Entrevista > Vicent Sanoguera Rubio / Compositor (Alcoy, 17-enero-1965)
Vicent Sanoguera Rubio jamás ha podido dedicarse a la música de una forma completa, pues trabaja en el sector textil, pero el talento que desborda cada vez que toca su instrumento -clarinete o requinto- o compone está fuera de toda duda.
Han sido muchas las obras festeras que ha compuesto para la filà Montañeses -la mayoría vigentes-, tantas que acabaron nombrándole Socio de Honor, aunque vaticina que su mejor trabajo está por llegar.
En los dos últimos años ha estado trabajando codo a codo con Jordi Grau en la elaboración del Requiem Fester, el comunicador con la letra y Vicent con la composición. “Han sido bastantes meses porque ocupo en la música el tiempo que me sobra, que no es mucho”, sostiene.
¿Cuándo empieza tu pasión por la música?
La heredé de mi abuelo materno (Juan Rubio Gil), que perteneció a una de nuestras bandas más célebres, La Primitiva. Natural de Villena, ejerció durante años como músico militar y tras la Guerra Civil se instaló en Alcoy, donde formó familia.
Uno de sus hermanos, Sebastián Rubio Gil, fue otro conocido compositor, autor del famoso pasodoble ‘El Tito’.
¿Su hija, tu madre, no siguió sus pasos?
A ella le gustaba muchísimo la música, pero ya sabemos cómo era la sociedad de entonces, donde lamentablemente las mujeres apenas contaban para nada. Ese amor por la práctica musical sí pudo pasármelo a mí.
«Jordi Grau me expuso hacer la única pieza que no existía como tal en el panorama musical de Alcoy»
¿También perteneces a La Primitiva?
Por supuesto, desde los diez años hasta pasados los cincuenta, más de cuatro décadas. Ahora no estoy en activo, han sido muchos años, no dispongo del mismo tiempo, estaba algo saturado y preferí distanciarme un poco. Sigo siendo socio.
¿En qué momento comienzas a componer?
Bien joven, con dieciocho o diecinueve años. Estrené el primer pasodoble para los Montañeses, que llevaba por nombre ‘Montañeses dianers’.
Un familiar se había apuntado a esa filà y le prometí que si desfilaba en la Entrada le haría un pasodoble, como cumplí. Desde entonces, hace más de cuarenta años, se toca ese tema en su primera diana.
Y ya no has dejado de colaborar con esa filà.
Les he hecho varias composiciones, como la marcha cristiana ‘Muntanyes i festa’, otra de procesión, que la tocan todos los años, ‘Prec d’un Muntanyes’ y me nombraron Socio de Honor en 2007. Desde ese instante, cada vez que tienen algún cargo en la Fiesta se ponen en contacto conmigo, les asesoro…
«La acogida del público fue fantástica, aunque algunos (pocos) se esperaban otra cosa, al ser música festera»
¿Cómo recuerdas el primer contacto con Jordi Grau?
Estábamos precisamente en un ensayo de los Montañeses, al que acudí poco menos de una hora. Se acercó a mí, y yo, sabiendo quién era, no recordaba su nombre, soy muy malo para esas cosas.
Me expuso la idea de hacer un Requiem Fester, la única pieza que no existía como tal en el panorama musical de Alcoy. Al principio no le contesté, porque me pareció un proyecto demasiado grande para mis características.
Cambiaste de parecer, por fortuna.
Jordi ya tenía escrito gran parte del Requiem, mientras yo tuve que comenzar de cero, una tarea, insisto, grande para mí, un músico que no es profesional, sino amateur en todos los sentidos, pese a que dispongo de estudios musicales.
Fue un año y medio de intenso trabajo, recompensado con un Teatro Calderón lleno el día del estreno, el pasado 15 de diciembre.
¿La satisfacción era indescriptible?
No sabría decir qué sentía, si satisfacción, nervios o una mezcla de todo, de tantos sentimientos. Era la primera vez que se tocaba una obra mía de carácter sinfónico… Dispongo de alguna otra, todavía sin ver la luz.
«Acabo de estrenar la marcha mora ‘Al-Batal’, que será interpretada por la banda de Planes en Muro»
¿Cuál fue el retorno del público?
Muy bueno, tanto de gente que conocía como de otros que no. Quizás algunos pocos -ligeramente decepcionados- esperaban otra cosa, porque al tratarse de una música de fiesta sospechaban que sería más parecida a una marcha mora o cristiana. Sin embargo, yo tenía claro que era música sinfónica.
¿Compones otro tipo de música?
Sí, pero hoy en día estrenar algo que no sea del mundo festero es sumamente complicado. Por eso quiero agradecer la labor de Jordi, que se encargó de toda la burocracia para llevar a cabo el concierto.
En el caso concreto del Requiem me inspiré en las melodías festeras de tres filaes de Alcoy (Montañeses, Vascos y Marrakesch), que todos los años se juntan para hacer una misa de difuntos.
¿Tienes algún proyecto más?
A principios de abril se estrenó una nueva marcha mora, ‘Al-Batal’, compuesta por mí y que será interpretada por la banda municipal de Planes en las fiestas de Muro.