación está dirigida al castigo del culpable, y a la adopción de las medidas necesarias para la protección de la víctima durante el procedimiento.
En este sentido, en el año 2023, a nivel nacional se acordaron por los jueces 29.190 órdenes de protección. Entre ellas, 5.373 lo fueron en la Comunidad Valenciana, donde el porcentaje de concesión alcanzó el 80%. Para ser más eficaces, necesitamos que las mujeres denuncien.
Se habla últimamente mucho de bulos, y uno de ellos es que hay muchas denuncias falsas por malos tratos cuando en realidad no llegan ni al 1%. ¿Por qué cree que se propagan este tipo de falsas noticias que tanto daño hacen?
A pesar del consenso que hubo con la ‘Ley de medidas de protección integral contra la violencia de género’ de 2004, y con el Pacto de Estado de 2017, es cierto que en los últimos años se ha extendido el discurso negacionista que pone el foco en la existencia de denuncias falsas.
Es un discurso peligroso, que impide avanzar en la lucha contra la violencia de género y que se ha de combatir con cifras. Según datos de la Fiscalía General del Estado, desde 2005 se han formulado más de 2.600.000 denuncias, representando las falsas el 0,1%.
«En 2023 los jueces acordaron 29.190 órdenes de protección por violencia de género. De ellas, 5.373 lo fueron en la Comunidad Valenciana»
¿Qué prefiere: jurado popular o la sentencia de un juez?
Dada la especial complejidad de determinadas figuras delictivas, parece más adecuado que el fallo se emita por un órgano judicial especializado.
En la parte política se da la dificultad de juzgar por su condición de aforados…
Cuando hay indicios de delito, se inicia una investigación judicial, en el marco de la cual se recaban fuentes de prueba para esclarecer los hechos. Si las mismas son suficientes, llevaremos a juicio a su autor sea quien sea.