Con el aumento de las temperaturas y de cara al periodo vacacional de los meses de julio y agosto, la concejalía de Sanidad ha emitido un comunicado sobre las precauciones que hay que tomar. La edil del área, Anna Lanuza, pone de relieve que “estamos pasando unos días de altas temperaturas que seguirán incrementándose, a lo que se suma los días vacacionales que tenemos por delante, por lo que es necesario tomar precauciones para evitar posibles golpes de calor, insolaciones o problemas cutáneos por quemaduras solares. Estas son las tres primeras causas de urgencias médicas que se agravan al tener más tiempo libre y que solemos pasar en las playas, piscinas o al aire libre”.
Las principales precauciones, como detalla Lanuza, son “evitar la exposición al sol en las horas de máximo calor, es decir entre las 11.30-17.30 horas y en caso de que tengamos que estar expuestas y expuestos utilizar protección solar alta con resistencia al agua y sudor; beber mucha agua, por lo que es recomendable que llevemos siempre una botella; llevar la cabeza cubierta y también muy importante para evitar problemas oculares sería el usar gafas de sol con protección UV”.
Anna Lanuza ha puesto énfasis en la atención que merecen las personas mayores, en especial a partir de los 65 años; bebés y menores de 4 años, mujeres gestantes o personas con enfermedades. En palabras de la edil, “ante las altas temperaturas es importantísimo prestar una especial atención a las personas mayores ya que es muy fácil que se deshidraten, por lo que es necesario que beban agua con regularidad al igual que bebés y niños pequeños; pero además es muy importante vigilar su piel. Las personas con patologías de riesgo también son quienes más acusan las altas temperaturas ya que puede ser muy perjudicial, por lo que es recomendable que presten y se les preste una especial atención para evitar que se puedan agravar o sufrir consecuencias derivadas de la exposición al sol y altas temperaturas. Siendo más vulnerables ante las altas temperaturas quienes sufren enfermedades cardiovasculares, respiratorias o mentales como demencia, parkinson o alzheimer; personas con trastornos de memoria u orientación; las personas con enfermedades crónicas como diabetes u obesidad mórbida y también las quienes sigan ciertos tratamientos médicos que les impiden la exposición al sol deben prestar especial atención durante los meses de verano”.
La concejala de Sanidad ha recordado que “también hay factores sociales, laborales y ambientales susceptibles de que en los meses de verano se aumente la necesidad de prestar un especial seguimiento como es el caso de personas que viven solas, principalmente si es una cuestión de soledad no deseada que puede comportar aislamiento y problemas de salud mental; personas en riesgo de exclusión; espacios de trabajo o laborales en los que se alcanzan temperaturas interiores excesivas debido a una deficiente capacidad para regularlas; así como personas que están en exposición excesiva al calor por razones laborales, trabajo manual en el exterior o que exigen un elevado contacto con ambientes calurosos; deportivas, deportes de gran intensidad física, o de ocio”.
Anna Lanuza ha hablado de los síntomas que preceden a un colapso por golpe de calor como son: temperatura corporal interna de 104 °F (40 °C) o superior es la señal principal del golpe de calor; en un golpe de calor provocado por un clima caluroso, la piel se siente caliente y seca al tacto. Sin embargo, en un golpe de calor producido por un ejercicio extenuante, puede haber una sudoración abundante; vómitos, desmayos o estado; piel enrojecida; respiración agitada; frecuencia cardíaca y dolor de cabeza”. Antes estos síntomas, Lanuza insta a la población “a contactar con los servicios de emergencia o llevar rápidamente a un centro médico a la persona que los padece y ante todo llevar a la persona a un lugar con sombra y enfriarla con agua, abanicar o colocar compresas frías en la zona de la cabeza. Pero lo más urgente es trasladar o contactar con un centro médico para evitar problemas mayores”.
Finalmente la edil de Sanidad y Bienestar Social, Anna Lanuza, insiste en que “hay que estar pendiente de no dejarse personas o mascotas en el coche, ya que la temperatura del vehículo aumenta de forma exponencial y supone un peligro inminente para la vida”.