Entrevista > Pablo Alcocer / Oftalmólogo (València, 1-marzo-1979)
Tenemos la sensación, en ocasiones, que no cuidamos como deberíamos a nuestra vista, posiblemente el sentido más relevante. Sobre todo los jóvenes actuales, que se pasarían gran parte del día enganchados a las pantallas, las de su móvil o tableta.
Oftalmólogo desde 2008, Pablo Alcocer, aparte de indicarnos los peligros que eso supone, nos brinda una serie de consejos, válidos para todos. “Es básico no abusar del esfuerzo visual de cerca”, explica el doctor, quien disfruta “ayudando a los demás”.
Cada treinta o cuarenta minutos es conveniente levantar la mirada y descansar, “al menos dos”, mirando al frente, cambiando el plano de enfoque. Asimismo, acudir al especialista “una vez cumplidos los cuarenta, porque puede subirnos la tensión ocular, algo que es prevenible”.
¿Siempre te agradó la disciplina de la oftalmología?
Mi padre no fue médico, pero sí dirigió una óptica, que precisamente cumplió hace poco medio siglo de vida. Mi infancia estuvo llena de conversaciones respecto a los ojos, sabiendo muy pronto qué es la miopía o la hipermetropía.
Seguidamente estudié Medicina porque me apasionaba la Biología. Durante años, sin embargo, estuve indeciso sobre qué rama ejercer.
¿Maltratamos a nuestros ojos?
Lo que no hacemos es una correcta salud visual y una realidad es que hoy todo es mucho más visual. Antes, una vez finalizada tu actividad laboral, la vista descansaba mirando a lo lejos.
La medicina actual piensa mucho en el tratamiento, porque la prevención es clave. Al ojo hay que darle descansos, para no agotarlo y aparezcan patologías.
«En China hay una epidemia de miopía, una patología genética con un componente ambiental»
Tantas horas frente a las pantallas, ¿cómo nos afecta?
La consecuencia más inmediata es la prevalencia de miopía, muchísimo mayor en las nuevas generaciones. Pasan numerosas horas mirando de cerca, sus cuerpos están en desarrollo…
En China, sin ir más lejos, hay ahora una epidemia de miopía, una patología genética, pero que también posee un componente ambiental.
¿Los móviles se han convertido en un problema?
La tecnología nos ayuda muchísimo, ha derivado en una revolución, para bien, aunque su luz -la de las pantallas- provoca una gran fatiga visual. En definitiva, más cansancio.
¿Es cierto que la miopía no deja de aumentar?
La más común va asociada al crecimiento del ojo y alrededor de los veintidós años empieza a parar, o ya no aumenta al mismo ritmo. Pero las miopías más altas pueden seguir progresando toda la vida.
No todos los jóvenes actuales serán miopes, pero evidentemente el riesgo es mayor cuantas más horas pasan frente a las pantallas.
«Les recalco a mis pacientes que la cirugía láser se lleva practicando desde hace más de treinta años»
¿Cuántas operaciones realizas al año?
Muchísimas, gracias a la mencionada revolución tecnológica. Las que más se llevan a cabo son las de cataratas -visión borrosa, ocasionada por la pérdida de transparencia del cristalino- y la miopía.
Ambas son rápidas, en quirófano apenas diez minutos. Son cirugías estandarizadas, protocolarias y con mucha seguridad, ya percibida.
¿Se ha perdido el miedo?
No del todo. La vista no es un órgano vital, pero sí uno prioritario, no únicamente por su importancia, sino porque el ojo lo percibimos endeble, no tan robusto como otros. Es normal que haya miedo.
La operación es rápida, al día siguiente en casa… ¿Tiene riesgos?
Esta cirugía láser de la miopía se lleva practicando desde hace más de treinta años, circunstancia que recalco a mis pacientes, para que sean conscientes que los riesgos son mínimos, siempre que se acuda a los profesionales adecuados.
Se trata de una tecnología que ha pasado el filtro del tiempo, porque si una técnica no ha sido desbancada por otra gana en consistencia. Es eficaz, precisa y segura.
«El ojo seco, común en mayores, se asocia a los jóvenes por las pantallas porque se parpadea menos»
¿Todos los miopes pueden realizar esa cirugía?
Los que tienen miopías muy altas, de siete u ocho dioptrías, no. Suele haber un límite, por seguridad, y tampoco a los pacientes cuya córnea -la primera capa del ojo- no sea normal, que sea muy fina o tenga irregularidades.
¿La cirugía láser es la mejor técnica o existen otras?
Para la miopía, sin duda, el láser, mientras para las cataratas -cada vez más habitual porque hay mucha más gente mayor- la más practicada es la extracción del cristalino mediante ultrasonidos y posterior implantación de una lente intraocular que corrija las dioptrías.
Finalmente, ¿qué es el ojo seco?
Con el paso de los años, la cantidad de la lágrima, y su calidad, se va deteriorando. El párpado se mueve, frota el ojo más de quince veces por minuto y, si no tienes una buena lubricación, se acaba ocasionando una sensación de escozor o arenilla, al no resbalar bien.
Aparece en ocasiones en los jóvenes por el uso excesivo de pantallas, debido a que parpadeamos menos cuando nos fijamos en letras muy pequeñas a corta distancia. También en las mujeres de mediana edad, tras la menopausia.