El Gobierno de España lleva desde 2023 sin presentar un proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) al Congreso de los Diputados. Bien es cierto que la coalición gubernamental no cuenta con mayoría absoluta parlamentaria, pues PSOE y Sumar solo suman 147 de los 350 escaños que constituyen nuestra Cámara Baja. Sin embargo el ejecutivo no ha intentado ni tan siquiera elevar un documento presupuestario para su votación durante estos dos años.
“Presentar los presupuestos sin los apoyos correspondientes sería hacer perder el tiempo al Congreso y, por lo tanto, a los ciudadanos” declaró el presidente Pedro Sánchez ante el hemiciclo en un debate habido el pasado 26 de marzo.
El farolillo rojo
Se da la circunstancia de que en las últimas cuentas aprobadas en 2023 Alicante resultó ser la provincia de toda España con menor inversión proyectada por habitante. A quienes constituimos ya la cuarta provincia más poblada del país -solo superada por Madrid, Barcelona y València- apenas nos correspondieron 161 millones de euros, aún a pesar de que aportamos unos 3.000 millones en impuestos a las arcas estatales.
Esto significa un total de 85 euros por alicantino, una cantidad más pequeña que cualquiera de las otras 51 provincias españolas. Por poner algunos ejemplos comparativos Soria percibió 1.104 euros por habitante, Valencia 363, Barcelona 330, Murcia 316, Albacete 300, Madrid 193 o Málaga 132 euros.
Y lo peor es que esto fue como llover sobre mojado, ya que Alicante también había sido la más infrafinanciada del país en los presupuestos estatales de 2022. Por tanto, dado que los de 2023 continúan indefinidamente prorrogados hasta el día de hoy… en la práctica llevamos ya cuatro largos años siendo el ‘farolillo rojo’ de España.
Alicante aporta unos 3.000 millones de euros en impuestos, pero solo recibe 161
Tren al aeropuerto
Evidentemente toda esta falta de inversión se traduce en que numerosos proyectos pendientes en nuestra provincia se están eternizando. Y si probablemente existe una infraestructura que simboliza esto, es nuestro aeropuerto ubicado en El Altet.
En 2021 José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes, visitó nuestra tierra para presenciar el acto oficial por el que se le cambió oficialmente el nombre a Aeropuerto Alicante-Elche ‘Miguel Hernández’.
Pero en la provincia natal del célebre poeta oriolano todavía seguimos esperando que llegue una conexión ferroviaria hasta esta infraestructura que ayude a aliviar las colas que, tan habitualmente, se forman en su acceso ante la falta de suficientes taxis y frecuencias de autobús.
Cabe señalar que actualmente nuestro aeropuerto es el único entre los cinco con más tráfico de pasajeros en la España peninsular al que no se puede llegar en tren, ni metro, ni tranvía de ningún tipo.
Esperando la ampliación
Llevamos años de promesas políticas, pero las obras siguen sin comenzar. No fue hasta el pasado enero que por fin se convocó un concurso público para la redacción del proyecto de ampliación del aeropuerto que, supuestamente, incluirá también una conexión ferroviaria por Cercanías.
Sin embargo, para dicha redacción el Ministerio y Aena han fijado un plazo de cinco años. Así que parece que tendremos que seguir esperando hasta -como mínimo- 2030 solo para ver comenzar la construcción.
Además la cantidad asignada a este concurso -19,8 millones de euros- también ha sido objeto de algunas críticas por considerarse escasa para un proyecto de semejante envergadura.
Las obras para la conexión ferroviaria del aeropuerto no empezarían hasta al menos 2030
Segunda pista de aviones
De igual forma gran parte del sector turístico de la Costa Blanca lleva años demandando que se construya una segunda pista para el despegue y aterrizaje de aviones en El Altet, dado que nuestro aeropuerto está cosechando cifras récords de pasajeros hasta el punto de que en 2024 ya superó los 18 millones.
No obstante cuando los ministros del Gobierno han sido cuestionados al respecto, por el momento siempre han considerado que esta construcción no es “todavía” necesaria.
Cercanías del siglo XXI
Aunque ésta no es ni mucho menos la única reivindicación ferroviaria habida en la provincia. La red de Cercanías que conecta San Vicente, Alicante, Elche, Crevillent, Albatera, Callosa, Orihuela y Murcia sigue siendo una de las más anticuadas de España.
