Este pasado junio se instalaron cuarenta nuevos desfibriladores para atender emergencias cardiacas a lo largo del extenso término municipal de Elche. Estos aparatos complementan los setenta y cinco ya existentes, si bien los recién llegados son mucho más modernos.
“La mayoría de los antiguos desfibriladores están instalados en edificios públicos. Así que cuando termina el horario de oficina, ya no se puede acceder a ellos. Si alguien tiene una parada cardiaca a las 15:05 por esa calle, no puede hacer uso de este aparato. Además tienen un tiempo de vida útil. Por eso consideramos que era necesario realizar una redistribución por espacios públicos y comprar algunos nuevos” nos explica Inma Mora, concejala de Sanidad.
Energía solar
Así pues, el Ayuntamiento ha adjudicado un contrato a la empresa especializada Almas Industries para alquilar nuevos dispositivos, por un presupuesto anual de 60.000 euros. Se trata de desfibriladores mucho más modernos de los habidos hasta ahora, y una de las principales ventajas es que se cargan a través de tótems que actúan como paneles solares.
“Al querer sacar estos aparatos a la calle, queríamos ponerlos en lugares de tránsito de personas. Sin embargo, nos encontramos con el problema de que no en todos estos espacios había cerca una caja de la red eléctrica para enchufarlos. Especialmente esto ocurre en las partidas rurales. Por eso miramos que en otros municipios habían logrado solucionar esto gracias a la energía solar” nos comenta Mora.
Los desfibriladores nuevos no necesitan conectarse a la corriente porque se cargan con energía solar
Conectados con el 112
Por otra parte, estos dispositivos están conectados directamente con el 112. Esto significa que cuando un usuario saca el aparato del tótem, de forma automática se realiza una llamada telefónica con la centralita del servicio de urgencias gestionado por la Generalitat Valenciana.
“En mi caso soy enfermera, pero evidentemente no todos los ciudadanos tienen por qué saber manejar desfibriladores. De esta forma, los expertos pueden explicarte cuáles son las maniobras adecuadas y el usuario también puede realizar las preguntas que estime” nos señala la edil de Sanidad.
Además los desfibriladores son inteligentes. De esta forma no sueltan descargas eléctricas hasta que no detectan que están bien colocados sobre el cuerpo del paciente, cada vez que son usados emiten una alerta a la Concejalía de Sanidad y están programados para autochequearse internamente cada doce horas, para que la empresa concesionaria sepa inmediatamente si alguno se estropea.
Cualquier ciudadano puede utilizar estos aparatos sin necesidad de ingresar un código
Portátiles y con GPS
Igualmente los citados aparatos son portátiles, por lo que pueden ser perfectamente sacados del tótem y transportados hasta el lugar donde se ubique la persona que pueda necesitar de una descarga eléctrica.
A diferencia de los modelos antiguos, el ciudadano puede obtener perfectamente estos desfibriladores sin necesidad de ingresar un código, que solo conoce la Policía Local, para abrir la infraestructura. De esta forma no se pierden unos segundos o minutos que quizás fueran decisivos ante una urgencia.
Eso sí, los desfibriladores cuentan con un GPS incorporado. Así los servicios de urgencia saben localizar exactamente donde se encuentra la persona que precisa de asistencia, y de paso también la policía conocerá cuál es la ubicación del aparato en caso de que alguien quisiera robarlo.
De igual manera, en la propia infraestructura se incluye un kit de primeros auxilios con guantes, tijeras, tiritas, abrebocas e incluso un dispositivo especial para ayudar a hacer compresiones torácicas. “Este aparato se coloca encima del pecho del paciente, y te indica la fuerza de comprensión que debes realizar. Así puedes realizar la maniobra sin problemas” nos comenta Mora.
Próximamente se ofrecerán cursos de primeros auxilios a la ciudadanía
Remplazo progresivo
Esta acción ha sido impulsada conjuntamente por las concejalías de Sanidad y Educación. De hecho, una buena parte de estos desfibriladores han sido instalados en las inmediaciones de centros académicos. También se han priorizado las instalaciones deportivas.
Por tanto, actualmente Elche cuenta con un total de 115 desfibriladores, de los cuales 75 todavía son del modelo antiguo. “Poco a poco los vamos ir sustituyendo todos, en cuanto vaya finalizando su periodo de garantía” nos comenta la concejala de Sanidad.
De hecho, el pliego del servicio permite la opción de que el Ayuntamiento incremente el presupuesto del contrato en un 20%, para así poder alquilar todavía más dispositivos.
Cursos de primeros auxilios
Cabe añadir que el citado contrato incluye también la realización de varios cursos sobre primeros auxilios que estarán dirigidos tanto al personal del Ayuntamiento como a la ciudadanía en general.
“Queremos dar estos cursos a lo largo de todo el término municipal, tanto en el casco urbano como en las pedanías. Probablemente algunos los daremos en la propia vía pública, y otros en centros sociales. Ya iremos anunciando las fechas próximamente” nos apunta la edil de Sanidad.
Recientemente sucedió el caso de un hombre que se desplomó por un infarto en un acto festero celebrado en Matola. Afortunadamente había un desfibrilador cerca, y pudo ser atendido.
“Aproximadamente cada quince días alguien en Elche utiliza alguno de estos desfibriladores para atender una urgencia. Simplemente con salvar la vida a una sola persona, ya merece la pena toda esta inversión económica” nos sentencia Inma Mora.