Desde el Grupo Municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Altea muestran su “sorpresa y satisfacción” al comprobar que el equipo de gobierno, encabezado por Compromís y PSOE, ha comenzado a ejecutar una serie de actuaciones para revisar y reducir los badenes instalados en el municipio.
Esta decisión, han asegurado desde la formación conservadora, se produce “semanas después de que se rechazara en el pleno” una moción presentada por los ‘populares’ que instaba precisamente a llevar a cabo esa revisión, lo que ha generado críticas por parte de la oposición.
«Falta de respeto»
La portavoz del Partido Popular de la Villa Blanca, Rocío Gómez, ha calificado de “incomprensible” la actitud del equipo de gobierno. Según ha denunciado, “es una falta de respeto que se tumbe en el pleno una propuesta razonable y necesaria sólo por venir del Partido Popular, para luego llevarla a cabo por la presión vecinal, como si se tratara de una idea propia”.
Gómez ha señalado directamente a la concejala de Infraestructuras, Aurora Serrat, a quien acusa de actuar con “incoherencia” y “falta de respeto” al trabajo de la oposición.
«Es incomprensible que rechacen una propuesta en el pleno y luego la ejecuten» R. Gómez
Una política de movilidad controvertida
En ese mismo sentido, Gómez ha insistido en que “el Partido Popular de Altea lleva tiempo denunciando” lo que considera una “masiva y desordenada colocación de badenes por parte del actual equipo de gobierno”, una práctica que, según han asegurado en reiteradas ocasiones, “se ha hecho sin seguir criterios técnicos adecuados ni respetar la normativa vigente. Estos badenes no sólo no son necesarios, sino que además suponen un problema para muchos vecinos”, afirma la portavoz de la formación.
Entre las consecuencias de esta política de movilidad mal planificada, el Partido Popular destaca “los daños ocasionados a vehículos, el incremento de ruidos y vibraciones en zonas residenciales, el aumento de la contaminación, así como el peligro añadido que representan para motoristas y ciclistas”. Además, advierten del riesgo que suponen “para los servicios de emergencia, cuyos tiempos de respuesta pueden verse alterados por una excesiva presencia de obstáculos en la vía pública”.
Desde el PP consideran que el gobierno actúa por presión vecinal, no por responsabilidad política
La moción rechazada, pero aplicada
Rocío Gómez ha recordado que, en el pleno municipal correspondiente al pasado mes de junio, “el Partido Popular presentó una moción solicitando la revisión urgente de todos los badenes instalados en el término municipal”.
Su propuesta, ha insistido la líder de la oposición local, “contemplaba la retirada de aquellos que resultaran innecesarios y la adecuación del resto conforme a la normativa técnica vigente. Sin embargo, el gobierno local, con el respaldo de sus socios de Compromís y PSOE, rechazó la iniciativa” en esa misma sesión plenaria.
Durante el debate plenario, la concejala de Infraestructuras, Aurora Serrat, defendió que las actuaciones ya ejecutadas respondían a un proyecto elaborado por técnicos municipales y avalado por la Policía Local, tal y como ha subrayado Gómez. Pese a todo, según denuncian los ‘populares’, “los hechos han demostrado lo contrario. Si el proyecto era tan perfecto como defendieron en el pleno, ¿por qué ahora están haciendo justo lo que propusimos nosotros?”, se pregunta Gómez.
La oposición pone el foco en los daños que los badenes generan en los vehículos que transitan sobre ellos
Más transparencia y menos improvisación
Desde el PP consideran que este nuevo episodio “revela una forma de gestionar que responde más a la improvisación que a una planificación rigurosa. Lo que está ocurriendo con los badenes no es un caso aislado”, apunta la portavoz del grupo municipal ‘popular’, recordando que situaciones similares se han vivido en otras cuestiones de movilidad urbana, “como el carril bici de la avenida Juan Alvado”.
En aquel caso, el Partido Popular “propuso permitir el aparcamiento durante toda la semana en el carril bici”, una iniciativa que también fue rechazada inicialmente por el gobierno local. “Y al poco tiempo, sin dar explicaciones, aplicaron la medida. Es una constante: niegan todo lo que venga de la oposición, para acabar haciéndolo si ven que tiene respaldo ciudadano”, denuncian desde las filas populares.
El PP «vigilará la ejecución de las obras»
Desde el Grupo Popular ya han anunciado que estarán especialmente vigilantes para comprobar que las obras iniciadas realmente se completan de forma efectiva y responden a las necesidades de los vecinos. Insisten en que “no se puede estar colocando y retirando badenes sin ningún criterio”, ya que eso genera un gasto público innecesario que podría destinarse a otras prioridades del municipio.
Gómez también ha querido recordar que este tipo de errores en la gestión no son nuevos ni aislados, sino “una constante” tras más de una década de gobierno de Compromís. “Después de diez años, está claro que no saben gestionar de manera eficiente. Altea necesita un gobierno serio, que escuche, que planifique con rigor y que no actúe sólo cuando ya no puede ignorar más las protestas ciudadanas”, concluyó.