Entrevista > Mei de la Cruz / Cantante (Altea, 30-julio-1992)
La vida de Mei de la Cruz no ha sido sencilla, con infinidad de problemas vitales, que ha ido superando y aprendiendo de ellos. Antes, de pequeña aprendió a cantar y bailar de una forma autodidacta, tras unas pocas clases de danza.
“Nunca me enseñaron a cantar”, remarca, don que ha ido perfeccionando con el paso de los años, cantando incluso con las amigas por la calle. Ahora está plenamente focalizada en su pasión, la música, y nos presenta ‘Cosa de actitud’, su primer trabajo en solitario.
Las canciones del álbum, escritas por su pareja, Fernando Roncarolo, han contado con la colaboración de otros grandes profesionales, como Darío González, excepcional guitarrista, Jorge Fuentes, y su homólogo con el bajo.
¿Siempre quisiste cantar?
Así lo recuerdo, cantando desde los cinco-seis años, cuando mi madre me dejaba chapoteando en el baño. Mi vecina, de la misma edad, cantaba ‘María de la O’, primera canción que aprendí.
Mi madre me escuchó y se sorprendió muchísimo. A partir de ahí cantaba en fiestas o reuniones familiares.
«Llevo poco tiempo dedicándome plenamente a la música, tras formarme y trabajar como bióloga»
¿Te fijabas en alguna cantante en concreto?
En mi casa siempre se ha escuchado música, de todo tipo -jazz y clásica, principalmente-, y nunca he sido de ídolos. Me encantó la primera edición de Operación Triunfo, les decía a mis padres las canciones que me gustaban, como ‘A fuego lento’, de Rosana, buscaban la base de esta y la cantaba una y otra vez.
¿Cómo definirías tu estilo?
A medida que he ido creciendo he descubierto que lo que más me gusta es el jazz, los boleros, la bossa nova, en castellano, inglés o portugués, idioma que tiene mucha musicalidad.
Hace años fundé un grupo amateur y tocábamos de todo (covers) por los bares, pero soy sobre todo clásica. Ahora, por ejemplo, estoy en un taller de jazz.
¿Qué es ‘Cosa de actitud’?
Mucho más pop, con influencia de diferentes estilos, como Natalia Laforcade, alejándonos un poco de otros ritmos. Profesionalmente llevo poco tiempo dedicándome a la música, tras formarme y trabajar como bióloga.
La canción era más como una afición, pese a que siempre estuvo presente en mí. Decidí centrarme en ella poco antes de la pandemia, y de repente nos encerraron.
«Fue Fer, mi marido, quien me empujó a probar con la música, recalcándome que me iría bien»
Pero no abandonaste, fiel a tu carácter.
En absoluto. Vinculado a mi forma de ser, hace unos años tuve una enfermedad grave, autoinmune, que me afectaba al intestino grueso. Estuve muy mal, hasta que me operaron -dos veces- y pude ‘volver a vivir’.
¿Tanto te afectó?
Estuve muchos meses desanimada, ¡no podía hacer absolutamente nada! Después, cuando me puse buena, me dije ¿ahora qué hago?, porque todo era como volver a empezar. Fue Fer, mi marido, quien me empujó a probar con la música, recalcándome que me iría bien.
De hecho, él luego ha tenido mucho que ver en el álbum, porque es una de nuestras guitarras y el compositor de las canciones. ¡Las ha escrito para mí!
¿Cuáles fueron tus siguientes pasos?
Comencé a tocar en la calle, en el centro de Altea. Gustaba, iba repartiendo tarjetas y poco a poco me fueron llamando de otros sitios para cantar, pero llegó la pandemia y, como sabemos, nos encerramos en nuestras casas.
En el confinamiento me hice redes sociales, que están siendo fundamentales, confeccioné un repertorio y me preparé para lo que fuera.
«En marzo grabamos los primeros temas de ‘Cosa de actitud’, fue como una catarsis que salió bien»
¿Pensabas ya en hacer tu primer álbum?
Eso llegó mucho más adelante, y nos sucedieron otras cosas, como la inauguración de un negocio propio. Hará un año conocimos a Darío González, le mostramos mis canciones, le encantaron y se unió a nosotros, igual que Jorge Fuentes y Quique Ramírez.
Comenzamos a montarlas, pero íbamos perdidos, al no hallar el estilo ni cómo queríamos sonar. Nos faltaba la visión y ayuda de un productor, y fue precisamente Darío el que nos contactó con Samuel Ferrer.
¿Cuándo grabaste los primeros temas?
En marzo, en Studios Farkosten, de Mattias Eklund: una catarsis, porque no sabía cómo iba a salir, al haber tantas personas y egos involucrados. Pero resultó una maravilla y estoy muy satisfecha del resultado de las primeras canciones, ‘Cosa de actitud’ y ‘Luna’.
Recientemente hemos grabado ‘Como la primera vez’ y ‘Caminos de tierra y piedra’, una colaboración con ‘Las Lloronas’. El álbum contará con ocho temas, que podrían ser diez.
¿La idea es después hacer gira?
Ahí va a ser importante el crowdfunding que hemos puesto en marcha, porque deseamos finalizar ‘Cosa de actitud’ en septiembre, que en noviembre esté en todas las plataformas y seguidamente grabar un videoclip y hacer una serie de conciertos.