La Biblioteca Central de Benidorm es un lugar donde la literatura se encuentra con la historia de forma inesperada. Entre sus estanterías y depósitos se esconden auténticos tesoros en forma de libros firmados y dedicados por sus autores, piezas únicas que han llegado en muchas ocasiones a través de donaciones anónimas. Obras que, además de su valor literario, encierran la magia de la cercanía con escritores que han dejado su huella con tinta y papel.
Fernando Maíquez, director de la biblioteca, nos guía en un recorrido por estas joyas bibliográficas, que no siempre están a la vista del público por motivos de conservación. “A veces, cuando recibimos donaciones, nos encontramos con auténticas sorpresas”, comenta.
Un ejemplo reciente es la aparición de un ejemplar de ‘Carta de batalla por Tirant lo Blanc’, dedicado y firmado por Mario Vargas Llosa a un tal Ricardo García. ‘Para Ricardo García, afectuosamente, Mario Vargas Llosa’, reza la dedicatoria que convierte este libro en una pieza especial dentro de la colección.
Dedicatorias con historia
Entre los ejemplares destacados, la biblioteca también cuenta con un libro del aventurero y escritor César Pérez de Tudela, dedicado a un tal José Ricardo: ‘Suerte, José Ricardo. Tu amigo, César Pérez de Tudela’. También se encuentra una obra del reconocido dibujante Malagón, quien dejó su sello personal en un ejemplar de ‘El Encanto de Babel’, con su característico autorretrato junto a unas palabras llenas de humor y amistad.
Pero sin duda, una de las mayores joyas de la colección es un poemario de Juan Ramón Jiménez, editado en 1923, con una firma autógrafa del premio Nobel español fechada en 1931. “Es un ejemplar raro, con una tirada muy reducida. La firma está hecha con lápiz rojo y, con el tiempo, ha ido perdiendo intensidad”, explica Maíquez, quien resalta el valor sentimental y patrimonial de esta pieza.
Una de las mayores joyas de la colección es un poemario de Juan Ramón Jiménez, editado en 1923, con una firma autógrafa del premio Nobel español
Libros que guardan más que palabras
Además de estos nombres ilustres, el fondo reservado de la biblioteca alberga otros títulos firmados por personajes de relevancia histórica y cultural. Entre ellos, un libro de Emilio Ortuño, titulado ‘El problema ferroviario’, con una dedicatoria a un amigo distinguido, fechado en 1920.
También hay ejemplares de autores como Tomás Hortz, quien dejó su firma en ‘Toros y toreros’; o Arturo Avellá Rodríguez, un influyente periodista colombiano que dirigió importantes medios de comunicación y cuya obra ‘Entrevista con España’ también forma parte de la colección firmada de la biblioteca.
Otro de los ejemplares con una historia peculiar es el libro de María Mercader sobre su vida y su relación con el cineasta Vittorio De Sica. La obra está dedicada a la actriz Susana Estrada, quien fue la persona que donó el libro a la biblioteca. Mercader, además de su relevancia en el mundo del cine, era prima de Ramón Mercader, el hombre que asesinó a León Trotsky.
Los ejemplares más antiguos son consultables, aunque no prestables. Se pueden leer dentro de la biblioteca
Un fondo oculto, pero accesible
A pesar de la importancia de estos libros, no se encuentran en las estanterías de libre acceso. “Están en la trastienda, porque hablamos de ejemplares muy antiguos, de principios del siglo XX. No pueden estar expuestos porque están ya quebrados y hay que conservarlos de otra manera”, señala Maíquez. Sin embargo, estos libros no están fuera del alcance del público: “Son consultables, aunque no prestables. Se pueden leer aquí, dentro de la biblioteca”.
El proceso de donaciones es una de las principales vías por las que estos libros llegan a la biblioteca. “Hay años en los que recibimos muchas donaciones y otros en los que apenas llegan ejemplares”, comenta Maíquez. En los últimos tiempos, la tendencia ha sido al alza, alcanzando cerca de 3.000 donaciones anuales. “Muchas veces provienen de familias que han heredado bibliotecas personales y prefieren donar los libros antes que deshacerse de ellos”, explica.
El ejemplar más antiguo de la Biblioteca de Benidorm es una edición de ‘La dama de las camelias’ de principios del siglo XVIII
El libro más antiguo y otros tesoros
No obstante, no todo el material recibido se conserva. “Aceptamos casi todo, salvo enciclopedias, que suelen estar desactualizadas, libros de texto o formatos en desuso como VHS”, señala el director. “Pero a veces encontramos auténticas joyas entre lo que nos traen”.
El ejemplar más antiguo de la Biblioteca Central de Benidorm es una edición de principios del siglo XVIII de ‘La dama de las camelias’, de Alejandro Dumas. Aunque el fondo antiguo de la biblioteca es considerable, con cerca de 3.000 obras anteriores a 1956, son aproximadamente 1.000 los ejemplares que se consideran de especial valor bibliográfico.
Gregorio Marañón: «Los libros son vida»
Desde su inauguración en 1972, cuando se abrió la primera biblioteca pública de Benidorm en la calle Pal con el nombre de Gregorio Marañón, este centro cultural ha ido enriqueciendo su colección con obras de gran relevancia. Entre los documentos históricos que conserva, destaca el antiguo libro de firmas, donde personalidades como el propio Marañón, el premio Nobel de Medicina Von Euler o el escritor Torcuato Luca de Tena han dejado su testimonio.
“Los libros son la vida”, escribió Marañón en su visita inaugural. Y en la Biblioteca Central de Benidorm, la vida se conserva en cada página, en cada dedicatoria y en cada firma de los grandes autores que, sin saberlo, dejaron su huella en este rincón literario de la Marina Baixa.