Entrevista> Paz Navarro / Presidenta de AJEV (Valencia, 14-agosto-1984)
La Asociación de Jóvenes Empresarios de Valencia (AJEV) reúne a más de quinientos miembros, desde micropymes y autónomos hasta empresas con cientos de empleados. Su misión es acompañar a estos jóvenes empresarios en su camino emprendedor, brindándoles mentorización, visibilidad y oportunidades de conexión, con el objetivo de facilitar su consolidación y crecimiento.
AJEV desarrolla una completa agenda mensual de actividades que abarca desde eventos formativos hasta encuentros de networking. Además, ofrece representación ante las administraciones públicas y proporciona información actualizada sobre ayudas y subvenciones.
Al frente de la asociación está Paz Navarro, emprendedora del sector editorial y fundadora de la Editorial Sargantana. Convencida del papel clave del asociacionismo en el desarrollo del tejido empresarial joven, asumió la presidencia de AJEV hace un par de años con el propósito de aportar su visión y contribuir a mejorar las condiciones del ecosistema emprendedor en Valencia.
Para aquellos que aún no conozca AJEV, ¿cómo definirías la asociación y cuál es su principal propósito?
Es una asociación sin ánimo de lucro con más de 40 años de trayectoria, cuya misión es consolidar y fortalecer el tejido empresarial joven de la provincia de Valencia. Nos enfocamos en proporcionar herramientas, formación, acompañamiento y espacios de networking que ayuden a nuestros asociados a que sus empresas crezcan, se mantengan en el tiempo y superen el difícil reto de sobrevivir más de una década, algo que solo un 10 % consigue actualmente.
¿Qué valores identifican a AJEV como entidad?
Trabajamos con propósito, compromiso, cercanía, colaboración y espíritu de mejora constante. AJEV tiene un papel fundamental como apoyo para quienes emprenden, pero también como interlocutor con las instituciones públicas, con quienes buscamos visibilizar la realidad del empresariado joven. Además, colaboramos activamente con otras entidades y participamos en eventos que fortalecen el ecosistema empresarial. Participamos en muchos eventos para ayudar al crecimiento de las empresas.
¿Cuáles fueron los motivos para implicarte en AJEV y asumir la presidencia?
Formé parte de AJEV desde abajo, primero como vocal y luego como vicepresidenta. Conocía bien la organización y su funcionamiento. Cuando el anterior presidente decidió dar un paso al lado, sentí que era el momento de aportar desde otro lugar.
Para los miembros de la directiva es nuestra oportunidad de realizar una labor social. Creo profundamente en el valor del trabajo colectivo y en que, si todos sumamos desde nuestro ámbito, se pueden generar cambios reales y ayudar a mejorar las cosas.
«Quiero ayudar a profesionalizar la asociación y acercarla a toda la provincia»
¿Cómo es el equipo que te acompaña en esta etapa? ¿Qué perfiles o sectores están representados?
Tenemos un equipo muy diverso, tanto por sectores como por perfiles profesionales. Desde autónomos y empresas unipersonales hasta compañías con decenas de trabajadores. Este abanico nos permite tener una mirada transversal de la realidad empresarial valenciana. La profesionalización del equipo y la digitalización han sido claves para poder absorber el crecimiento que hemos experimentado en los últimos años.
Describe tu proyecto a medio y largo plazo como presidenta.
Mi objetivo siempre ha sido aportar valor, profesionalizar la asociación y acercarla a todos los rincones de la provincia. En estos años hemos crecido más de un centenar de socios, creado comisiones de trabajo específicas, como la de innovación o la de acción social, porque las empresas son dinámicas.
Además, hemos potenciado la descentralización de AJEV, acercándonos más a los municipios del área metropolitana de València y estableciendo lazos con otras entidades. Me gustaría que se recordase esta etapa como un periodo de apertura, modernización y compromiso con las personas.
¿Qué requisitos han de reunir los asociados?
Condición indispensable es tener una empresa o ser autónomo, pero también es importante querer crecer y mejorar como profesional, apoyándose para ello en una comunidad empresarial. Como nuestro propio nombre indica, hemos de tener un límite de edad por el cual los mayores de 43 años ya no tienen derecho a voto. No expulsamos a nadie, pero lo natural es que la pertenencia a AJEV sea una etapa en la evolución de los empresarios.
«Existe una percepción negativa del empresario, como si solo buscara su beneficio»
A tu juicio, ¿cuál es la situación actual de los jóvenes empresarios y emprendedores valencianos?
Complicada e incierta. Hay muchas trabas administrativas, normativas laborales rígidas y una falta de comprensión por parte de las instituciones. A menudo nos toca hacer malabares para poder cumplir con todo lo que se nos exige. No todos somos Amancio Ortega, pero queremos contribuir a la creación de empleo estable y de calidad.
Por otro lado, también hay mucho compromiso, solidaridad y capacidad de adaptación. La respuesta del empresariado joven tras la DANA ha sido admirable: solidaridad, cercanía y entrega absoluta hacia las personas y negocios afectados. Creo que hemos estado a la altura cuando los políticos no lo han hecho.
