Entrevista > Bernat Quetglas / Músico (Marratxí, Mallorca, 16-abril-1993)
El panorama musical de nuestra localidad está de enhorabuena, porque como muchos músicos remarcan “jamás hemos tenido un director en la Orquesta Sinfónica de esta categoría”. Se trata del mallorquín Bernat Quetglas, quien se inició en la música con apenas cuatro años.
“Comencé, se puede decir, por recomendación de un amigo de mis padres, que vio algo diferente en mí”, rememora casi tres décadas después. El interés musical llegó solo, sin referentes en la familia, tras acudir a algunos conciertos.
Seguidamente fueron varios años en el Conservatorio de Mallorca, perfeccionando la técnica. Tanto trabajo, también en Madrid, dio sus frutos y, aparte de su labor en Alcoy, Quetglas reparte su tiempo en la Orquesta de Cámara de Mallorca -de la que es fundador- y como director invitado en las de Alicante, Gran Canarias, Islas Baleares, Asturias…
¿Tus inicios musicales están vinculados a Bernat Pomar?
Pomar fue un gran pedagogo a nivel de violín, instrumento que tocaba con maestría en la Orquesta Sinfónicas de las Islas Baleares. Además, implementó el Método Suzuki en las islas, orientado sobre todo a infantes.
Mi profesor fue un iniciador de esta metodología, que tardó años en llegar a España. Son muchos los músicos profesionales de mi generación que surgieron de las clases de Bernat Pomar, como Francisco García Puyana, solista internacional.
Tras Palma el siguiente destino fue Madrid.
Donde estudié composición y dirección de orquesta. Me interesaban estas vertientes porque sirven para comprender mejor cómo está construida esa música, para después disponer de herramientas adecuadas para crear la mía propia.
En la dirección igualmente investigas cómo ese autor engendró esta obra, qué sentimientos tenía en ese instante, para dotarla de una interpretación personal. Intentas mimetizar con el maestro y hacer esa pieza tuya.
«Me interesa la composición, saber cómo está construida esa música para después crear una propia»
¿Dónde prosiguió tu formación?
Junto al director de orquesta uruguayo Nicolás Pasquet en la localidad alemana de Weimar. No llegué a vivir como tal en el país germano, sino que fueron dos años de ir y volver continuamente, al también comenzar a trabajar en el Conservatorio de Palma.
Weimar, ciudad histórica y muy cultural, fue donde desarrolló gran parte de sus pensamientos Goethe, e incluso diseñó un parque. Pero en la ciudad también vivieron, por ejemplo, Johann Sebastian Bach o Richard Wagner.
Realmente no has parado.
A día de hoy ha cambiado un poco el paradigma del director. Antes se tenía la idea que debía ser una persona mayor, con muchos años de experiencia, pero ahora la dirección de orquesta se inicia a muy temprana edad, con la misma excelente preparación y calidad.
Tenemos el ejemplo de Klaus Mäkelä, director y violonchelista finlandés que con solo 29 años es, entre otras tareas, titular de las orquestas de París y Oslo. Empezó a dirigir con ¡12 años! Nos iremos acostumbrando a esta figura de director joven, valor extra que se ha puesto de moda.
«Actualmente ha cambiado un poco el paradigma de director y se considera un plus que sea joven»
¿Cómo te proponen dirigir nuestra Orquesta Sinfónica?
Hay mucha gente estudiando dirección de orquesta y eso provoca que cada oportunidad laboral se sepa pronto, más allá del ámbito local. Así, en cuanto Alcoy sacó la plaza de director la noticia voló por todo el país.
Me llegó y me pareció sumamente interesante, porque, aunque en Mallorca tengo mucho que hacer -así como en Sudamérica, principalmente Perú-, buscaba otro trabajo estable. Decidí apuntarme y contactaron conmigo.
Los objetivos, ¿cuáles son?
Pronto me di cuenta de que los caminos y retos de la orquesta eran unos en los que me podía sentir muy cómodo, al ser un proyecto que desea crecer y cambiar de besantes pasados, más locales. Anhelaba ser algo más ambicioso, cuidando siempre el ambiente y atmósfera alcoyana.
Pensé desde el primer momento que podía aportar mucho y, tras obviamente un proceso selectivo, nos entendimos rápidamente. ¡La orquesta se sintió igualmente cómoda conmigo!
Tenemos mucho trabajo por delante, pero será muy bonito, con los mismos objetivos, ideas y cómo perseguirlos -mediante un método similar-, algo fundamental. El futuro es prometedor.
«Buscamos que el nuevo proyecto sea más ambicioso, cuidando el ambiente y atmósfera alcoyana»
¿Irás y volverás como hiciste en Alemania?
Realmente la actividad de la orquesta no es tan frenética. Lo que vamos a hacer es modificar el método de trabajo, pues el ir semana a semana acaba produciendo cierto abandono, es rutinario y desanima.
Llevaremos a cabo una serie de encuentros -ensayos, mayor convivencia- cuando se acerque la fecha del concierto. Trabajaremos, de esta forma, tanto lo musical como lo humano, generando un ambiente de amistad y fraternidad e ilusión, ámbito que debemos potenciar.
¿Cuál es el proyecto más inmediato?
La cita obligada del concierto de la Misa de Sant Jordi, dentro de los actos de las fiestas de Moros y Cristianos.