Máximo Huerta / Periodista y escritor
Tras una larga trayectoria literaria, periodística, televisiva e incluso efímeramente política; Máximo Huerta (Utiel, 26-enero-1971) está de regreso en su tierra para regentar su propio negocio personal denominado La Librería de Doña Leo, en Buñol. Comparte este tradicional oficio con la no menos importante tarea de cuidar a su madre e incluso, de vez en cuando, todavía saca tiempo para escribir su siguiente novela o viajar a Madrid para participar en algún problema de televisión.
Evita hablar sobre política, y se muestra mucho más proclive a hacerlo de literatura o su tierra. Nosotros por supuesto respetamos su decisión pues, en cualquier caso, siempre es un placer conversar con él.
¿Cómo recuerdas tu infancia por Utiel?
Vivía a mitad camino entre Utiel y Buñol, siempre me he sentido un poco de ambos pueblos. Por un lado toda mi familia era del primero, pero al mismo tiempo iba al colegio en el segundo que era también donde trabajaba mi padre. Así que solía estar a caballo entre ambos.
La verdad es que son pueblos que siguen manteniendo su esencia e idiosincrasia que les hacen tan particulares.
Supongo que ya el vino era tan buen negocio como lo es ahora, ¿no?
Te diría que todavía más ahora, porque se está haciendo un producto de tremendísima calidad. Soy muy consumidor de vino Utiel-Requena, e incluso hay algunos cavas que me fascinan.
De hecho mi padre trabajó de camionero en la cooperativa de vino, y una de mis abuelas vivía frente a la sede. Así que la imagen de los tractores llegando a volcar la uva… la tengo guardada desde pequeño.
«Tengo guardada desde mi niñez la imagen de los tractores volcando la uva»
En un momento dado, ¿por qué te dio por estudiar Periodismo?
No ha habido más periodistas en mi familia ni antes ni después, pero a mí me encantaba escribir y creía que lo más cercano a la escritura era el Periodismo. Tenía referentes como Vargas Llosa, Larra, García Márquez u otros grandes de la literatura que habían sido periodistas antes. Así que me parecía un camino perfecto para contar historias.
Tus primeros pinitos fueron en las emisoras de radio locales, y luego fuiste contratado por Canal 9. ¿Qué recuerdas de aquella época?
Para mí estar en Canal 9 ya fue llegar a la cumbre, y en ningún momento podía concebir entonces que luego vendrían tantos capítulos posteriores a esa etapa. Entré como redactor, enseguida me pusieron a hacer directos y luego empecé a presentar informativos siendo muy joven.
Fueron dos años estupendos y todas aquellas experiencias televisivas aún las siento acumuladas, hice amigos que sigo manteniendo.
A los periodistas se nos presume que sabemos escribir bien, pero muchos han intentado lanzarse a la novela literaria sin demasiado éxito. En tu caso, ¿cómo fue el proceso?
En el fondo creo que cada periodista es un escritor. La mayoría hemos intentado, intentamos e intentaremos probar suerte en la literatura ya que pertenece al mismo ADN. De hecho escribo cuentos desde pequeño, y me presentaba a un montón de concursos. Era algo que me encantaba. Luego tuve la suerte de poder publicar y que me fuera muy bien.
Además soy un hombre de leer mucho. Ya mi madre y abuela eran muy lectoras, y los libros para mí eran algo muy de hogar. Raro era el cumpleaños en que no me regalaban uno. Así que todo ha sido un camino muy natural.
«En el fondo cada periodista es un escritor»
¿Recuerdas qué leías de pequeño?
Leía lo que leían todos; como por ejemplo Pipi Landstrom, Los Cinco, Agatha Christie y demás. Diría que fui creciendo con los Harry Potter de la época (risas). Empecé con los que estaban en la sección infantil de la biblioteca de mi pueblo, y luego ya me fui metiendo con otros que me apasionaron un poco más.
De todas las muchas novelas que ya has publicado, ¿hay alguna que recuerdes con especial cariño?
Empezaría con ‘El susurro de la caracola’, ya que fue la primera y resultó un éxito por lo que me dio muchas ganas de seguir escribiendo. También recuerdo con gran cariño ‘La noche soñada’ porque me llevé el Premio Primavera de 2014 con un jurado presidido por María Matute, que es una escritora referente a quien releo mucho. Aunque quizás el exitazo grande me llegó con ‘Una tienda en París’.
