El karate, literalmente ‘mano vacía’ en nipón, es un arte marcial cuyo origen se remonta al siglo XVI en la isla de Okinawa (Japón). Se caracteriza por el uso de los puños, con muchas influencias de técnicas procedentes de la lucha nativa.
En la actualidad, después de más cambios a lo largo del siglo XX, el karate-Do se fundamenta en el empleo de golpes de puño, bloqueos y patadas, recibiendo diferentes nombres según la zona del cuerpo a defender o atacar.
Nuestra localidad cuenta con el Club Karate Seishin, dirigido por el maestro Raúl Illán Pujante (1976). Este año celebran su décimo aniversario y lo hacen como una de las escuelas más potentes de la Comunitat Valenciana, “como demostramos en la competición”.
Más como deporte
Raúl comenzó a practicar esta disciplina con cinco años de la mano de Jerónimo Bonmatí Rodes, “el Sensei de Santa Pola”. Sin gustarle excesivamente el fútbol u otros deportes, “probé el karate, me agradó y me quedé”, resume. De eso hace más de cuatro décadas.
“Todas las artes marciales son parecidas en estos momentos”, indica, brindando una enorme humildad y compañerismo, aunque considera que el karate “tiene un punto a mayores al haberse involucrado más como deporte de competición”.
Se trata de un paso adelante que “tiene división de opiniones dentro del mundo del karate”, reflexiona, aceptando las críticas hacia el de contienda. Ya no se queda únicamente en lo tradicional, “ha sido deporte olímpico y se vive mucho más la competición, conocer aspectos más allá de las cuatro paredes del dojo”.
La disciplina y el respeto son claves en el karate, virtudes que pueden proyectar a otros ámbitos de la vida
Las reglas sagradas
El karate mostraba antaño dos vertientes, la tradicional y la de competición, “pero al final todo en la vida es una prueba competitiva, en el dojo también”, matiza el maestro. Las reglas sagradas de este arte marcial son respeto, rectitud, esfuerzo y constancia.
Esta disciplina es clave, “pero debe venir arraigada desde casa, proyectándose seguidamente a otros ámbitos de la vida”, sostiene el maestro Illán. Algunos no la asumen, los mínimos, y deciden no continuar.
Además, agrega que “los niños aquí se transforman, ven más cosas y lo primero que hacen es predicar con el ejemplo”. Si el maestro te dice una cosa, se cumple, al instante.
Raúl Illán Pujante es el maestro del club, que actualmente cuenta con alrededor de 110 alumnos
Fundación del club
Illán Pujante entrenaba en el gimnasio de su profesor y anhelaba avanzar un poco más, fundando su propio club, Karate Seishin, en 2015, hace ya diez años. “Me veía preparado para montar mi escuela”, se sincera.
La idea es celebrar pronto esa efeméride, con el máximo número de integrantes de la familia. A día de hoy albergan unos 110 alumnos, ¡con un único maestro! “Es cierto que recibo la ayuda de mi hijo, Diego, o de adultos avanzados, igualmente cinturones negros”.
Aunque suene sorprendente, el porcentaje de chicas que asisten a sus clases es superior al de chicos, un 55%, “toda una alegría que las niñas tiren del carro”.
Uno de sus próximos retos es superar las pruebas autonómicas por equipos y clasificarse para el campeonato nacional
Nivel alto
En cuanto al nivel del club, el maestro se enorgullece al decir que es sumamente alto, participando en competiciones estatales. “Nuestros infantiles suelen optar al Campeonato de España”, remarca, tras superar las pruebas autonómicas, “la barrera que hay que pasar”.
La fuerte exigencia les obliga a impartir clases todos los días de la semana. “El próximo reto es clasificarse para el campeonato de España de Clubes, el 14 de junio en Valdepeñas (Ciudad Real) donde no se competirá de forma individualizada, sino por equipos”, puntualiza. Las ‘katas’ se realizan en equipos de tres personas y el ‘kumite’ (combate), tres o cinco, según categoría y edad.
“Gracias al trabajo realizado, que es muy bueno, somos uno de los cinco mejores clubes de la Comunitat Valenciana”, comenta Raúl, “siendo en 2024 los primeros de toda la provincia”. El pasado año también llevaron a cuatro chicos al Campeonato de España infantil, “una cifra muy elevada”.
Liga Mundial
Son varios los alumnos del Club Karate Seishin de Santa Pola que son reclamados por parte de la Selección Valenciana, “de por sí un logro para nosotros”. Los principales rivales son Madrid y Andalucía, por el número de licencias.
Asimismo, expone, llevan cuatro años participando en la Liga Mundial, “obteniendo buenos resultados”. No han podido todavía tocar medalla porque se trata de unos noventa países en liza, pero todo llegará. En cuanto al nivel competitivo España es un referente “porque los españoles somos más superiores, por ejemplo, que los japoneses”.
Hablamos, insiste, deportivamente, no por tradición, pues Japón es la cuna. “Solo hay que recordar que la mejor karateca del mundo es nuestra, Sandra Sánchez, campeona olímpica en Tokio”, concluye.