Entrevista > Sergio Checa Martín / Director, actor y guionista de cine (Alicante, 25-marzo-1984)
El guionista alicantino Sergio Checa ha encontrado en Sant Joan d’Alacant el impulso para dar forma a ‘Dafne y Pol’, un cortometraje sobre el acoso escolar. Tras ganar el premio a Mejor guion en el último Festival de Cine, Checa prepara un rodaje con talento joven local y la convicción de que el cine también puede ser una herramienta de reflexión social.
En el Festival de Cine de Sant Joan te llevaste el premio a Mejor Guion con ‘Dafne y Pol’. Como alicantino, ¿qué ha significado para ti este reconocimiento?
Fue una alegría súper grande. Una, porque era en la terreta, y otra por la historia y lo que cuenta. Envié el guion con toda la ilusión para encontrar ese apoyo. Para mí, la fuerza que le da el premio al proyecto es lo más importante.
«He querido llevar la historia de Apolo y Dafne a la actualidad»
¿Crees que ese premio ha servido como impulso para decidir apostar con más fuerza por esta historia?
Totalmente, fue como una confirmación. Muchas veces, los guionistas tenemos muchísimos guiones en el ordenador, yo escribo por inspiración, por algo que veo o me cuentan, pero nunca sabes cuál es el que tienes que sacar. El premio me dijo: esta historia es necesaria. Hay un jurado que lo ha visto y le ha gustado. Así que eso fue lo importante: darle voz a esta historia.
Has contado que sufriste bullying. ¿Cuándo decidiste transformar esa experiencia personal en un cortometraje?
Lo primero fue informarme. Vi muchísimas noticias sobre acoso escolar, incluso suicidios y me llevó a recordar por qué sucede esto. Muchas veces es porque alguien es diferente. En mi caso, por ejemplo, no me gustaba el fútbol, me gustaba bailar, hacer teatro. Eso me convertía en el señalado. Sufrí una agresión fuerte, eso se me quedó grabado. Y no todo el mundo tiene la fuerza para sobrellevarlo o esperar a que acabe el curso.
¿Ese componente autobiográfico está presente de forma explícita en ‘Dafne y Pol’?
La historia toma como referencia la leyenda de Apolo y Dafne. Una persecución, una súplica de ayuda, una transformación en laurel. He querido llevar esa historia a la actualidad. ‘Dafne y Pol’ habla del acoso escolar, de la libertad para amar y de cómo una persona puede pedir ayuda y encontrarse en una encrucijada. Es una historia con simbolismo, con mensaje claro y un enfoque muy humano.
«El premio me dijo: esta historia es necesaria»
Recientemente habéis hecho un casting abierto en Sant Joan. ¿Teníais clara desde el inicio esa apuesta por el talento joven y local?
Quería apoyar al talento joven y alicantino. Vino gente de Madrid, pero casi todos tenían algún vínculo con la terreta. El 90% era gente de la provincia o de la Comunitat Valenciana. Me parece importante abrir puertas al talento joven, que muchas veces no tiene ni tiempo de formarse ni oportunidades de mostrar lo que vale.
Habéis elegido el IES Luis García Berlanga como localización del rodaje. ¿Qué te atrajo de ese escenario?
Primero, la energía. El centro se volcó desde el minuto uno. Es un lugar de sueños, de gente con ilusión por el cine. Algunos alumnos del centro incluso se presentaron al casting. Luego, me atrajo mucho la estética, tiene algo diferente. No quería el típico instituto de serie, quería algo visualmente distinto, y creo que lo hemos encontrado.
¿Contáis con apoyo del Ayuntamiento o de la Concejalía de Cultura de Sant Joan?
Desde el primer momento Cultura nos ha apoyado. Los castings se hicieron en la Casa de Cultura. Estamos esperando poder cerrar más reuniones para ver en qué más pueden ayudarnos.
Durante el mes de septiembre se rodará el cortometraje en el IES Luís García Berlanga
¿Ya tenéis fechas de rodaje y previsión de estreno?
Grabaremos el 1, 2 y 3 de septiembre. Queremos estrenarlo en el Festival de Cine de Sant Joan, que fue el primero en apostar por la historia. Si ganamos en Cortesina, también se proyectaría allí. Y soñamos con festivales como Málaga o Medina del Campo. Pero el primer objetivo es que la historia quede como merece.
Tus anteriores cortos, como ‘Frío en las manos’ o ‘Calcetines’, también han recibido reconocimiento. ¿De qué manera han influido en tu evolución como creador?
Ambos abordan problemáticas sociales. ‘Frío en las manos’ trata la soledad no deseada. Entrevisté durante un año a mujeres mayores en una residencia. Es una historia muy personal.
‘Calcetines’ habla del colectivo LGTB en la posguerra y los noventa. Fue rodada en la casa de mi abuela. Creo que esos trabajos me han dado voz y han reforzado mis ganas de hacer cine social, humano y que conecte con la gente.
Para terminar, ¿el largometraje está ya en tu horizonte creativo?
Tengo varios guiones escritos. Me gustaría dar ese salto, pero quiero hacerlo con calma. Si alguna productora estuviera interesada, estoy abierto. Si no, seguiré intentándolo por mi cuenta. Me encanta el cine de autor, las historias personales y sociales. Quiero que la gente se sienta reflejada, que las salas se llenen. Soy muy cabezón, así que si lo tengo en el radar, voy a por ello.