Terminadas en 2023, con más de un año de retraso sobre el plan inicialmente previsto por muy diferentes motivos, las obras de renovación de la piscina municipal de Altea han vuelto a ponerse de actualidad en estos primeros compases de 2025, después de que la instalación volviera a verse obligada al cierre el pasado día 8 de enero.
Esto fue debido, según se explicó desde la concejalía de Deportes, a una pérdida de temperatura del agua del vaso principal y a un vaciado anormalmente rápido del vaso de compensación.
Unas anomalías que, después de las evaluaciones realizadas por los trabajadores de la empresa pública, se comprobó que venían originadas de una pérdida constante de agua y se determinó ese nuevo cierre para que se pusiera en marcha “la reparación, actuando en los tubos que conectan canal y zona de desagüe con el vaso de compensación, y aprovechar para renovar la impermeabilización del vaso de compensación y canal”, tal y como explicaba la edil del área, Sara Soler.
Nueva avería
Ante esta situación, la responsable local de Infraestructuras y de la Empresa Pública Municipal, concesionaria de la piscina, Aurora Serrat, añadía que “la fuga de agua ha sido una cuestión completamente ajena a la reforma que finalizó en 2023”.
En aquel momento, subrayaba, “se reparó la cubierta, se renovaron las calderas y climatización y se cambió el sistema de cloración por el de cloración salina, entre otras muchas cosas. Pero no se actuó sobre la zona de canal y vaso de compensación”.
Unas explicaciones que, en cualquier caso, no han convencido al principal partido de la oposición, el Partido Popular, que ha cargado de manera dura y rotunda contra la gestión que de esta instalación ha venido realizando el equipo de gobierno y que, a su juicio, ha provocado un cierre que ha afectado a los más de 2.500 usuarios que actualmente hacen uso de la piscina.
Desde el equipo de gobierno se afirma que la actual avería no tiene relación con las obras de renovación
Problemas recurrentes
En ese sentido, el edil ‘popular’ Alex Mulet ha querido retrotraerse a aquella primera y polémica intervención recordando que “las obras de la piscina municipal de Altea terminaron en 2023, con un año de retraso y múltiples promesas incumplidas del equipo de gobierno formado por Compromís y PSOE”.
Mulet criticaba que “el alcalde, Diego Zaragozí, en nota de prensa emitida un mes antes de las elecciones municipales, excusaba los retrasos, como suele ser su forma de actuar siempre, buscando culpables; pero nunca asumiendo sus responsabilidades y en que desde el primer minuto fueron surgiendo los problemas con las concesionarias sucesivas, problema recurrente en este Ayuntamiento desde que Compromís y PSOE se encuentran al frente del mismo”.
El Partido Popular achaca la situación a la urgencia por reabrir la piscina antes de elecciones
Dos piscinas cerradas
“Ahora, en año y medio, vuelve a tener fugas de agua la piscina municipal, por lo que se encuentra cerrada y sin uso, sin saber fecha de reapertura”, recalcaba un Alex Mulet que añadía que a la situación de cierre de la piscina municipal “hay que sumar el cierre, ya de años, de la piscina de rehabilitación del Centro Especializado de Atención al Mayor (CEAM)”, lo que ha calificado como “otra evidencia de la mala gestión y dejadez a la que nos tienen acostumbrados en este municipio”.
Desde el principal partido de la oposición, además, se critica que pese al cierre de la instalación, el gobierno local haya seguido con procesos que afectan a su funcionamiento diario. “Mientras esto sucede, después del cierre, el Ayuntamiento de Altea no ha dudado en sacar dos puestos nuevos de monitores y socorristas para la piscina, a través de la Empresa Pública Municipal”.
Actualmente, la piscina municipal da servicio a más de 2.500 usuarios
Pago de la reparación
Según Mulet, se trata de “dos puestos de trabajo que vienen a sumarse a los existentes, de los que el Ayuntamiento se hará cargo a pesar de que la piscina está cerrada” y eso hace, a juicio de la formación conservadora, que “la piscina parezca ser una agencia de contratación”.
En cuanto a este nuevo contratiempo que ha obligado a cerrar la piscina, ha incidido en que “durante el transcurso de la remodelación de la piscina intervinieron varias empresas”, y manifestó su deseo de que “estén claras las responsabilidades y no tenga al final que pagar el Ayuntamiento de Altea como viene siendo habitual”.
Causas de la fuga
Mulet alertaba de que, en caso de que la reparación de esta nueva avería deba de ser sufragada desde las arcas municipales, “desde que gobierna Diego Zaragozí tiene la solución fácil: sube impuestos y pide préstamos de grandes cantidades a pagar por los alteanos”.
Además, el edil ‘popular’ sospecha que “la causante de la fuga de agua puede venir provocada por la celeridad en terminar las obras, para que estuviera recién abierta, después de dos años cerrada, justo para las elecciones municipales, donde, casualmente, fue contratada la actual concejala de Deportes, consiguiendo que le hiciesen un ‘arreglo’ para dejar el puesto antes de finalizar el periodo en prácticas y poder dedicarse a la política”.
“Desde el Grupo Popular esperamos que esta vez la reparación sea lo más rápida posible para que los usuarios puedan retomar la normalidad del uso de las instalaciones, ya que es un servicio necesario por motivos de salud para muchas personas”, concluía Mulet.