En tu opinión, ¿cuáles son las principales barreras o dificultades a las que se enfrentan?
La financiación es un obstáculo clave para quienes empiezan sin respaldo familiar ni avales. Que crean en ti y en tu proyecto puede ser arduo. También hay que señalar la dificultad para encontrar equipos humanos adecuados y la presión normativa, especialmente en sectores como hostelería, turismo o construcción.
Muchas de las medidas laborales actuales no se ajustan a la realidad de las pymes o los inicios empresariales. Emprender es realmente una tarea muy complicada y no debería meterse a todos en el mismo saco y exigirles tanto, especialmente en ese momento.
¿Sientes que desde las administraciones públicas se apoya adecuadamente el emprendimiento joven?
Hemos trasladado nuestras necesidades en múltiples ocasiones, a todos los políticos que nos han querido atender, pero la respuesta no siempre ha sido la esperada. Las políticas públicas tienden a ser demasiado genéricas, sin tener en cuenta la casuística concreta de los territorios o sectores. Necesitamos medidas más ajustadas y un compromiso real con el emprendimiento joven. Hay que evitar las desigualdades.
«Emprender es realmente una tarea muy complicada y no se debería exigir tanto»
¿Crees que la figura del emprendedor está suficientemente valorada por la sociedad?
No está valorada. Al contrario, se ha desprestigiado. Sigue existiendo una percepción negativa del empresario, como si explotara o solo buscara su beneficio. Se olvida que generamos empleo, riqueza y bienestar. Arriesgamos nuestro patrimonio, salud y tiempo por sacar adelante proyectos que benefician a toda la sociedad. Es algo que se debería poner en valor, porque somos necesarios para la sostenibilidad de la economía.
En tu experiencia, ¿qué tienen en común los jóvenes empresarios que logran consolidarse?
Compromiso, optimismo, resiliencia y muchísima cultura del esfuerzo. Las jornadas de trabajo son maratonianas y los retos constantes, pero también hay una gran capacidad de adaptación, solidaridad y talento.
Se habla mucho de innovación en los nuevos modelos de negocio ¿que estáis haciendo desde AJEV?
Es fundamental. Aunque a veces se asocia la innovación solo con startups tecnológicas, también los sectores tradicionales innovan cada día y llevan haciéndolo toda la vida en sus procesos de trabajo, en atención al cliente, en comunicación… Por eso creamos una comisión específica para dar visibilidad a esa innovación que ya estaba presente, pero no se reconocía lo suficiente. Quien no innove, no puede sobrevivir.
«Todos queremos contribuir a la creación de empleo estable y de calidad»
La actual demanda de mayor sostenibilidad a las empresas ¿puede resultar una carga?
La sostenibilidad es algo que está en la mente de todos, quizás a pequeños niveles, pero estamos concienciados con hacer las cosas bien, reutilizar y no desperdiciar. La realidad es que necesitamos consumir energía y utilizar todo tipo de productos. Estaría bien que se ayudara más a desarrollar la sostenibilidad empresarial porque cuesta más ser sostenible cuando se cuenta con menos recursos.
¿Qué consejos darías a una persona joven que hoy esté pensando en emprender?
Que no será fácil, pero sí que merecerá la pena. Y que no lo intente hacer solo. El asociacionismo, el networking y el aprendizaje colectivo son herramientas muy necesarias para crecer más rápido y sentirse acompañado. En AJEV, precisamente, construimos esa comunidad de apoyo.
Háblanos de tu trayectoria antes de llegar a la presidencia de AJEV.
Fundé Editorial Sargantana hace casi 10 años junto a mi marido. Empezamos desde cero, con un despacho en casa, y hoy gestionamos ocho sellos editoriales, vendemos en América y contamos con un equipo de más de una docena de personas, más autónomos y colaboradores.
«El asociacionismo es una herramienta necesaria para crecer más rápido»
¿Compaginar tus responsabilidades en Sargantana con tu papel al frente de AJEV es difícil?
Recurro a mucha organización y pasión. Soy muy meticulosa con mi agenda, y aunque los días son intensos, lo disfruto. Sé que es una etapa y estoy tratando de exprimirla al máximo. Aunque resulta agotador, me digo a mí misma que ya descansaré.
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo en el mundo editorial?
Acompañar a personas en su sueño de publicar. Romper con el hermetismo y la frialdad del sector, apostar por el trato humano y por poner en valor la cultura desde una visión cercana. Ver cómo un autor cumple su sueño es muy gratificante.
Como responsable de una editorial, recomiéndanos algún libro…
Si te gusta la novela histórica recomiendo “Un testigo llamado Cervantes”, que recoge una parte inédita de la vida del escritor, permitiéndonos conocer historia de España e incluye un pasaje que sucede en Valencia. A nivel general, nuestro libro más vendido es “Paella Lovers”, que incluso hemos traducido al inglés porque gusta mucho a los turistas. Es un recetario atípico y muy creativo.