Entrevista > Carles Muñoz Sanjuán / Concejal de Cultura y Fiestas (Alfafar, 3-septiembre-1999)
Carles Muñoz, concejal de Cultura de Alfafar, ofrece una visión detallada de cómo la cultura se ha convertido en un motor clave para la recuperación. Desde los daños sufridos en las infraestructuras hasta el papel vital de las asociaciones culturales, Muñoz comparte los desafíos y las esperanzas para el futuro cultural de Alfafar.
¿Cuál fue el impacto de la DANA en las instalaciones culturales de Alfafar?
A nivel municipal, las instalaciones culturales fueron las más afectadas. Desde el Espai Jove, la Alquería del Pi, o los locales de las asociaciones andaluzas. El parón fue terrible y la reactivación ha sido muy complicada. Inicialmente, priorizamos los servicios esenciales y luego lo más urgente y fácil de reconstruir, como Ventura Alabau o el Espai Jove.
¿Qué avances se han logrado en la recuperación de estas infraestructuras dañadas?
Las grandes infraestructuras, o las más afectadas, están tardando más. En el caso de los andaluces de Orba, el desastre ha sido monumental, pero estamos trabajando para reactivar esa entidad y ese espacio público. Con la alquería, la más importante y perjudicada, la obra del jardín sí que se ha reactivado porque ya estaba licitada.
¿Se está abordando la restauración de la Alquería del Pi?
En cuanto a la alquería como tal, tenemos un gabinete patrimonialista trabajando en un informe y en un miniproyecto. Los 35 millones de reconstrucción suenan bien, pero a nivel burocrático es un cuello de botella. La alquería es una de las perjudicadas en ese sentido. Estamos trabajando en ese miniproyecto para que Madrid nos apruebe la memoria y poder licitarlo, lo cual es más difícil al ser un edificio patrimonial.
«Los vecinos del Tremolar se lo trabajan incansablemente para tener unas grandes fiestas»
¿Ha sentido el área el apoyo de los colectivos?
Los grandes apoyos que ha tenido este Ayuntamiento han sido de entidades culturales. En el punto municipal de ayuda, el 80% de los voluntarios eran de asociaciones culturales. Han estado al pie del cañón desde el primer día. Desde Navidad, ya empezaron a moverse poco a poco.
Una vez se consigue cierta normalidad, ¿cómo se está retomando la apuesta por la cultura local?
Hemos intentado mantener nuestro calendario fijo de eventos. Lo único que no hicimos fue la Feria Medieval en enero, porque la inversión no era factible ni necesaria en ese momento. La bendición de animales de San Antonio, la Feria del Libro y las fiestas de los barrios sí que las hemos empezado para que la gente tenga vidilla en la calle.
Alfafar es un pueblo con barrios muy marcados, ¿de qué manera se lleva la cultura fuera del centro?
Desde esta última legislatura, instauramos las fiestas de San Jorge. Hicimos una pequeña programación cultural festiva e infantil. La idea es marcar todo así en los diferentes barrios.
«Estamos trabajando técnicamente para ampliar el aula de teatro»
Hace menos de un mes fue el barrio del Tremolar el que disfruto sus fiestas. ¿Cuál es su valoración?
Hemos procurado que el Tremolar no notara la diferencia con otros años. Son unas fiestas cortitas que acogen a gente de Alfafar y de los alrededores. La idea era no bajar el nivel. Los vecinos del Tremolar se lo trabajan incansablemente, y nosotros hemos apostado por mantenerlas.
¿Se plantea un punto de vista turístico para estas fiestas singulares?
Alfafar tiene en la Marjal las puertas al turismo. El barrio del Tremolar es una parte urbana en esa parte turística. Tiene que ser uno de los motores que impulse todo eso. Ellos lo que quieren es que la gente venga, que vean lo que tenemos y que disfruten de lo que hay.
Una de las apuestas más recientes del último año ha sido el teatro. Cuéntenos como surge este proyecto.
Un vecino nos propuso crear una escuela, un aula de teatro. Nos encantó el proyecto y lo pusimos en marcha. En septiembre empezó el primer curso. La acogida fue brutal. Tuvimos que cerrar el grupo de mayores a las dos semanas porque no cabía más gente.
«Las instalaciones culturales fueron las más afectadas»
¿Cómo fue la experiencia de las representaciones teatrales de fin de curso?
Fue una locura. Ver a gente tan joven lanzarse así al teatro ha sido una maravilla. El grupo mayor hizo una adaptación de Yerma de Federico García Lorca. Quedé impresionado, parecía que llevaban años en el teatro.
¿Se plantea ampliar y profundizar en el proyecto del aula de teatro?
Sí, la idea es repetir. Estamos trabajando técnicamente para ampliar el contrato a largo plazo y ver cómo podemos ampliar el grupo de mayores, desdoblando y haciendo dos turnos o dos clases. La demanda es elevada y queremos apostar por ello.
Tener una amplia programación cultural siempre es más complicado teniendo la capital tan cerca. ¿Qué estrategia se sigue para ser un polo atractor cultural?
Alfafar tiene una actividad cultural enorme. Mi pareja lo sufre, porque no tengo un fin de semana libre en todo el año. Tenemos tal nivel de actividad que Alfafar desborda. Diría que somos el municipio de la comarca con más cultura, sin tener estructuras como un auditorio o una casa de la cultura.
¿Alguna invitación final?
Invitar a toda la gente a las fiestas de Orba, que son hasta el 13 de julio. No serán las fiestas que hemos tenido siempre, pero en la medida de las posibilidades hemos cerrado una programación digna para que estos días se disfruten.