En definitiva, creo que todas ellas pertenecen a un tiempo y les guardo un recuerdo especial. No creo que sean novelas ni épocas intercambiables entre sí.
¿Qué crees que fue aquello que gustó al gran público de tu estilo literario?
No sé. Escribir es fácil, lo más complicado es precisamente conseguir un estilo. Tal vez esa parte emocional de un costumbrismo muy pegado al pueblo y a la familia que yo he vivido… es justo lo que he trasladado a mis novelas. Digamos que son obras cargadas de emoción.
Aunque francamente nunca sabes qué será aquello que logre conectar con la gente. Hay tiempos en los que funcionan más las históricas, otros las románticas… Sí lo supiéramos, todos arrasaríamos.
«He querido producir mi sueño de abrir una librería francesa o inglesa en mi pueblo»
¿Cómo te surgió la oportunidad de ser Ministro de Cultura? ¿Qué te hubiera gustado hacer si hubieras tenido un mandato normal?
Es un capítulo pasado que nunca quiero que sea titular, así que no lo destaco. Si lo quieres destacar tú pues bien, pero no quiero seguir hablando de eso. Han pasado siete años, y ya no entro a darle vueltas.
Vale, lo respeto. Desde entonces has estado en TVE, À Punt y actualmente has regresado al Programa de Ana Rosa donde ya habías colaborado hacía años. ¿Cómo se produjo este retorno?
Sí, han pasado muchas cosas desde entonces y algunas muy divertidas. Lo de Ana Rosa simplemente ha sido porque conozco muy bien al equipo y me propusieron volver. Voy mucho a Madrid por la editorial, y me apetecía no perder el contacto con esta ciudad y gente a la que quiero.
Al final no es más que una colaboración de veinte minutos a la semana, así que voy para allá, me da el aire y esa misma tarde ya estoy otra vez en Requena tomándome el café con mi madre.
¿Qué tal estás llevando esto de regentar un negocio propio, concretamente una librería en Buñol?
En realidad esto ha sido un sueño por admiración. Soy un gran admirador de las librerías, y cuando viajo por Europa me gusta colarme en todas las que veo. Normalmente mis favoritas son las francesas e inglesas porque siempre me han parecido muy distintas a las nuestras, por lo cuidadas que están las fachadas y el ambiente que se respira en ellas.
Así que quería reproducir ese sueño aquí, y se me ocurrió que no había mejor lugar que en mi pueblo, al que he regresado desde hace cinco años. Curiosamente en Buñol nunca había habido librería, solo algunas papelerías, a pesar de ser un lugar con mucha tradición de fabricar papel. Así que esto me pareció el impulso perfecto para mi agenda diaria. Es un mundo que conozco y me gusta.
«El consumo de libros electrónicos ha bajado, y los jóvenes están volviendo a consumir libros en papel»
¿Cómo es esto de ser librero en este mundo de libros electrónicos (ebooks) y de estrés laboral que a muchos nos deja menos tiempo para leer del que nos gustaría?
La verdad es que no hay tanto libro electrónico como a veces parece. Es verdad que en un momento pudo subir su consumo, pero luego descendió. El libro tradicional ha recuperado fuerza, especialmente entre los jóvenes que están leyendo ahora mucha fantasía romántica.
Al abrir una librería en un pueblo me ha ocurrido tener casos de amigos que no leían un libro desde hacía un montón, y ahora se leen uno cada quince días.
Recientemente te has metido también en el Fórum de Jaume I para conmemorar el 750 aniversario de su fallecimiento.
Sí, porque me parecía una iniciativa muy plural y con una presidenta como Susi Boix a la que admiro y con la que he trabajado. Ella me pidió que fuera el primer firmante de toda esta conmemoración de un hombre que fue fundamental para el Reino, y para nuestra tierra tal y como la conocemos.
¿Tienes algún otro libro entre manos?
Estoy ya con mi próxima novela, con la idea de publicarla en 2026. Como de costumbre, nunca cuento por anticipado de qué va a tratar.
También me han ofrecido varios proyectos televisivos, y estoy valorando lo que más me conviene o me apetece.
Por cierto, ¿qué tal está tu madre?
Está muy bien para todos los achaques que le ha dado la vejez. Ahora mismo se encuentra muy cuidada, y yo muy satisfecho de que esté estable y vayamos superando etapas.