Los usuarios llevan décadas reivindicando que se electrifique (las locomotoras aún funcionan a gasoil), que se doblen las vías (la gran mayoría de los tramos son de vía única, con los retrasos habituales que esto provoca) y que se amplíen las frecuencias. Además, buena parte de los trenes que cubren esta línea se encuentran considerablemente deteriorados, pues ya arrastran cuatro décadas de funcionamiento.
De igual modo desde hace tiempo el Ayuntamiento de Alicante viene reivindicando que se construya una nueva variante ferroviaria por Torrellano como alternativa para salir de la ciudad, con objeto de que los Cercanías dejen de circular junto al litoral frente al parque de El Palmeral y la EUIPO.
Lo último sabido es que el Ministerio aseguró este invierno haber activado tanto la tramitación de la Declaración de Impacto Ambiental, necesaria para realizar esta actuación, como la expropiación de diecisiete fincas en el término municipal de Elche. Supuestamente en el proyecto final también se habilitaría una parada de la línea de Cercanias en el Parque Empresarial ilicitano.
Diferentes entidades han reclamado líneas ferroviarias entre Alcoy-Alicante y Denia-Gandía
Nuevas líneas ferroviarias
Por otra parte llama poderosamente la atención que una ciudad que acaba de superar los 100.000 habitantes empadronados (y todos sabemos que en la práctica son bastantes más) como Torrevieja siga sin tener disponer de ningún tren para llegar a ella. Un caso bastante inaudito tanto a nivel de España como incluso de la Unión Europea.
Asociaciones empresariales, universidades e incluso los propios ayuntamientos implicados han presentado públicamente proyectos para determinar cómo debería ser una conexión ferroviaria entre Orihuela y Torrevieja. No obstante por el momento… parece que todo ha caído en saco roto.
Otras importantes ciudades que llevan décadas reclamando una nueva línea de tren son Alcoy (hasta Alicante) y Denia (hasta Gandía). Para el primer proyecto la entidad Alcoy Industrial presentó recientemente un estudio de viabilidad apoyado por la Diputación. Para el segundo también se ha presentado una propuesta redactada por varias asociaciones y las universidades de Alicante y València.
Sin embargo continuamos sin tener noticias al respecto en lo que se refiere a la Administración Central. Lo que sí es un hecho es que la línea ferroviaria que une Alcoy con Xàtiva ha cerrado por obras, y no se espera su puesta en marcha hasta diciembre de 2026. Mientras tanto, Renfe ha habilitado un servicio de autobús.
El acceso a Torrevieja
Amén de las citadas reivindicaciones ferroviarias, también seguimos esperando importantes inversiones en nuestras carreteras. Quizás la demanda más histórica sea la realizada desde hace décadas por Torrevieja para duplicar los carriles de la N-332 en su entrada, dado que aquí se producen unos tremendos atascos de vehículos especialmente en temporada alta.
Este pasado mes de febrero el Ministerio para la Transición Ecológica emitió un informe favorable a esta pretendida actuación. De hecho ya hay un anteproyecto redactado por parte del Ministerio de Transporte con un presupuesto de 55 millones de euros. Sin embargo el ayuntamiento torrevejense ha advertido que dicha actuación solo contempla cuatro de los casi ocho kilómetros que están pendientes de desdoblar.
“De hacerse así, se daría la paradoja de que los tres kilómetros restantes quedarían con un carril de único sentido, concentrándose todavía más las retenciones de tráfico existentes” advirtió el gobierno municipal de Torrevieja en un comunicado.
El Gobierno solo contempla desdoblar la mitad del acceso a Torrevieja
Obras en carreteras
Otra actuación pendiente es la incorporación de un tercer carril en el tramo de la A-70 desde Elche hasta el túnel de Sant Joan, para aliviar la habitualmente tan saturada Circunvalación de Alicante. Mientras que seguimos esperando, el Gobierno accedió a liberalizar los peajes de la A-7, aunque por el momento esta medida oficialmente es solo provisional hasta febrero de 2026.
Precisamente hablando de la A-7, este pasado octubre comenzaron las obras para añadir un tercer carril en el tramo desde Crevillent hasta la salida a Orihuela y Benferri. Según las previsiones del Ministerio, estos diecisiete kilómetros no se habrán culminados hasta 2029.
