En Massamagrell hay muchas carnicerías. Y hornos. En activo o que se traspasan. Todo ello evidencia el buen gusto por la mesa de esta localidad de l’Horta Nord que linda con un buen número de pueblos, como Museros, Puebla de Farnals o Massalfassar.
Además, pone una placa conmemorativa a los vecinos que han plantado un árbol en su avenida principal; esa vía flanqueada por palmeras que se estira desde Museros hasta Puebla de Farnals. Y se ve mucho ciclista de aquí para allá. Como en el resto de localidades de esta comarca, la venta de cítricos y leña aparece casi en cada portal de vecino. E incluso en la entrada de negocios ajenos al sector.
Lo que muchos no saben es que en esta localidad, en la que también se encuentran interesantes ermitas y alguna que otra edificación civil muy atractiva, nació a mediados del siglo XIX Luis Amigó, fundador de dos congregaciones religiosas (las Religiosas Terciarias Capuchinas y los Religiosos Terciarios Capuchinos) y figura ilustre en el mundo de la educación y la solidaridad.
Casita color salmón
En el número 80 de esa misma calle Mayor de la que antes hemos hablado aparece una casita rosa. Se trata de una vivienda ni muy grande ni muy pequeña. Ni muy moderna ni muy descuidada. Hay que señalar que no todas las fachadas de las casas de esa calle principal mantienen su atractivo estético de tiempos pasados. Ahí mismo nació Luis Amigó.
Dos lucernarios en lo alto, como si los ojos del obispo aún observaran el quehacer diario de los vecinos de su pueblo natal, rompen con el diseño de la época. Un poco más abajo de éstos, a la derecha, el transeúnte puede ver una inscripción que recuerda por parte del ayuntamiento este hecho. La placa fue colocada en 1952 y restaurada hace ahora veintiún años.
La casa natalicia del obispo se conserva en perfecto estado en la avenida principal del pueblo
Plaza de la Constitución
El hogar que vio nacer a Luis Amigó no representa su único rastro en Massamagrell. El municipio, además, erigió una estatua en su honor que se halla en la misma plaza de la Constitución para orgullo de todos los vecinos de esta localidad de l’Horta Nord.
Más allá de los lindes del municipio los monumentos a su figura se repiten. De hecho, frente a la entrada de la catedral de Segorbe, en la provincia de Castellón, existe una magnífica estatua suya. En Godella también aparece su huella, sobre todo con el impresionante centro educativo que lleva su nombre en la carretera que une Burjassot con esta localidad y Rocafort.
Su figura aparece más allá de Massamagrell, como en la entrada de la catedral de Segorbe
Vocación temprana
Luis Amigó y Ferrer nació en Masamagrell el 17 de octubre de 1854. Lo bautizaron al día siguiente con el nombre de José María Amigó y Ferrer. Fue el cuarto de los siete hijos del matrimonio de Gaspar Amigó y Chulvi y Genoveva Ferrer y Doset. Vivió su infancia y su juventud en València.
Ya de joven empezó a dedicar parte de su tiempo libre y de ocio a los marginados de su entorno. Iba por los hospitales visitando a los enfermos y atendiéndoles en sus necesidades. Frecuentaba las barracas, las alquerías y las demás casas aisladas de la huerta valenciana, acompañando a sus habitantes y, en particular, a los niños y a los jóvenes.
Luis Amigó y Ferrer nació en Masamagrell en 1854, siendo el cuarto de siete hermanos
Reclusos y mujeres
En 1879 recibió su ordenación diaconal (8 de marzo) y sacerdotal (29 de marzo), después de reabrir el antiguo convento capuchino en Montehano, siendo sus grandes preocupaciones el cuidado de los encarcelados y la educación cristiana de la juventud. En 1885 fundó la Congregación de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia en el Santuario de Nuestra Señora de Montiel (Benaguacil) para atender obras de caridad con mujeres y niñas abandonadas.
Tan sólo cuatro años más tarde, el 12 de abril de 1889, fundó la Congregación de los Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, también llamados ‘amigonianos’, para atender reclusorios de jóvenes procurando su resocialización en la sociedad.
Obispo en Segorbe
El 9 de junio de 1907, Luis Amigó recibió la consagración episcopal. Ejerció como obispo auxiliar en la diócesis de Solsona hasta 1913, año en que fue designado obispo titular de la diócesis de Segorbe. Falleció el 1 de octubre de 1934 en Godella. Su cuerpo fue trasladado a su pueblo natal y reposa en el sepulcro junto a la iglesia de las Terciarias Capuchinas.
Luis Amigó, que posee también una calle en València, es sin duda una figura destacada en su Orden Capuchina. En términos educativos también aparece como patrón de muchos colegios y centros reeducativos que lo toman como un ejemplo de constancia y fe. Las instalaciones de las Escuelas Profesionales Luis Amigó (EPLA), en Godella, simbolizan perfectamente la altura humana de este ilustre masamagrellés, que actualmente está en proceso de beatificación.