Decía el filósofo Giles Bert que el carnaval representa el único momento de igualdad absoluta entre todos los seres humanos. No hay ningún disfraz mejor que otro. Y es cierto que por más que uno piense, cuesta dar con situación de igualdad semejante en cualquier otro momento de nuestras vidas como sociedad. Sea como fuere, el carnaval representa un periodo de cierta permisividad en la que abundan los espectáculos y los desfiles con disfraces y máscaras.
Esta fiesta se celebra los días previos a la cuaresma cristiana, la cual se inicia el Miércoles de Ceniza. Se trata, por tanto, de una fecha variable que siempre arranca a lo largo del mes de febrero, y cuya extensión dura según caiga cada año la Semana Santa. Usualmente, comienza un jueves al que se le conoce como jueves Lardero y termina el martes posterior o Martes de Carnaval.
5.000 años atrás
Los registros del verdadero origen del carnaval datan de 5.000 años atrás entre las poblaciones sumerias y egipcias. Para los sumerios, pueblo de la región histórica de Oriente Medio que abarcaba la parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris, era importante expulsar a los malos espíritus de las cosechas con una gran fiesta.
Por su parte, los egipcios, expertos en la medicina y en la astronomía, consagraban estos días a Apis, el dios asociado a la fertilidad. En València sus vecinos consideran los días de carnaval como la antesala de las Fallas. Es el acto lúdico del mes de febrero previo a las fiestas josefinas del mes de marzo; diferentes distritos de la ciudad han apostado por su celebración. Algunos barrios como el de Ruzafa dedican los últimos años especial cuidado a esta celebración.
Se celebra los días previos a la cuaresma cristiana, la cual se inicia el Miércoles de Ceniza
Tapas en el carnaval
Ruzafa, uno de los barrios más de moda en València desde hace unos años, con su carnaval involucró el pasado 2024 a dos millares de personas. En el mismo se congregaron al final más de cinco mil de todas las nacionalidades. Este año incluye en su programa de actividades culturales y sociales, conciertos, exposiciones de disfraces de varias culturas, charlas, etc.
Además, son más de treinta los locales que participan en una nueva edición de la Ruta Tapa y Copa Solidaria en Ruzafa, que forman parte de las actividades del carnaval y en donde cada local ofrecerá una tapa o copa especial durante la duración del carnaval.
En Ruzafa se congregaron el año pasado más de cinco mil personas de diversas nacionalidades
Benimaclet
El barrio de Benimaclet quiere volver a impulsar su particular carnaval. Hasta hace unos años gozaba de importancia en un barrio con perfil cada vez más universitario. La cartelería y los diversos actos lúdicos se han ido diluyendo en comparación a otras ediciones, hecho que la junta de barrio desea revertir para recuperar ese magnetismo que atraía a vecinos de otros distritos del ‘cap i casal’ e incluso del área metropolitana, en especial de l’Horta Nord y del Camp del Túria.
Así, la voluntad es que junto al desfile se impulse una serie de citas populares tales como fiesta infantil con chocolatada a media tarde, y las actuaciones musicales a base de ‘dolçaines i muixerangues’. Todo ello sin olvidar los tradicionales gigantes acompañando a la gente disfrazada que desfilará por este barrio periférico de la ciudad.
La Sociedad Musical Unión de Pescadores es muy creativa en el carnaval del Cabanyal
El Cabanyal
Otro de los barrios que vio su actividad carnavalera afectada por el confinamiento y posteriores consecuencias de la covid fue el entorno marinero del Cabanyal. La Sociedad Musical Unión de Pescadores siempre ha sido muy creativa a la hora de confeccionar temáticas, como la de hace unos años cuando hizo un guiño al mítico carnaval de Nueva Orleans.
Las calles del Cabanyal, para muchos el segundo barrio de moda junto a Ruzafa, quieren llenarse de música, confeti, risas y color desde primera hora de la mañana para atraer así la atención del creciente número de turistas que, cada vez más, escogen el barrio marinero para alojarse.
Requena y Villar del Arzobispo
No queremos terminar este reportaje sin recordar los otros carnavales que se celebran más allá del ‘cap i casal’ y que gozan de gran popularidad entre los valencianos. Uno de ellos si sitúa hacia el norte. Hablamos de los famosos carnavales de Vinaroz (del 15 de febrero hasta el 3 de marzo), uno de los eventos más destacados de la costa mediterránea.
Esta localidad se prepara para celebrar su 43 aniversario con una programación excepcional. Vinaròs vibrará con una programación variada que fusiona tradición, alegría, gastronomía y un ambiente familiar e inclusivo.
Tampoco hemos de olvidarnos de otras localidades con tradición, como el caso de Villar del Arzobispo. Esta localidad del interior de la provincia es conocida, sobre todo, por el ímpetu de esta fiesta, atrayendo a todos los vecinos de la comarca. También destaca el de Requena (15, 16 y 17 de febrero) o el de Rafelbunyol, municipio de l’Horta Nord que, aunque celebra el suyo al acabar el verano, conviene tenerlo apuntado ya en la agenda.