Aunque probablemente la carretera más peligrosa hoy en día en cuanto a número de accidentes en nuestra provincia sea la A-31, concretamente en el tramo entre Monforte del Cid y Villena. El ministro Óscar Puente se comprometió, en una visita oficial a Alicante ocurrida en mayo de 2024, a “estudiar” la mejora de esta calzada y la implantación de un tercer carril. Sin embargo desde entonces… nada más sabemos.
Inversiones anti-DANA
Las infraestructuras hidráulicas son otro punto pendiente en la provincia de Alicante, por una doble necesidad. Por un lado para paliar los recortes de agua que se han producido últimamente en el trasvase Tajo-Segura. Por otra parte también necesitamos mejorar la capacidad de prevención de daños en caso de que cayera otra gran DANA como las habidas estos años recientes en València y la Vega Baja.
Precisamente esta comarca alicantina todavía continúa esperando que la Confederación Hidrográfica del Segura realice obras pendientes en la desembocadura de dicho río en Guardamar y en la Rambla de Avanilla, que permitan una mejor circulación del agua en caso de lluvias torrenciales.
Todavía quedan actuaciones antirriadas pendientes en la Vega Baja
Inversiones anti-sequía
Del mismo modo el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa lleva años reclamando la construcción de nuevas balsas y la mejora de los embalses de Guadalest y Amadorio, para así poder almacenar más agua en los años lluviosos (como está siendo este 2025).
Conviene recordar que dicha comarca sufrió episodios de sequía extremos este pasado verano, hasta el punto de que algunos ayuntamientos tuvieron que repartir agua potable embotellada entre sus vecinos dado que la que salía por los grifos de los hogares era demasiado salina como para su ingesta.
Otra actuación demandada es la reparación del embalse de San Diego, ubicado cerca de Villena, necesaria para consolidar el trasvase Júcar-Vinalopó. También la mejora de algunas de las depuradoras habidas a lo largo de la provincia.
Desalinizadoras
Ante la falta de todas estas infraestructuras hidráulicas, se ha encontrado como solución provisional efectuar una ampliación en la planta desalinizadora ubicada en Mutxamel para aumentar su capacidad. Los trabajos se iniciaron en noviembre.
Por su parte el Ayuntamiento de Benidorm ha iniciado los trámites para construir también su propia planta, si bien se ha solicitado ayuda económica al Estado para llevar a cabo este proyecto y que no se demoré más allá de 2028.
Desde el Consorcio de la Marina Baixa se piden más embalses para aprovechar las lluvias
Otras inversiones
Además cabe destacar que existen varios proyectos para ampliar el Puerto de Alicante, y así aumentar su capacidad de distribución de mercancías. Por no hablar de la retirada de las vías ferroviarias muertas que obstaculizan el acceso al Parque del Mar.
De igual forma Benidorm lleva esperando, desde 2015, que el Ministerio del Interior construya una nueva comisaría para la Policía Nacional en unos terrenos que fueron cedidos en aquel entonces por el Ayuntamiento.
Esperando mejores noticias
En diferentes declaraciones María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ha asegurado que el Gobierno no ha descartado aún presentar unos presupuestos para 2025 y que sigue negociando con grupos de la oposición. No obstante por el momento las previsiones no parecen ser demasiado prometedoras. En cualquier caso hay que tener en cuenta que la Constitución Española marca el 1 de octubre como fecha límite para elevar un proyecto presupuestario al Congreso, y se está incumpliendo reiteradamente.
A todo este negro panorama se suma que en el proyecto de Presupuestos de la Generalitat Valenciana presentados por el Consell se ha reducido en 70 millones de euros (un 15%) la inversión asignada a la provincia de Alicante respecto al año anterior.
Una bajada que probablemente era previsible tras la DANA caída en València, pero que también pone en duda algunas esperadas infraestructuras que son competencia autonómica como el TRAM hasta Sant Joan y Mutxamel, el puerto seco de Villena o diversas construcciones de centros sanitarios y educativos.
A diferencia del caso estatal, el proyecto presupuestario del Consell ya se está debatiendo en las Cortes Valencianas. Por tanto es posible que el documento final experimente algún cambio vía enmiendas antes de su aprobación definitiva.