Si hiciéramos una encuesta entre los festeros y les preguntáramos cuál es su acto favorito de las fiestas de Moros y Cristianos, unos responderían que los desfiles, otros que los religiosos, y algunos otros dirían que todo lo relacionado con la pólvora y la pirotecnia. Pero muchos coincidirían en que hay uno que, por su especial significación, ocupa un lugar preferente en el corazón de todos ellos.
Ese instante inigualable es cuando suenan los acordes del pasodoble ‘Petrel’, un momento diáfano, casi mágico, que va mucho más allá de lo meramente musical, y que convierte una ceremonia repleta de intensa emoción en algo parecido a una catarsis colectiva que parece adueñarse de miles de gargantas cuando entonan al unísono una letra bien conocida.
Con el paso de los años y fruto de ese compromiso común, la pieza musical, que también suena en otro tipo de actos como las fiestas patronales de octubre, se ha ganado un reconocimiento especial al convertirse en patrimonio de la ciudad y, desde 2019, en el himno oficial de la villa de Petrer.
Nacimiento
Para encontrar los orígenes de la obra hay que remontarse a 1968, cuando el alcalde Pedro Herrero encargó a su paisano y amigo, el sajeño Miguel Villar González (1913-1996), la composición de un pasodoble festero. Nacido en Sagunto, Villar llegó a ser uno de los compositores más prolíficos de música festera en la Comunitat Valenciana, y fue durante su estancia en Sax doce años como director de la Unión Musical y Artística, cuando alumbró la partitura.
Su estreno se produjo durante la tarde del lunes 12 de mayo de 1969 al finalizar la entrada de bandas de las fiestas en honor a San Bonifacio, siendo el propio maestro Miguel Villar quien, desde el balcón del castillo de embajadas situado en la plaza de Baix, entonces plaza del Generalísimo, levantó su batuta al aire por primera vez para dirigir los acordes del futuro himno.
Cabe mencionar que, durante mucho tiempo, se creyó que dicho debut había tenido lugar unos días más tarde, sin embargo, investigaciones realizadas por el estudioso local Manuel Villena han conseguido actualizar y concretar el día exacto del estreno en el referido 12 de mayo.
La partitura fue escrita por Miguel Villar en 1968 y en 1976 Hipólito Navarro añadió la letra
Comienza a sonar
Estos fueron, por tanto, los primeros pasos de una partitura que después recorrería diferentes localidades. El 25 de mayo sus notas sonarían en el Teatro Castelar de Elda, el 4 de julio llegaría a Sax, y al día siguiente volvería a tocarse en Petrer, en la plazoleta de la ermita de San Bonifacio durante las fiestas del Santísimo Cristo del Monte Calvario.
El 19 de abril de 1970 se oyó por primera vez en Alicante durante un concierto en la Explanada, y ese mismo año volvió a asomarse a nuestra localidad en las fiestas de moros de mayo al término de la entrada de bandas de música, nuevamente bajo la dirección de su propio autor, quien repetiría dirigiéndolo en unas cuantas ocasiones más a lo largo de década de los setenta, y una última vez en 1996, poco antes fallecer.
Durante años, la partitura se tocaba sin letra alguna, así que algunas voces comenzaban a alzarse diciendo, no sin razón, que una composición de estas características debería involucrar a todo el pueblo. Y qué mejor manera de hacerlo que dotarla de un texto para que pudiera ser cantada a pleno pulmón por un público jubiloso. Fue entonces cuando apareció la figura de otro de los hombres claves en esta historia, Hipólito Navarro Villaplana (1909-1995).
Se estrenó el 12 de mayo de 1969 al finalizar la entrada de bandas
El ‘otro padre’
Persona de gran inquietud intelectual, Navarro fue el primer cronista oficial de Petrer, además de presidente de la Unión de Festejos durante dos periodos, bajo cuyo mandato la fiesta despegó. Dedicó buena parte de su vida a estudiar y dar a conocer la historia y tradiciones de su pueblo de nacimiento, recibiendo al final de su vida, con todo merecimiento, el título de Hijo Predilecto de Petrer.
Como decíamos, la necesidad de dotar a la partitura de un alma vocal llevó a Hipólito Navarro en el año 1976 a escribir una letra animado por dos amigos suyos, Pascual Navarro y Paco Amat, y dado que la obra estaba escrita originalmente para ser interpretada con instrumentos, el texto hubo de ser modificado ligeramente para adaptarlo a la voz humana.
Mario Roig Vila dirigirá el pasodoble este año
Costumbre arraigada
Aunque su estreno llegó a finales de los setenta a cargo de la Coral Petrelense en un concierto festero, no se conoce con exactitud la fecha en la que empezaría a cantarse con su nueva letra en la plaza de Baix. Probablemente, la costumbre podría datarse en las fiestas de Moros y Cristianos de 1986.
Los primeros años de vida de la obra no fueron del todo boyantes al no gozar de un masivo consenso entre el público, y aún tendría que pasar tiempo para que fuera tomando cuerpo y presencia destacada en el corazón de todos los festeros.
Reconocimiento máximo
Actualmente, el pasodoble ‘Petrel’ se ha convertido en un elemento indispensable cada jueves de moros y hoy no se entenderían unas fiestas sin su presencia. Para hacerlo más grande y coincidiendo con el cincuenta aniversario desde que el maestro Miguel Villar lo estrenara por primera vez, en 2019 fue proclamado himno oficial de la villa de Petrer.
Es costumbre, además, que cada año, un músico de reconocido prestigio lo dirija. En esta ocasión, el responsable de seguir con la tradición será el compositor natural de Albaida (València), Mario Roig Vila, quien el próximo día 15 se subirá a lo alto del castillo de embajadas para dirigir los acordes de un himno que ya es eterno.